domingo, junio 30, 2024

El local

 Había montado un local de ensayo en aquella barriada alejada del mundanal ruido. Existían muchas posibilidades que todo se quedará en agua de borrajas; ahora, era él sólo, sin buscar que nadie entendiera sus razones para crear aquel mundo en aquella sala.

   El lugar estaba lleno de luz y si por él fuera, una de las paredes la habría convertido en un ventanal, pero eso era parte de su visión quijotesca. que tantas veces era zarandeada por meter la pértiga en la aspa que no debía. 

   Sucedía que andaba, paraba, se quedaba más tiempo parado, como entreviendo una construcción que diera forma a un mundo que como la abeja, no debía representarse de forma icónica sino como una búsqueda para completar los paneles en los que depositar el fruto de sus búsquedas. 

   Sonreía mientras desperezaba sus músculos que ahora, ya, de forma pausada amenazaban con anquilosarse, a la mínima impostura en su entrega al reconocimiento de aquellos lugares a los que debía un respeto por todo lo que le habían dado: cuádriceps, gemelos, abductores. Ya no era el ayer; ni pensar en esta preparación, ni en estos métodos, ni esa dedicación directa que podría tener ahora un entrenador; aquello sucedió, se explotó al máximo, se entrenó de forma agónica, hasta parecer el fin del mundo y de vez, en cuando vienen algunas marcas, para poner en un cuadro un pequeño orgullo, como ahora se busca encontrar las mejores palabras y cometer los menos errores. Si entonces no había día, casi para el descanso, ahora la hiperactividad podía dejar de frases inconexas, letras sin poner, y razonamientos que eran lo uno y lo contrario, sin que eso, ahora mismo, en esta sociedad estuviera penalizado en exceso; si, igual que se hacía la última serie a ritmo, rematar al corregir una incongruencia también satisface, aunque se haya decidido que lo primero es lanzarse al abismo de explorarse en todas las actos, reflexiones y visiones que se han ido acumulando en un interior que lo va sacando para saber que aquello te influyó y te hizo.

   Llega la hora, no esperas a nadie, aunque en algun instante llegará. También aquí estás en construcción y el saxófono te llama para que lo respetas desde las normas con las que luego podrás explorar. 

    Nobody but you, me escribe un recordatorio para que te haga bailar; a ti, que aquello te parecía un atentado contra la naturaleza, te lanza una idea contra el ventanal desde donde observas como los ruidos de los movimientos desencajados destruyen el equilibrio en el que creíste construir. Sal, sólo es un muro líquido al que puedes deshacer con el calor del pánico por los descubrimientos. Dominarlos no es la cuestión, sólo dejar salir los monstruos para que ellos no nos habiten los actos.

sábado, junio 29, 2024

Un cuento no seguro

 La enésima vez que me dice: "eh tu, el del peluquin", ¿no te parece que estar seguro es la más importante nave en la que nos podemos embarcar?

  Yo le miro desde mi jamelgo, este tiene mucho mundo recorrido con muchas chapas recibidas, aún así se ha quedado, ojiprático y calculando que podría valer un rodillo y un pasador. 

   Le lanzo una diatriba sobre lo que es llegar a una buena orilla, donde te puedan acoger los abrazos. Ya, ya pero quítate antes la cartera del bolsillo de atrás, del derecho. Cuentan las habladurías que los que vienen saben que en el otro, tenemos el moquero y que lo utilizamos para los más diversos estornudos e incluso para quitarnos la cagarria de algún estornino,

   Entonces se dice que ya es una opción menos en la que fallar. Mira que Borrego, apellido, tiene un observatorio privilegiado, pero claro el catalejo lo ha puesto sólo en una dirección, así que proclama

   "Por aquí, por aquí, entran los diamantes, el petróleo y el coltán". 

      Tu, te dices, se dará cuenta. Pues no, Lindezas, poco después intenta atravesar el muro. Ya ves, como en "la Vida de Brian", aquí no se llama Incontinencia Suma, aquí es Bocachanclas Desatadas. 

    ¡Qué si tal!, ¡ qué dentro de unos años llevaremos velo, aunque yo soy más de leotardos. ¡bueno, bueno, bueno!. El amigo, con los años, se pone más sutil, echa un último vistazo al móvil, "te quiero papa, no vayas deprisa".

        De ahí, se tantea las llaves del coche derrochador de gasolina y a lo lejos ve a ella, su churri, con su diamante resplandeciendo por debajo de la belleza de la sangre derramada. Todo en orden.

       Asi que va el hombre a abrazar a su compañero y por eso de las ensoñaciones. ¡Oye, chico! que ve a la madre de este y se la imagina saltando una valla, y como eso no es orden, y le puede causar inseguridad; ¡qué si, que sí! que la den un empellón y la aparten.... del abrazo de su compañero.

       La situación al segundo de ahora, dicen los del parte, es la siguiente, la iglesia, la máxima ocupa, pero que no se le ocurra ir ningún desokupa, que no le dan la hostia y eso ya no, por ahí no pasa que se hayan comido el orgullo porque se dan cuenta que siempre obedecen, golpean; les mandan, amedrantan; antiguos prebostes siguen ahí, pontificando y expoliando a algunos de los trabajadores que le votan, ¡que te doy, coño, que te echo!. Pues nada, chico que estás cosas le dan seguridad al mozo. Eso sí, todo pundonor y con los años, llenos de sabiduría en su profesión y en el pago del salario por haberse mercantilizado, con miedo que otro más pobre "erase un sabio..." se ofrezca a realizar más barato.   ¡los que se pelean, se desean!, ¡Qué va!, se anulan, mientras el estimulador anda a lo suyo.

       Pues va no te digo, va "tupido velo" y se pone en medio, como para equilibrar; como para remarcar ni todos los bombardeados eran buenos, ni la que lo dijo, era tan poco canalla, como puedes aspirar en quien se expone. Pues nada que ella lo era en grado superior. Ni aquellos funcionarios del terror podían ser tan malos. Al fin y al cabo, siempre se puede decir: ¡joder macho que me lo han dicho!; me lo quedo mirando, con la mano abierta como imprimirlo en letras cirílicas y manifestarle, ¡coño campeón, un poco de dignidad!.

       Pero eso, le han dicho que no se preocupen que se lo tamizan un poquito, de tal manera que aquella "seis dedos", se pone manos a la obra. Al cabo de un rato, escucha "no te toques la narices", pero ¿Dónde mete el dedo añadido?, pues ahí, leches que parecéis cortitos ¡Qué miras bobo!, anda pa'lla; yo siempre me lo tomo a la tremenda y oye, cierro los ojos y que me digan todas las lindezas que quieren. Al fin y al furrier no siempre se te va a escapar un cuesco y te van a arrestar para que puedas tener un tiempo compartido con quien siempre hubo silencios.

        Borrego rebuzna, que igual podría ser mitad humano, mitad mulo. Se le sube el Ladrador, ¡que si, que sí, leches, que este muerde! y ya está, que seguro que mañana será otro día y el próximo viernes I'm love. La de cosas que tuvieron que inventar para que yo me disfrazará.

A lento fuego

    Pudieras creer que el tiempo te iba a esperar, que no tendría prisa y que te daría la oportunidad de relajarte en cualquier de los veranos que el primer día de Julio se aventuraba como inacabable.
    Llegaban los finales de Agosto; no dabas crédito a que aquello que parecía un eterno verano, se hubiera esfumado, como por el tiro de la chimenea. No hubo ni una brizna de viento que me revocará ni un segundo para retenerlo y guardártelo para vivir en él. 
    No pasó ni cuando aquel instante no te dio la oportunidad de intentar recuperarle con maniobras que hubieras hecho hasta el infinito, ni cuando hubo esos instantes en el que en la satisfacción mutua te contemplabas eterno.
    Transcurren inexorables los días; dejaste de creer en tomar el fresco o ahora en las otras formas de maledicencia, de exponerte en las plataformas donde cada uno arranca las embestidas como si el ponerte las astas te concedieran la condición de toro. 
     Verdades nuestras, alimentadas por es que allí, es que aquello, tal vez fue porque, pasó aquello; todas empieces de muros, saetas o cuchillos con el que zaherir las relaciones humanas. 
      Hablar para que nos den la razón, para que siempre pensemos haber sido perjudicados. Hubo un tiempo en que las hordas salieron, habían sido reclutadas por los poderosos y alimentadas por lo quitado a ellos mismos y enfervorizadas por enseñas de las que no comían, de las que no aprendían. 
      Se hizo el silencio y nosotros, sólo humanos, nos creímos en la necesidad de levantar torres, murallas y castillos para que enfrente tuviéramos la posibilidad de haberle dado motivos al de enfrente a construirla de la misma manera, o más grande o más cruel. Entre medias no dimos margen a crear parques, con sus bancos donde descansar o poder charlar de lo que podía haber sido el motivo de nuestras mutuas afrentas. Las pequeñas sendas, tan estrechas como para obligarnos a mirarnos a los ojos, las convertimos en carreteras donde tener un tanque era mirar con desprecio al que aún no le había puesto la metralleta con la que disparar. 
       Nos decían una y mil veces, que todas esas construcciones nos harían únicos, hasta que un día empezaron a dar cuenta, quizás en Madrid, también en Tenerife, luego en Málaga, mucho antes en Barcelona, donde una alcaldesa antes de su autoascensión a los cielos habían legislado desde la visión del ciudadano por encima de la ciudadanía y habiendo escuchado a gente tan maravillosa y únicas, como Itziar González, intento controlar la especulación con la vivienda y esa especie de descabello colaborativo llamado turismo colaborativo. Lástima que tocará los cielos y fuera recoger de allí pedrisco para lanzárselo a quienes se habían pateado la calle para sentirse comunidad.
        Podría saberse el motivo por el que salió de su enclaustramiento; humanidad débil, abandono de quienes se habían cansado de sus desplantes. Conciencia de acabarse un tiempo, tener que intentar reinventarse, destruyendo los hierros que trabaja a fuego cada cierto tiempo donde ver un mundo sin la realidad del conflicto del que te apartan los barrotes forjados.
         Pasó la noche de San Juan y ahora los sonidos de la debilidad crujían porque el terreno en el que se había sumergido eran un tablao, al que debía echar gasoil y vinagre para que la carcoma no destruyera la viga principal sustento de los débiles edificios en los que nos reconstruimos tras cada día
       
        

viernes, junio 28, 2024

Una pista morada

 Por fin me centro en la Olimpiada, la de Paris; no sé si llegaré a tiempo, pero el rato que me he concentrado ha sido de una intensidad que pocas veces, consigo mantener.

  Mi mujer, que estaba al lado, se ha dirigido a mí con una cierta aprensión. Sabe que cuando me entrego soy único, pero claro, ¡la inconsistencia, chico!, ¡la inconsistencia te mata!.

  Mira que, ¡a muerte! pero claro, me quedo mirando la pista de atletismo que van a utilizar en estos próximos juegos y me lloran los ojos. No porque sea chillón el color, o porque me imagine haciendo aquellos miles con los que disfrutaba y me creía, que nunca llegaría a hoy, y mis gemelos.

  ¡ Cuéntale!, ¡Cuéntale, José! como pesan. Parece las bolas que arrastran los fantasmas. ¡Qué te digo que no lo soy!, 

  ¡hablaba de esas bolas!. 

    El caso es que el color morado de la pista le ha emocionado. Me confirma, mi señora; parece como si yo volviera a repetir lo del casoplón en Galapagar. 

   Te lo voy a comprar, cariño, le digo; 

    No has comprendido cariño, mi importa un carajo. Quiero que me ofrezcas los que me has dado este tiempo. 

     Coger un velero y salir a la mar, al Atlántico, ni más ni menos.

      Abandonar las excusas de ¡Uy! hace demasiado viento.

        ¡Uy! eso no es lo que decía cuando vivía en Vallecas

        Te han ofrecido el  Océano; podrían haberse puesto detrás, para que los golpes de olas los pararan ellos.

        Las hostias, esas de las que se vanagloria "el burdo" que son las que hacen daño. Las pararon ellas, se las daban con violencia, con un odio visceral, porque mostraban lo criminales y adyectos que podían ser.

        Salir, guapo, eso es lo que tenías que hacer, porque lo demás son las mismas montañas de excusas por las que te vas perdiendo.  Uff!! es que si no no avanzamos. Como si eso fuera malo, como si ir al abismo climático fuera cuestión de una tirita.

        Quitar el nudo de la boya, mirar el catavientos, la marea y poner rumbo a los derechos de las mujeres, para que esos Isaacs, no sean, seamos una basura sin capacidad ni de respetar, ni de aprender de nuestras visiones, sino de las de ellas.

        Vaya pista, para hacer aquel 3000, grabado a fuego en nueve minutos justos luego haberla convertido en canal de slalom y haber aprendido a no masacrar más a Carles. Leer las fuerzas, las contracorrientes y lanzarte para que siendo un privilegiado, con cualquier tipo de piso, casa, chalet te hayas enfrentado a los grandes tenedores de bloques de pisos. A los fondos buitres o incluso a aquellos, que teniendo unos pocos, por lo que sea,  sangran a seres con problemas habitacionales. En esa pista morada encuentras a los que saben que primero la ciudadana y luego, sin ventaja, en las compensaciones, la sociedad y siempre, pendientes de los dopados y dopantes de un periodismo sin escrúpulos.

   ¡Qué raro! ver siempre en esos tacos de salida a los traidores que quieren muelles mediáticos para quitar de enmedio a esas Martina, Javier, Irene, Ione; si Xabier Fortes, esta última, ella en primera línea, aguantando vuestras embestidas de buenismo, de machismo condescendiente, baboso. De ascendencia marinera no saldrías a ese tu azul para conversar con ella; no temas ni te dejará volcado, aterido de vergüenza, porque pensaste que casi 600.000 ciudadanas, somos guiados, a modo cabestro, como tus certezas. Ella se pondrá en el palo mayor, te dirá que te pongas el arnés y así, sin darte cuenta te habrá regalado una lección y un poquito de decencia para volver a arriar el barco y poder navegar. Sigue al poeta, eso te habrá hecho más sabio.

    Monto la mayor, el foque, la orza y el timón, navegar, volcar, terminar en tierra con piedras, es duro, te deja exhausto pero lleno de conocimientos 

    

jueves, junio 27, 2024

Semillas locales

 No pudo ser. Miro el terreno una y otra vez y parece ser que allí se habían desaguado todas las atalayas de alrededor. Este año no se plantarían ni tomates, ni judías, ni cebollas, ni aquellas acelgas que podían ser tan tiernas como la voz de ella. 

   A cambio sembraría sus sueños y con el cuidado que no había tenido en los años anteriores, les regaría con las atenciones y con el atrevimiento. Descubría que el tiempo podía ser una caverna en la que sólo proyectarse con sus fantasmas como único personaje.

   Miro el juego de trivial que había ideado con aquel compañero silencioso, sólido como una cimiento milenario, lo descompuso sobre el suelo y armó con sus preguntas el esqueleto de una idea que, hasta ahora, en el proceso había perdido la musculatura al dejar pasar en un sueño de una enseñanza globalizada. 

   Niñas y niñas caminan por las orillas del río Henares. No quedarán aquellos tableros hechos por el alumnado donde se mostraba la biodiversidad que había a su alrededor. Las renovaremos, 25 años después, la tecnología tapara aquellos cartones con una diapositiva que tenía detrás una bombilla, el principio del conocimiento para el alumnado de aquel maestro en estado puro.

  No nos habíamos fijado pero aquellas pequeñas-os habían brotado del suelo, todo parecía silencioso;  un coro, una voz masculina hacía germinar aquellas vidas; una catedral y un castillo, nos trasladan a lo que era la vida vigilada de aquellas edad Media; se mueven, construyen sus ábsides, se asoman desde las torres, vagan, laboran bufonean para los señores. Alguien lee una historia, un cuento, quizás no lo escribió un Cervantes, tal vez fue un ignoto Piranio que tuvo que salir huyendo de un enjambre de abejas, que aquel señor había mimado y él había importunado. 

    Dolorido clamaba por su mala suerte de llevar aguijoneado un brazo, un torso y todo un carrillo, convertido en carromato. Vendía un ungüento a aquellos villanos, que no bellacos. Cogería su nave para ver a lo lejos aquel castillo de Jadraque; uff, ese día no subiría hasta allí, bien había sido manteado por haberlo ofrecido sin resultado alguno. 

     Seguiría el lánguido transcurso del río, bailarán cuando las aguas del Sorbe y otros afluentes se mezclen. Hubo un tañedor y su correspondiente soplagaitas que marcarán los ritmos y todos juntos, superaran un abismo de creación en un espacio, un tiempo y una intensidad que fluctúe como su entusiasmo. Pararán en Whad-al-Hayara, río de piedras, con mejor transcripción, necesaria. Allí, donde una Blanca, nos estará esperando para que participemos en su juego de tejer historias; ya, después de muchos años, tiene tejidas risas, sueños, miedos, migraciones, creaciones, todos hilos necesarios para entender besos y reconocimientos a las esencias. 

     Nada habrá sucedido en un encierro, serán los patios los que acojan un Quijote, el caballero Sancho Panza y una Angélica a la que recordemos para que su minuto sea, siempre, semillas en las que brotar respeto y apoyo mutúo

miércoles, junio 26, 2024

Medidas de mínimos

 Los elementos que encontramos en la sala permanecen estáticos; no quince segundos, o un minuto que es limite de la paciencia del espectador. Transcurre más tiempo, alguien se imagina que lo primero que se moverá será la ardilla; otra, parece empujar con su respiración entrecortada a un débil coche de cartón; ¡si pudiera acelerarla con su, ¡¡ahora!!, bufido. El foco juega con las miradas de los espectadores; los demás de reojo escrutan su estado de nerviosismo

    Un minuto más y ya se desafían manteniendo sus ojos entrelazados; otras, les trasladan un desprecio como quien hace caer un piano sobre la odiada cabeza del contrario. Existe uno, a quien observa un conocido, este le devuelve desprecio haciéndole transparente, fija la atención taladrando la nada.

    Conducimos por la noche, nos descalzamos, las aguas cubren nuestros tobillos arrullando nuestras incomodidades. Rompemos la pantalla, queremos descansar, ser observadores, aunque sea hasta la próxima curva. 

    Debemos volver la primera ola amenaza empapar a todos los presentes. Aceptaron mi aparición entre ellos, como un metáfora bíblica, nada real. 

    Es volver y se tapona lo que hubiera sido una escabechina. Cojo la tabla, había jurado que sería la última vez. Me provocaron, afirmando que de las olas de hoy, se obtendría, la madre de todas ellas.

   Todo se vuelve brumoso; los vaivenes zarandean la tabla, en esas circunstancias amenazan en convertirse en una enemiga. Me postro sobre su barriga, duelo de ellas; braceo con las hojas de mis manos; me adentro, eludiendo algunas bocas que buscan saciarse, siempre intenté en preaviso con las dentellas que me lanzaban algunas otras. 

    Miro a un lado, en la perpendicular aparece los espectadores; desde mi inestable posición les creo sobre los promontorios que han buscado, cuando fueron conscientes que eran mas que simples observadores.

     Me levanto, les elevo; llegó la ola, con su lenguaje abrupto, forma su pizarra donde me describe todos sus poderes. De las dunas, sólo escucho los violentos movimientos de brazos y cuerpos. Es suficiente, me centro en responder cada una de sus palabras escritas. Inmenso, entreno; pared, anclajes, refugio para encerrarme, donde sólo tomar un baño; muro, medida de mis sueños. Shane, rotura de pequeñas olas entre las que rehacer mis equilibrios. Velocidad, escucha del cuerpo que la vivió para ponerla una brida.

   Entro en el tubo, se recorren las vivencias, los errores, los aciertos. Amenaza de aplastamiento, honestidad de desembarazarte de luces a los agujeros de abismos.

   La espuma final, el entusiasmo que desciende, una pantalla quebrada, con amenaza de irreparable.

martes, junio 25, 2024

Un manifiesto y las orillas

 A una orilla pueden llegar olas cansadas, violentas, hambrientas, saciadas; en Melilla, menos mal que pocas veces, llegan así, repletas de cuerpos sin vida. Una sola de esas personas, tiene nombre, vida, ilusión, miedos, horrores, violencia. A esta última la escrutamos como si nos fuera ajena, como si nuestro actual momento no se hubiera construido con la explotación de las riquezas de los pobres; con el negocio de la esclavitud, eso si bendecido, en manos de nuestros poderes que luego, nos irrigan perdones a precio de aceptarles; calmamos nuestro sentido de culpa admitido.

      No, no es admisible nuestras aceptación de la violencia sobre los migrantes y los ingentes silencios ante quienes roban, esos ricos, hasta el punto de saciar sus ansias eternidad, siempre incumplida.

       El protagonista, siempre, para quienes mueren al entrar en nuestras cárceles de inhumanidad en la que nos encerramos. Y hoy

        el agradecimiento a las tres asociaciones firmantes que aparecen a continuación y que han consensuado un manifiesto para visibilizar aquellas violencias de hace dos años: 37 muertos, manamos otros 37.000 y dejamos empequeñecidos los ojos de una. Manifiesto con ellos la necesidad de no escondernos de los humanos que nos son tan próximos; pero les pegamos con muros y silencios de la aceptación del paso de un segundo que les desaparece

  1  Dos años y 1 día después de la Tragedia de Melilla      


Manifiesto de Amnistía Internacional Guadalajara, Centro Social La Trenza y Abriendo Fronteras Guadalajara por la Tragedia de Melilla

Hoy, 25 de junio de 2024, dos años y un día después, escribimos este manifiesto para recordar y honrar a las 37 personas que perdieron la vida y a las 76 que continúan desaparecidas en la tragedia de Melilla, ocurrida hace dos años en el puesto fronterizo del Barrio Chino en la ciudad autónoma, entre España y Marruecos.

Este día de dolor, duelo y reflexión nos impulsa a denunciar las injusticias y violaciones de derechos humanos que continúan ocurriendo en las fronteras, en las lejanas, pero también en las más cercanas.

Aquel fatídico día, cientos de personas, en su mayoría jóvenes que procedían de Sudán, huyendo de la guerra y la violencia de su país, con sueños y esperanzas para llegar a un territorio seguro, se enfrentaron a una respuesta brutal y desproporcionada por parte de los cuerpos policiales españoles y la gendarmería marroquí. Según la investigación del Defensor del Pueblo, el estado español devolvió de manera sumaria y sin garantías a más de 470 personas a Marruecos. Esta acción no solo violó principios fundamentales de derechos humanos, sino que también expuso a estas personas a peligros inminentes y graves.

Durante horas, cientos de personas heridas quedaron atrapadas en el puesto fronterizo, sin recibir una mínima asistencia sanitaria. Ni siquiera una equipo ambulatorio que estaba presente, no se le permitió intervenir. Es un episodio lamentable de la falta de los derechos humanos más básicos de este gobierno progresista, una mancha en nuestra conciencia colectiva y un claro recordatorio de la urgente necesidad de cambiar nuestras políticas migratorias.

Desde Amnistía Internacional Guadalajara, el Centro Social La Trenza y Abriendo Fronteras Guadalajara, condenamos enérgicamente estas violaciones de derechos humanos y exigimos:

Justicia y Reparación: Exigimos una investigación exhaustiva e imparcial sobre lo ocurrido en Melilla y que se depuren todas las responsabilidades. Las víctimas y sus familias merecen verdad, justicia y reparación por el sufrimiento y las pérdidas sufridas.

No Repetición: Implementar medidas efectivas que aseguren que tragedias como esta no se repitan. Esto incluye una revisión exhaustiva de las prácticas de devolución en frontera y la implementación de protocolos que prioricen la vida y la dignidad de las personas migrantes y refugiadas en las fronteras.

Asistencia Humanitaria: Que se garantice la asistencia humanitaria inmediata y sin restricciones a todas las personas, especialmente en situaciones de emergencia. Ninguna vida debe ser desechada ni ignorada.

 

 

Derechos Humanos: Instamos a que las políticas migratorias se diseñen y ejecuten con un enfoque centrado en los derechos humanos, respetando la dignidad y el derecho a la vida de todas las personas, sin discriminación ni excepciones, por lo que exigimos la derogación del recién firmado Pacto Europeo de Migración y Asilo.

Solidaridad y Acogida: Promover una cultura de acogida y solidaridad, reforzando el compromiso de nuestras comunidades e instituciones con la protección y el apoyo a las personas migrantes y refugiadas.

Nos vemos en la necesidad de recordar que las fronteras, tal como están concebidas hoy, solo sirven para matar a muchos y lucrar a unos pocos. Son espacios donde la violencia y la falta de derecho humanitario encuentran terreno fértil, y donde la vida humana a menudo es desechada. Desde estos tres colectivos, abogamos por un mundo donde las fronteras no sean muros de muerte, sino puentes de vida y esperanza.

En este segundo aniversario de la tragedia de Melilla, hacemos un llamado a la acción colectiva. No podemos permitir que estas muertes queden impunes ni que el sufrimiento de las personas sea olvidado. Es hora de levantar nuestras voces y luchar por un mundo más justo y humano, donde todas las personas, sin importar su origen, puedan vivir con dignidad y seguridad.

¡Por un mundo sin fronteras que maten, por un mundo de justicia y solidaridad!

lunes, junio 24, 2024

Tu tiempo aunque la noche llega

 Tomas los papeles, te inundan la oscuridad, para no encontrar las luces entre estrellas en las que te recreciste, siempre incompleto. Cada año, podrías haber hecho, sido, descubierto.

  Pintas en el espacio tu gimnasio, la comarca de Namur, dentro aquella aula de la naturaleza nacida de un ramal extinto de un canal que era un brazo del río La Meuse. 

   Ciclope vigila a su última presa, un tal Ulysses; en la cueva, la podríamos llamar Wepion rugen ovejas que ovacionan la novedad. 

    La naturaleza cercana a las aguas es una ferviente demostración de vida; surge una pájaro y una ardilla en danza alrededor, trazan ritmos de cadencia silbando melodías con las hojas que esconden la tristeza de un nogal que un año más ha perdido su fruto, ¡malditas heladas imperturbables a dejarle yermo!. Lo aceptan, es este clima, este tiempo. 

    La ardilla, aquí un salto, allí un giro, allí un equilibrio atemporal, sujetando la tormenta del viento y el abismo, cincela un cielo compartido. 

    El rígido Cíclope tiene contadas sus presas. Hubo un traductor que lo midió con la rigidez de la métrica de aquel momento; tañeron los siglos pero guardaron la belleza los versos. Un coro fluye por nuestros animales. Un ciruelo despega, aquel granado les acoge entre sus ramas y les estampa sus besos apasionados. 

     Un silencio apaga la escena. El viento entra en un clamor, nos trae viejos amigos enlazan antiguos pasos; se unen las balidos de aquel rebaño con el Crudo relator de sus odiseas. 

     Todos trazan una plan; embriagan de actos en caos, bufonescas agitaciones de exaltación del ego de ese ser ya de por si engreído. Este, ciego, ocupa todo el espacio pero nadie parece percibirlo. La fuerza del grupo crea estadios, comuniones, realza a cada uno de los seres. 

      Eso sí, siempre acecha la mano de ese pérfido Cíclope, que con sus manotazos de odio, amenaza destruir "la vida de los otros" que pudo suceder en aquella Alemania Oriental, o puede suceder en cualquier espacio, por parte de los censores de nuestros días.

       Sientes un abrazo, hubo un texto, un poeta, una traducción, pero cayó en mis zozobras; a sus manos, las siento como el pellizco de vida en los que les dibujamos, sólo para interpretarlos. Nacimos con tantas imperfecciones

domingo, junio 23, 2024

Fran, Sussie y no te quieres enterar

 Pues va François, si ese, el amigo Hollande, el liquidador del partido socialista francés y se pega un "Susana": ¡bonito! Melenchon, tu problema no soy yo, tu problema eres tú, Jean Luc" añade soberbio, el empequeñecido.

   El problema es que el primero anda vagando, ¡Cuánto utilizo esta palabra! en la nada, cómodo porque a los enterradores se les recompensa, ¡holi, yoli!. Se le ha concedido un respeto, pero Jean Luc desde hace varias elecciones está por encima de ese socialismo de puestos y ¡cuidado conmigo que tengo al amigo cachas a mi lado!.

   Pedro, se benefició dentro de su partido de una corriente que ya no quería más tutelas y tu tío te coloca, no te preocupes, que significa aquella Susi "González", que hubiera acribillado su propio partido y nos hubiera metido en una cenagal del que no se hubiera salido de una forma sana, los demás; ellos a hormiguear por las nubes.

   Aquí, ese señor del que usted me habla, Pedrín, el valiente se ha mimetizado con la aceptación y busca quebrar cualquier oposición por la izquierda; desde el principio, ¡uuuufffffff, que sudores, qué insomnios aceptar a los ciudadanos por encima de los poderes que te daban un pescado podrido, jajajajaja, llamado también, ¡cómo podría haberlo averiguado usted! Ciudadanos.

    No Franki, existen los que se han echado en manos de la impudicia, de los filibusteros, ahora mediáticos, de quienes se asustan del débil y no de los desparrames y robos de los poderosos. Luego están los establecidos, señores de orden y muy señor, ante el que arrodilla a sus servidores; ellos, sólo lo performan.

     Ya no vale ese socialismo fullero, que promete, pero se somete. A estos se les tiene que dar respuestas válidas, valientes, sin esperar no ofender a quien quiere todo. Lo que se dice que ante lo real y la copia, la gente prefiere al partido popular, de palabrería y sacristía, para sus alevosías, en robos y otras mangagucias. 

      Jean Luc, ahí andas, aquí soportamos que nos apelliden bots.

       En el nombre del bot, somos los trolls, somos los trolls

        y aquí hemos venido, a desintoxicarnos para trazar

         rutas, por mucho que nos ponga de fruta para arriba

sábado, junio 22, 2024

Unas notas desenlazadas

 Seguir estructuras, volcada la mente en la sumisión, el señor mantra, Mariscal, servidor de traidores, encierra los actos rebeldes en su mente perrera. Espera el hueso y nosotros sus insultos; ¡ah y las órdenes!. 

  Dice Chomski, chico que lio con la lingüística, cuando la letras se encontraban vagando por lugares de los cuales aún no ha vuelto, que si ese señor habla, escribe y vomita libertad desde las burdas teles, quizás es que saben que va a mover .....el bolí cuando cagarruté de acuerdo a la presencia de sus señores.

   Mientras ¡qué leches! otra vez, nueva fiesta con lo público. Dice Gerardo Tece, ¡qué no te leo! ¡me pierdo!, que nos traen un presidente votado bufón por el pueblo, puesto por los reyes del dinero inhumano, ¡moriréis también! y sin cielo y, si creéis, sin palco de honor; a ese ser bufo le trae el dinero público, que le paga a los patochados que le impiden chapas y el dinero público que obtienen los liberales con empresas, siempre bien colocadas por las corrupciones que fueron haciendo, aquí, en ese partido, primogénito de una dictadura. 

   Ahí les tenemos, por orden; primero, a los insultadores, necios y tramperos para darnos las cartas de los que es una unidad; marcados los naipes entre proyectos faraónicos y eternos juegos de los coliseum romanos, que aún no acabaron pero se transvistieron en estadios.

    Luego,  están los inacabables bravucones, fanfarrones a los que les inflaron de dinero y, sabiéndose inmunes, primero porque el dinero lo reciben a espuertas; después, lo digo, lo escribo ¿si?, ¿no? siiiiiu porque esas fuerzas de seguridad del Estado, pero que no es ciudadana, sirven, ¡hostias! ¡entendés! sirven a los poderes que se hospedaron hace siglos y parasitan su funcionamiento. No les traen aviones privados. no sobrevuelan por carreteras. Las ondas les hicieron grandes ante quienes no terminan de comprender nuestras dependencias. A que si Marichal, insultador, monstruo ¡qué eres un campeón!

     Enfrente, siempre, las nuevas Bertas Cáceres, ella, la primigenia, siempre en nuestra memoria ¡no nos las asesinéis! se rebelan contra la colonización de las Honduras del mundo. Las incrustadas en la naturaleza viva, siempre nacientes aunque nos hayamos propuesto llenarlas de sal, hasta que ya les sea imposible renacer. Existen las otras Bertas, las que luchan en las ciudades, en los lugares turísticos contra esos cafres que incendian o el bosque de una isla, ahora ya no paradisiaca o llenan un Malasaña de pisos turísticos, porque tenedores de pisos, han encontrado un nuevo mana, cuando esas alcaldesas que critican al político que toma una opción vital legítima con su pareja e hijos, calla ante el acoso recibido por esta familia y expulsa a los concejales que se atrevieron a enfrentarse a las hordas de ricos, arriba descritos.

    ¡Ay Carmena!, volver a ver tu pureza de casta y tu idas a los palcos de los guays que convierten la ciudad en un nido de especulación, eso sí, es incoherencia. Enfrentarse con quienes nos someten, sin preocuparnos de nuestras decisiones habitacionales.  ¡Cuánto daño las apariencias! ¡cuántas traiciones a quien te fueron fieles conejales y rebajaron la deuda, y cuantas sumisiones y dependencias de la ciudad a los tenedores de ella!. ¡ay, Carmena!, carmenas de los detalles aceptados por los que mandan, que te conceden la tranquilidad y la visibilidad, mientras llenan de insultos y amenazas de sicarios a quienes descubren sus bajezas y sus faraónicos dispendios, siempre de lo público. 

      Apologetas bestias de individualismos

      rimas ácratas, a vuestras duras jetas

      haceros criminales, taimadas tretas

      jajaja, frutos de justicias de ismos

     lo social os dan vuestra apariencia

     velaros Harry's circumcision sea ciencia

     

viernes, junio 21, 2024

Cartas para la ruta

Un día se presentan delante de un tribunal; pareciera que ahora que el mundo se hunden, nos iríamos desapareciendo. 

 Una nueva generación de maestras se presentan hoy a las oposiciones; enfrente encontrarán nuevas generaciones de niños que ya no tienen como referente la calle para jugar. Ellas mismas, la mayoría, ya nacieron incrustadas en las nuevas tecnologías. 

  Un viejo maestro se aleja, pasaron 35 años; se empeñan las sombras y las carencias en dibujar un pasado, para apagar la luz del horizonte.

   Una coreografía quedó tirada por los suelos; alumnos saliendo destrozados de un eterno baile, apenas atinan a coordinar unos sencillos pasos; pudiera pensar el observador que fueron cientos de horas las que han estado en escena; se miran, quizás, se desafían para ver el grado de cansancio de los demás. Necesitan ese premio para su propio proyecto vital, enfrente alguno lo luchará con unas uñas ensangrentadas que van arañando la pista de baile cuando ya está su boca lamiendo un suelo ennegrecido por las suelas desechas por los infiernos de los que lucha salir.

    Todo un curso, una nueva oportunidad; saldrá a contarles el origen del baile, aquellos pasos de aeróbic, puede que los de un mambo y evitando ese famoso merengue, taradeado por algunos cantantes con pito y cadencias sinuosas de homofobias y sometimiento, para ello buscará, unos más comprometidos con las personas. 

     My dying voice imagine new coordinations, new perspective; vago por mi memoria para encontrar unas barandillas que me aguanten la caída; no muy lejos, espera el campo, pero se aferra la ilusión quebrada por los últimos sueños desechos entre las aguas de los océanos de la indiferencia. Cuando cada tecla se convierte en elevar una tremenda carga para la nada, siempre aparece Dylan; recoge mi desesperanza en cada grano de arena que se levanta de la playa para construir castillos, puede que en el aire; se agitan las hojas paradisíacas para vestir tejiendo un nuevo proyecto, que venzan los brotes carcomidas de la ociosidad. 

       Motas de saltos, giros, equilibrios, ritmos, expandidos en una amanecer que quizás no llegué, pero ofrecidos para que ellas sepan buscar las sendas en las que aquellos pasos dados, entre viendo las destrucción, puedan ser salvados, no como un vagar arrastrándose por la pesada ancla que la indiferencia atornilla a la repetición de no ser uno mismo.

       Bailo extasiado en el vaivén de las gotas que muestran cartas de un próximo escenario, que habrá recorrido rutas entre actos, unas veces, inseguros; otros, inocentes; siempre, que sean propios para que tengan la sangre expelida desde la ilusión propia.

      Sentados en una inmensa playa, solitario; Carnota, olas salvajes de un Océano en el que constuirnos o desaparecer

jueves, junio 20, 2024

Donald, persona

 Nunca lo superé, Donald; podías ser un astronauta, un científico, un profesor amado. Buscaré por todo el cine que no he visto en estos años, pero no, no te pude perdonar.

  Lo que es la vida, aquel ser pura llamada a copular con la tierra amada, hizo otros personajes, comerciales, se convirtió en la vida, en parte de lo que en aquella película eras tú; ser perverso para las vidas meritadas para un fin de servidumbres. 

   Era tan impresionante tu conversión en "la Maldad", que sólo la he podido ver convertida en realidad e incluso superarla en aquel carcamal del odio, que sigue supurándolo, el Aznar apologeta. La violencia de este, porque aprendieron y porque tiene ejércitos de almudenas necesitadas de casito, que la ejercen con subjetivas órdenes, nos impresiona menos, porque tu personaje ejecutaba seres en una especie de depravados placeres en los que emergía, tras mimetizarse en el día a día en una falsa fraternidad, en la cual él debía ser adorado.

   Donald Sutherland, transformado en una Attila, dos t como martillos para un aquelarre guiado por los Duces que los manejan a discreción; sabiendo ahora de su sanguinario instinto ejecutor, en otro momento, ya atemorizados los Jaimes, llevándolos dóciles con bozales en los que se dejan su dignidad, una vez que ya se dejaron su raciocinio.

   Por ser tan auténtico en tu personaje de Novecento de Bernardo Bertolucci, a ti, actor Donald Sutherland, te llevo en el pensamiento, mientras hoy contemplo a tu performance entre los mercurios de los avernos, otorgándose medallas entre ellos, las llaman de honor; no, cariños, de sanguinaria indiferencia a la vida, por su fidelidad a sus millonarios amos. 

    Odiar el personaje, lo conseguiste con tu actuación, de mi. 

    Ver tu imagen defendiendo las causas de los desfavorecidos, amar la persona 

miércoles, junio 19, 2024

La escombrera y el desalmado

 Iba a escribir una perorata de padre y muy señor mío.

 ¡Claro, bajo supervisión!, no tengo otra opción

 en el sueño, todo se va acomodando y el velo, no lo romperá

el despertar quiebra el orden, pantallas para mi caos

   Admirados guerreros con inefables batallas contra dioses de hoy

 me señalan y me enmarcan "tu eres un bot",  entiendo abrumado

    "un dios", me elevo, me sobro y escribo las tablas de la ley

  - No, majo, eres un "bot" y es más de Iglesias, me confirmo

          Será una religión

   Me explican: no cariño, un bot es como un don nadie con correa de un amo

   Se me ocurre, el consejo general del poder general sin respetar la democracia

          llevados por el amo que elegimos en un momento, por votación

            Hala bruto, que ocurrencia, ponerles de ejemplo, 

                     como si no hubiera otro, ¡eh! remedo de El Cid, inexistente

   Descubrimos caídos sobre el albero mi cuerpo. Se había expuesto un cielo en una

          Antonio, Javi, tuo quoque filii mi, 

     ¡Qué mal hicimos contra vosotros!

        Aunque si nací, ya entiendo, el delito más grande que cometí, es haber nacido

         Gallego, Crudo, ¿Cómo se busca la unidad, si a tu programa llevas una analista de Ferreras

 y no me llevas, por ejemplar, en todos los sentidos, incluso el animal, a mí, apunto de ser un 

 jubileta que se enamoro del 15M

            Se desengaño, se encerró

            Y va saliendo para, por ahora, contemplar un Canal en Red que construimos un Si se puede

        como desde el principio hemos celebrado y mantenido la guillotina.

            Seré un bot, no tengo ni puñetera idea, como diría aquel egregio concejal de mi ciudad, pero no dejaré que lo burdo, me pegué una hostia que me duela. Seremos fruto de muchos fallos, pero no de traiciones.

           El pasado Julio, renunciar a ser, para parar el fascismo, no iba asociado a desaparecer y eso, tú y muchos de vosotros, tenéis conocimientos para comprenderlo

               Desde mi escombrera, un desalmado de tomo y lomo, con las músicas y celebrando el 

         No Surrender y mi saxofón para no retirarnos

martes, junio 18, 2024

Shane, George y un tal PJ

Ya sale aquel, de sus propias ropas, de su propia arquitectura donde se había encerrado. Es valiente, la persona que coge el sillón desde donde escribe, rompe una pata, raja la tela sudada entre cientos de miles de segundos que aspiraba a un descanso o a pergeñar un plan para el siguiente curso, que se va deshaciendo entre la realidad de unas mentes que traman desde otras sintonías.

  Kapucinski vivió entre los habitantes de algun país africano, era ya miembro de un mundo global. Orwell, en 1937, viniendo de haber vivido en una parte de un imperio británico, Birmania, se adentró en el laberinto destructivo al que han sometido a los desposeídos del mundo. 

  Ver cumplirse el refrán que te decía tu padre, érase un sabio que iba recogiendo los despojos que otros habían tirado y que al mirar atrás descubría a otro recogiendo lo que a él no le había servido. Ver a esos seres en negro, recibiendo los polvos del carbón que les tiznaban hasta mimetizarles con su futuro. Manoteaban al aire por si en alguna partícula pudiera encontrar una brizna que alimentará los siguientes segundos que parecían una concesión momentánea para un horizonte al encierro a la cueva llamada Miseria

   En aquellos años, no muchos más lejos, en la Irlanda azotada por la hambruna, seres se entregaban a la lascivia, incluso de familiares, para poder sacar adelante a sus hijos, volcados sobre una tinaja de la nada. 

   Alcohol en uno y otro mundo, porque la realidad se hacía tan insoportable que la anestesia era eliminarse uno mismo. 

   En la ciudad, capital cercana, Dublin, quienes sobrevivían, aquellos que gozaban del privilegio de poder compartir conocimientos y descubrimientos, salían un 16 de junio para trazar una Odisea, donde eran Leopoldo, Dédalus y quizás un PJ atemporal, nos enardecía para encontrar la nave donde emprender la salida a las islas de realidades en las que los días nos amenazan con destrozar nuestro timón para vivir sin rumbo

lunes, junio 17, 2024

Jake, 15 metros y un abrazo

 Sobre la cabeza el sombrero del pueblo; de modo atemporal, tocaba celebrar el tiempo que viví con personas que te anclan al ser humano.

   Los 15 metros, imposibles de atravesar que te hubiera permitido bailar un twits con aquellos que se van como se escapa quienes nos hicieron amarles y darles un beso, para que se rebelará y dijera "mira este", con la sonrisa cómplice del marido con el que me cosí estos veranos con los hilos de las cartas, que se nos esconden.

    Jake encumbra el saxofón para indicarme el K2, casi eterno, que supondrá escalar hasta su cima. Imponente como Clarence, cuando descansa, eleva el instrumento como una plegaria para que hoy nos acordemos de ella y pase a estar con quienes nos hacen amar aquellos tiempos compartidos.

    Las inconmensurables notas nos acarician, cuando el océano de la nostalgia se acrecienta y nos hace querer retener su cariño, vivo, carne, aunque fuera un segundo más. Tan imposible, tan navegar junto a ellas.

domingo, junio 16, 2024

Republica

 Ir terminando The road to Wigan Pier de George Orwell, es saber que sería un libro al que deberías volver cada poco tiempo.

  En estas últimas páginas, muchas veces te vuelves hacía un lado, hacía otro; te da por mirar entre las hojas, te vas a la primera y la preguntas, oye ¿habéis introducido páginas nuevas por la IA? Esa es la sensación que se tiene, sus razonamientos, los cuestionamientos de George sobre un no real socialismo de gente acomodada parece estar señalando al lector. 

   La primera parte del libro y luego alguna explicación es como si Orwell, como después Kapucinski fueran seguidores de uno de los primeros periodistas griegos, Heródoto.

   Meterse en una de las principales cuencas mineras de la Inglaterra que respiraba motas de carbón como parte del oxígeno que les daba vida es viajar con el escritor a la bajada a los infiernos que habitaban la clase obrera y que en algunos momentos, nos cuenta como era la antesala a la vida de algunas familias que aún vivían de los despojos y polvos que dejaba esa clase. El libro que describía el exterminio de un tercio del pueblo camboyano era desollar la piel que te pones cuando lees, hacerlo en francés, porque no está en mis entrañas, lo atemperó. Pasado los años, "las cenizas de Angela", clavaba cada segundo de lecturas a cruces, a la que siempre se acercaba alguien, para meter más vinagre en la herida que se te había abierto en la lectura entre las tablas rotas y raídas donde se apoyaba la desazón de la madre. 

   Llegar a Wigan, con el autor de 1984, es empezar a desvestirse, por parte de él, de su vida cómoda, como pertenecían muchos de los que habían nacido en alguna de las colonias inglesas que generaron, la gran literatura de glamour. Ver las uñas negras perennes de los mineros que cuando no tenían trabajo aspiraban el polvo que se desprendía, por si en ese bocanada se podía extraer unos nuevos últimos aires de instantes de vida y en las páginas siguientes, verlos cerca de las vías que provocaba un humo que cegaba los alvéolos de los pulmones para que estos fueran muriendo poco a poco, como un siglo después, en España, lo provocó una sátira de la libertad, es clavarte hojas de espadas envenenadas en la lectura en voz alta que realizas como para exorcizar el dolor que se hunde en las entrañas. Páginas con dirección al averno, al que en la segunda parte del libro, el autor nos dice que en nuestra vida real no seremos capaces de acercarnos más que por las letras a las que daremos de lado y apartaremos para ver el próximo partido de fútbol de multimillonarios, que relaje nuestra burguesa angustia de empezar un verano, volviendo a percibir la falta de respeto hacía el tiempo de sueño. 

   ¡Qué es eso, comparado con las aguas abismales de visitar un cuarto enano, donde dormían más de seis respiraciones inspirando entre ahogos la negritud a la oscura noche que les daba una tregua en sus odiseas por los cíclopes de las parcas rutinas sobre las que se asentaban los palacios de Buckingham y ahora nuestros palacios a los que acertamos porque nuestras comodidades se han asentado sobre la aceptación del nuestros actos, bajo la mirada condescendientes de las clases dominantes.

   Esperando la lectura de las últimas veinte páginas, escuchamos la conversación superficial de los actos cotidianos que llevaban a cabo Juan José Millás y Javier del Pino, divagar, sobre si la maravilla de estar cada día, pero si, obviando que nuestras quejas por el advenimiento de las brutalidades expelidas por seres animalizados, pueden tener orígenes propios, la mayoría de las veces bendecidas y propiciadas por quienes contemplan desde los cielos de su poder las grandes élites que nos ponen Monarquías y dioses, con sus guardianes para que nos quedemos encerrados en la canalizada meritocracia que nos fue concedida para lleguemos al final de nuestro nominalizado laberinto.

    Es una hora de radio que obvia el deseo de Republica, ondas hertzianas, impuestas por quienes nos hacen desfilar ante sus marciales marcos por donde contemplamos extasiados sus horizontes dibujados.

     República salir de la plácida piscina en la que nos ahogamos para ser embestidos por las olas y marejadas en las que volvemos a sentir crecernos desde nuestro desamparo.

sábado, junio 15, 2024

Un puesto

 Hubo una época en la que me buscaba obtener un buen puesto por las carreras a las que acudía. El orgullo escondido, ya lejano, de aquellas primeras temporadas.

  Ayer volví a preocuparme por un puesto, el de los libros de nuestro "Rincón Lento". Llegué a la meta que era estar por sus alrededores, durante 2h y 15', la siesta era necesaria; la tecnología me ha tomado y los libros se van quedando aparcados. Tengo tareas que hacer y la primera es intentar volver a comprender mi relación con un Datafono; ninguna, por lo que me escribe, solo SUMUP, pero pienso que no es ella, con la que nos sudemos en nuestro encuentro lleno de escarceos y arrumacos

   Luego está el tema del plumero. A ver, me dicen te tienes que agachar para cogerlo. Unos cuantos músculos, indescriptibles, andan buscándome las cosquillas. El fisio me dice un poco más y a la cama, unos días. Lo que puedo me agacho, y aparece mi plumero, raro, no lo puedo negar, una zanahoria con sus correspondientes zonas verdes. 

     ¡Por favor!, ¡Por favorrrrr! que creatividad esta gente del Rincón Lento, no me lo puedo creer, ¡UNA ZANAHORIA DE PLUMERO!.

     Es primera hora, nadie acude. Yo, sigo mirando mis libros; hoy, quiero comprar todos como cuando paseo por mi Barcelona, porque son los itinerarios en los que me encuentro con mis ansias de conocer. 

     Los de hoy me hablan de la niña que volaría, del genocidio de Ruanda, del reportero en las trincheras de la primera guerra mundial; de lo indio que puedo llegar a ser cuando llego a un sitio extraño. De los encuentros familiares, donde unos se fueron y otros se quedaron y las trincheras en las que el tiempo les hizo meterse para que no hubiera encuentros, sólo resquemores y reproches.

       Miro libros y al rato voy a por mi zanahoria, la agito con cuidado sobre los libros, debo reconocer que tengo mis dudas porque tantos agujeros en la zonas verdes, no va a limpiar con la consistencia de 

        chachachan, el plumero, plumero que si que estaba ahí debajo

          Miro otro libro, y mi boca quiere morder esa zanahoria, si es de plástico, pero en el Camino a Wigan, George Orwell se descubrió con su conciencia social y existe esa diferencia, clara, pero hubo un tiempo en el que cogía una zanahoria, ya le habían quitado su ramillete superior. 

         Me quedaba mirando, fijo, masticaba, con quietud, con insistencia y asomando de debajo del mostrador les decía

                    ¡Que hay de nuevos, viejos!

               En pocas frases, en el libro de Edouard descubres a los "maillots jaunes", lo que ha ido haciéndolos. La tarea que tenemos para que quienes vengan a los puestos no sean macarras gritones, que no saben lo que nos cuentan los libros; sólo son los enviados ciegos y sordos que embisten en nombre de ¡que leches van a saber ellos que son los agujeros del poder que les envían sus venenos, con pócimas de odio.

viernes, junio 14, 2024

Vagando

 Mientras otras se ponían retos, había personajes que se vagaban, en el sentido más amplio de la palabra. Se vagaban porque se iban mimetizando en el paisaje que habían dibujado sus compañeras. Estas iban de aquí para allá y ahora se proponían subir al Everest, que era el libro de esa editorial que se ponía al final de una escalera que termina en la luna y mira por donde, hoy, en el personaje de Eduard Louis al que ha ido construyéndonos entre desgarros y caricias.

  Lo que tiene esa escalera y los retos es que te van llevando por señales o por balizas. Nuestras héroes, sin embargo, vagan; y eso, uff te abre todos los puntos del horizonte, vamos una Rosa de los Vientos en la que un espectador ajeno se adormece. 

  De vagar no sabemos si tenemos un horizonte. El caso es que cuando se va diluyendo el paisaje de las personas que han tenido que realizar los cuatro retos; en ese momento se quedan ellas, que eran ajenas a la trama y por lo tanto, no tenían las llaves para salir. Si antes caminaban, vagaban, seamos justos, muy tranquilas, ahora toman conciencia de ser el objeto de atención de nosotros, espectadores, pero también de ellos mismos, y bueno, de los primeros pueden pasar, pero cuando empiezan a mostrar lo que son ellas, la cosa se empieza a poner chunga. Mira, mira me estoy fijando que el hombro derecho lo tengo rígido,  muevo el brazo como un mazacote. Los pasos son arrítmicos, largos, cortos, demasiado cortos; por favor que parezco Chiquito de la Calzada; no puedo, no pueddooorrrr!!!, ¡madre mía! voy a salir de este bucle. Daré pasos largos, largos, largosss; vale, vale demasiado largos; no puedo ir tan marcial, me terminan llevando a desfilar como los soldados del Ejército norcoreano. 

   No me encuentro, si me están mirando, me están mirando (se dice para si mismo, varias veces), debo hacer algo, lo que domino. Voy a exhibir mi capacidad para hacer giros, saltos, y quedarme en equilibrio, pero lo voy a hacer con diferentes intensidades. Las mismas intensidades con las que me voy a enfrentar a esos espectadores que tanto me están haciendo sufrir. 

      ¡Uffff! me estoy dando cuenta que me he puesto retos.

        Mis compañeras ya se han escapado. Cumplieron los suyos y me imagino que se hallarán envueltas en otras. 

         Ahora me tocan las mías. Corro, salto, caigo giro, miro a la espectadora despistada y con contundencia la invito a descubrir aquella escalera por donde salir al balcón donde, ¡aaaaaaaayyyyyyyy1 casi me caigo cuando descubro que mi casa la he construido sobre un abismo.

         Me agarro, me vuelvo, mira para atrás, a las espectadoras y a cámara lenta las voy diciendo que voy a tomar carrerilla porque me he fijado que al final del balcón han dibujado un escenario que es un abismo, lo debo romper, no encastillarme en lo que me trazan los demás. 

          Corro con violencia, salto con la pierna por delante, SOY EL PEQUEÑO SALTAMONNTEES, rompo mi propia cárcel y me doy cuenta que también he sido capaz de levantar un reto que me había caído como un piano, al gato "malo"  de nuestros dibujos animados.


jueves, junio 13, 2024

Sueltos versos, relax

 De repente, tras acordarme de Willy Veleta que Oskar, Gabriel le tengan siempre rodeado de cordialidad entre nosotros, he podido hablar con una compañera que ya no está entre resoplidos, risas y alguno intento de falta de respeto; una vida diferente, vamos. No por eso mejor. Luego ya en la soledad, pero sin ella, Sole, más maja que las pesetas, me he acordado de aquel insigne mandatario, por decir algo. Estos andan dando vueltas resoplidos y alguna que otra embestida. Este en concreto sermoneó en tiemplo pretéritos y no tan lejos en el tiempo, masculló. atrapado en soberbias. 

   Ella me lo decía, es que antes estaban ellos, y, por lo que sea, nos les votaban. Fíjate con partida de domino de tod¿o. 

     En eso se llenaron las plazas. Este bocazas no estaban en las plazas, consciente de su superioridad, de estar, cuando debían pasar lista. No estaba, si lo proclama en alto, rodeado de discípulos, el otro, no le escucha, ..otro sermón piensa. 

       Era la destrucción, proclamarse dios y no ser querido. No me mires, sólo te observo entre bambalinas, exposiciones y destruirte entre pompas y tarjetas. No, lo hice yo, por ahí merodeaban tus cuadros. Cuadras de pocilgas nos observan; invitan siempre a ellas, no, no fui yo, el que te dio el primer mordisco. Rodeado de tus discípulos y apartado de las instituciones, todo aquello fue un error.

     Después de la rabia de no ser reconocido y el alivio de haberte dado un espacio: resulta que vuestro cuadro alberga tanta rabia que había en vos por consideraros dioses y ser unos outsiders recogidos, que a la primera insinuación os fuiste en brazos de la chupi guay. Es bíblico, no te ofendas, lo cuenta en el libro de la maravillas que dice Nieves Congostrina. Se habían sentido tan humillados, Cain que ahora era la suya, Abel denostado por tantos y tantas iluminados ahora estaba débil; os dieron el garrote del glamour y la gloria, titulo para un desenlace de pena. 

        Cuadros, mandos, siglos que contemplan y participar en una cacería, porque te han puesto en un buen puesto. No comprendes que quien te lo ha dado es para que le des todo lo que tu me das, pero el peque, termina la canción con su propio final, me lo meto yo al bolsillo. 

         Tanta rabia descontrolada por lo que creías un desprecio y te van dejando abandonado en bolsas cuidadas con esmero. 

           No, no te vuelvas, Demóstenes lanza tus certeras insuficiencias: mira que te podría admirar y ahí estás, petulante, nombrado a dedo y echado; gracias por los servicios prestados y hala, hala tus vacuas palabras de una tarde de Agosto, derretidas, sin ser torridas.

miércoles, junio 12, 2024

Willy, entre tumbas

 A Willy Veleta le tenía en mi altar de lloros, como a José Martí Gómez. Fue verlos y empezar a llorar porque a esta sociedad la están cubriendo de basura y ellos con sus preguntas cogen las palas y las apartando para ver si, mientras reaccionamos, podemos respirar un poco y no terminamos de ahogarnos.

  Fue cuando andaba por CTXT y vino a Guadalajara para seguir los pasos que daba la Asociación por la Memoria Histórica. Él, cuando van sacando los huesos, ve a las personas a las que asesinaron. Creo que ve a los maestros, mis colegas que sólo querían que su alumnado viera el mar y contemplará una flor. 

   Ayer, entendí que algo pasaba con Willy; uff, aparte de plantas, tenemos que rellenar cientos de papeles. Lo fui dejando pasar, lo de leerlo, para que me enterrará en obligaciones y decir ¡ahí te las apañes tú!. 

   Esta mañana, mira que tengo ninguna excusa, esa es la verdad, ninguna.

     A Willy le necesito, me saca de la tumba en la que me voy poniendo una pesada lápida yo mismo. Me hace persona y no puede ir todo el día con la pala. ¡Se Ascaso!, ¡Bakunin! hazte para hacer comunidad, con la que caminar juntos.

      Su texto, me acerca aún más a lo que pensaba de él. Pluma para rasgar convencionalismos. Lo demás, sonrisillas a las que él desnudaba y por eso las quitaba las caretas. 

        Willy, ¡es que hacer eso es muy duro, para los faranduleros!

           ¡Ahh! se me olvidaba un abraciño 

martes, junio 11, 2024

Calidades y tozudeces

 Fiestona, mujer de armas tomar, pero por el dicho, no porque haya venido de Estados Unidos y sacándose el chichi diga aquí, mi potingue y se enzarce a esparcer  luces y sombras, con un arsenal que le daría envidia a alguna de las protagonistas de Suburbia.

  Ella lo es porque, como Gabriel Rufián dice las cosas para que las entienda hasta un "payaso", "¡que eres payaso!" decía aquel que mal quería incluso a la sombra que escribe; no sabiendo que ese había sido su sueño, durante siglos de décimas de segundo. 

  Nuestra anfitriona cogió por la pechera al presidente de nuestra comunidad y parte de ella la metió en el ascensor  y la otra quedó para que lo vieran las vecinas. Le dijo, he apretado al décimo, he acelerado el motor y como no te decidas, le pongo en marcha y tu vas con el módulo, con puerta y todo.

   Él, muy sobrado, muy soberbio creyó que a Fiestona aún la podía calentar como había hecho con Juana, la locuela, que vivía en la entreplanta y la había dado sus argumentos de entrepierna, valga la ordinariez. Se había confundido, estaba ella, para dar y tomar placer, pero no para servir de icono a ninguna mano, ni cerebro autoestimulado. 

    Mira nene, así le soltó de primeras, lo cual le bajo su soberbia como a Pepe, le levantó su mente abducida un Mourinho violento que buscaba ejecutantes a la impotencia de poder parar la excelencia. Siguió y le desnudo, incluso de su engreimiento, mira si no te atreves con Consejo General del Poder Jodío nos vas a meter en problemas antes o después. El edificio se viene abajo y aquí, aquellos antiguos vecinos, con años de solera, pero sobre todo de vida; en su senectud nos están llevando a aquellos cimientos que fueron carcomidos por bichos y removidos por obras que nunca se hubieran debido realizar. Siguió nuestra heroína, incluso mostrándole el tirón que pegaría una maquinaria ciega a su burlada beldad. 

     Cayó al suelo, de culo, como se escribiría en este texto un poco deslenguado y cuando se quiso sintió que se arrastraba lamiendo el suelo. Iba a hablar, confiando en su palabrería pero todo le sabía a una paja renegrida de esa que pulula por la cuadra después de miles de pisadas. 

  Había comprendió que si antes nosotros, no se quitaba esa "langue de bois" y en sus actos metía la sinceridad; la comunidad no iba a ceder en su petición de responsabilidades. 

   Una de las vecinas, le contó como había vivido los últimos años, en una comunidad donde él casero se enriquecía de forma impúdica con el estilo de vida Airbnb. No había podido macharse de aquel bloque porque su única posibilidad de trabajo andaba en aquella zona y su vida se había esclavizado con los multiples timbrazos que lanzaban a cualquier hora aquellos usuarios que construían la libertad entre los sonidos y las cadenas de sus actos desorientados y desarreglados.

     Apareció un paje, no cualquiera sino el dicharachero y bocachancla al que todos rechazamos y evitamos que nos tome y empezó sus verborreícos speeches, casino y empalagoso. Ese que ha aprendido entre sus patrocinadores y señores. Fiestona, a este, le mandó otra vez, con los reyes magos, más en concreto junto con el caganet. 

     Nuestra atribulada vecina, antes, le metió un calcetín en la boca y entre las dos, le dijeron: "actúa figurón, la vivienda es un derecho constitucional, quítate la pesada bota de los que engañaron antes; a aquellos, existe una generación que les enterró a "cal y canto", aunque saquen sus espíritus para que vaguen y suelten soplapolleces, lo siento, habíamos avisado de este lenguaje rudo, cada poco tiempo.

       Un ultimo amago de agarrarse a su "yoli" servicial y traidora, le metió un huevo en la boca, junto con lo anterior, le convenció que la comunidad no estaba para bromas ni para dilaciones.

       Aquí están, recordándole que por muchas calidades, la realidad es muy tozuda; el tiempo muy escaso y soltar a las bestias, tiene la dificultad de "a ver quien les vuelve a la convivencia"

lunes, junio 10, 2024

Por Marte

 Dicen que pudiera proceder de aquel dios griego; pero los años hicieron que fuera una versión ligera, light pone ahora en los envoltorios. 

  Otros dicen, chico parece que aterrizas ahora, de Marte; lo dicen por dañar, que la lengua es muy floja y los cuchillos muy largos y las hojas muy afiladas. Como son ellos, pues a callar o a encallar, lo cual es un lio, te ves incrustado en arena, que bueno, piensa uno, ya le sacaron de allí, aquella pareja que paró su acto de conocimiento profundo porque se le había ocurrido aislarse del mundo al señorito, para que no le dieran una noche azudense, que la toledana no le dice nada. Luego entra la nave ya en tierra y en piedras, estas revienta en casco, se incrustan y a ver quien sale bien de ahí.

   A Miquel que anda metido en trabajos profundos y de mucho peligro, se le respeta y mucho. Ayer, con Javier, carne cruda, andaban por ahí, con las equidistancias; pero cuando uno sale mirando hacía el Pico del Águila y abrazando la peña Hueva, se le van apareciendo imágenes, sabe que luego, ahora escribiéndolas, no serán inteligibles y de alguna manera le da rabia.

    Primero de todo, funciona ahora como un outsider y esos tienen sus pegas, tienen sus carencias. Las empatías acarician, pero también abrazan y los del oso, son jodíos porque a ver donde mete uno el aire.

    Sucede que Yolanda, Rios no, que canta y tiene su punto; la otra, ha dimitido. Todo es un desastre. ¿Cuándo empezó?, ¿Cómo empezó? como diría la canción ahí estuvo el error.

    El huevo o la gallina ¿Qué fue antes?

       Por mucho que Willi venga con la alcachofa y pregunte, uno le contesta, lo siennntto soy extranjero y no tengo ni        idea, no se dice puta, porque entonces se delata que es aborigen. 

        El caso es que de aquellos lodos de Errejones y Magdalena Carmena, adjetivos que pone uno, con más o menos acierto. De aquellos barros de buenismo, se empezó a chapotear todo.

        No, no es que "más periodismo, es, sólo más periodismo", como diría Javier Cansado y si uno va por el desierto, pues se encuentra un mercader, Florentino, por más señas, que va y viene de hacer negocios desde Florencia al fin del mundo y que culpa tiene él, si el camello se llama Antonio, podría haber sido Bonito o "hasta aquí hemos llegado" pero claro el nombre puesto es el que es, se queda impregnado y no hay newtral que lo quite; sea aplicado en dosis pequeñas o en extras largas. 

         Tu, periodista, le miras, le "requete" miras, por si tuviera alguna reminiscencia de lo anterior y descubre que como diría aquel "son uña y mierda" y, es lo que tiene estar por marte, que si "ey va una estrella", ey va un meteorito, ey va un planeta. Te tiras días así, sin perder de vista cuanto acontece, pero acumulando un sueño que te tumba.

          Miquel, Crudo, uy Antonio, se siente, acumulas mucha rabia y frustración. Los dos primeros buscan y saben, pero no pueden obviar como ha funcionado Podemos. Ni los cuchillos, ni las dagas. Si Izquierda Unida y el PCE tienen una estructura de siglos, ¡hala no tantos siglos!; dos parece ser. Para bien o para mal, han sido lo que han sido y se les ha votado en este último periodo de democracia, lo que se le ha elegido. Tienes sus querencias y sus deudas. 

      ¿Es humillación haberle dado lo que le ha dado Podemos?. Por su trayectoria, su compromiso, su sacrificio por la democracia, bla bla bla. Puestos en las primeras posiciones, valorarles por encima de sus expectativas. Pasa que ahora a Izquierda Unida le han utilizado como capote. Ponemos a los tres primeros de Compromis, Comunes, etc. y el tirón de la militancia nos lleva hasta Manu Pineda; pero la televisión, por mucho cambio de trajes, por mucha sonrisa, por mucha maldad e inquina que tenga el presentador hacía quien lanzo noticias burdas, no va a conseguir que unas personas que prescindieron de ir, desde el principio dentro de su "share" o audiencia, le compré las carcajadas, las espadas y los estiletes para volver a dejarse asesinar, por mucha lectura de Troski en la que uno se encuentre entretenido.

      El fracaso ha sido estruendoso. El tejido de ocho o la leche de partidos más, se ha rasgado como los pantalones primeros cuando uno iba para un internado. Baldovi, otrora sonrisas de Yolanda, lágrimas de Mónica, dice: ¡uy, yo voy por ahí!, me lo ha dicho el Ferri, que me sacará. La de más Madrid, al mundo. Los comunes, siéndolo demasiado con las traiciones que se repiten. El caso es que ahora, todos miran a Ione; Antonio, más, rompe y rasga; como si él hubiera sido leal a los miembros de un partido al que se ha intentado sajar hasta en sueños. 

      Anda por Lavapiés, Errejón, componedor, dice Sergio Pascual, de traiciones, de "vive la vida", que son dos días; está el hombre como para ir a la Izquierda y decirles, "holi" chicas, ¿un baile?

      Miquel se ha tirado para adelante, con las costuras desechas. Sabes que si en Julio, no se mimetiza Podemos en ese engendro de SUMAR, ahora RESTAR, las derechas, irracionales, todas, estarían como más leyes Mordazas de las que uno pueda meter en la boca.

      Esa visión hizo ganar un tiempo, pero no podías pensar que lo que ahora es RESTAR, fuera un lugar común, demasiadas traiciones, dependencias. Podemos, conseguido, una vez más, tener un pequeño gobierno de esas mal llamadas "izquierda", no podía dar soporte a tanta hipocresía, a tanta maldad calculada, a tanta bellaquería.

      Claro que si, unidad necesaria, pero no equidistancia. Si hemos tenido la suerte de coincidir con gente que tienen una capacidad de análisis increíble, que primero puso cabeza, luego cuerpo, piernas, brazos, familia y ahora un incipiente grupo mediático que haga los análisis que hace Laura, Paola, Raúl, Manu y él mismo, pues se dice y si a muchos les jode, pues a aprender. No había nadie más alejado después del 15M de los Podemos y otros nacimientos que quien escribe. Pero, chico, qué le ha dado a uno por alucinar de los análisis y de los que le ofrecen y aquí andan las teclas de aquí para allá intentando dormitar, lo que se ve por las ventanas cuando vuelves de Marte es feo, por momentos; esperanzador, en otros muchos.

domingo, junio 09, 2024

El patito

  Dice Leila que se me ha subido un patito en la cabeza; según me pregunta su porqué, no se lo puedo explicar. Se ha izado, lugar despejado, otear era mi opción, algunos piensan que es él quien puede contemplar y analizar lo que sucede; son tiempos para creer eso, abismos

  El ánade es de plástico, cumple con todas las convenciones del hoy. Me he transformado en parte de una moda. Condenado a la apariencia continua

   El caso es que montado en el mismo barco; estando Mobby Duck merodeando con un hambre que le hacía abrir la boca para mostrarme la profundidad de mi caída; en esas situaciones confías en las leyes de mar y en la corresponsabilidad de la tripulación compañera. Crees que todo se ajustará a la fuerza mostrada, pero has olvidado que llegaste tarde, que antes estaba él, a quien pretendías eliminar y que él compartió la aventura más peligrosa jamás vivida. Prendió, con la boca, la madre de nuestra actual bestia del averno, aquella otra embarcación por la proa y se hundió llevándola tras si, como si la oposición de velas, timón y orza fueran un débil cristal que se pudiera coser con pespuntes de principiantes. Aquello prometía trasvasar a los infiernos a los marinos más rudos que tierras irlandesas hubieran puesto en los océanos. Fue, mi ahora enemigo quien aprovechó la punta de proa para clavársela en su ojo derecho, el único que le quedaba como luego descubrieron, quien corrigió el rumbo a la muerte de aquellos, nuestros, hombres

    Por tanto, la comunidad de la tripulación se revolvió contra mí cuando les incité a llevar al paso por la tabla a quien desde joven había sido quien conseguí mostrar siempre mis debilidades. Fue un visto y no visto cuando me vi en la situación que había sido soñado para exterminarle. Fui apareciendo, pasada la borda, por la mitad de la tabla y luego hacía el extremo que parecía negarse a aceptar mi peso. En cada paso oía un crujido y mi memoria la recordaba en nuestro último encuentro. El siguiente paso, rasgó alguna otra unión dentro de la madera y por suerte, conseguí eludir el bocado de aquel enojado monstruo, porque, aun con ese crujido me expelió hacía arriba y mi caída fue sobre su lomo, pues carecía aquel pesado mamífero la capacidad de quedarse en el sitio como el delfín. 

    Me así a los restos de lo que parecía un arpón que llevaba como agarre y tomé todo el aire que pude en una bocanada maestra que había aprendido hacer con la respiración circular que me había enseñado en mis clases de saxofón. Tirar de aquella herida le hizo tener que aparecer antes, lo cual tuvo un efecto milagroso ante quienes me habían castigado a aquella terrorífica prueba. Al salir del agua, me puse de pie sobre aquel cachalote, delfín gigante y grueso, como luego se corroboró y tras pasar cerca del velero, salté para ser recibido en olor de multitudes como un contumaz y maravilloso jinete. 

    Había aprendido la lección, en la inmensidad de los océanos, expuestos ante las más espeluznantes circunstancias que ser humano puede padecer, no existe cabida para el odio y las rencillas, que descosan las débiles costuras de la convivencia en una mínima nave ante el tamaño de las diferentes vidas vividas por cada uno de los marineros

     Mobby Duck se transformó en los momentos de nuestras aventuras por los mares más peligrosos. Extrañas conexiones y coincidencias

sábado, junio 08, 2024

Por el tejado

 Sentado sobre el tejado, espero conectar el cable de la televisión o recibir las últimas noticias. Ella, izada sobre otro, asaetea nuestra tranquilidad. Al verla, la niña es palestina, me recuerda a seres conocidos y con una franqueza y dulzura inconmensurable dice que la muerte puede ser más misericordiosa. En esa tesitura la hemos puesto; miseria para revestirla de culpable porque nos alivia ese sentimiento en nosotros. Cobardía

   Hemos perdido, nuestros miedos nos ha hecho monstruos, una vez que hemos aprovechado todas sus riquezas y sus seres humanos, nos está poniendo en manos de criminales. Nos hablan de sus costumbres, sus diferencias; hacen hincapié en lo negativo. Olvidamos de donde venimos y por que y por quienes estamos aquí. Amin Maalouf me lo explicó. los libros ahora me son marcianos. 

   En ese tejado, me agarro al sostén del impacto inmediato, lo superfluo, aunque sea bello, como ver la despedida de Mariona Caldentey, esencia de fútbol, como este Barça femenino que ha construido una ilusión, también, reivindicación feminista, empoderadas.

    Amando Barcelona, buscando sonidos por Montjuic, seguir descubriéndola por los bunkers; apareces en casa, en el CCCB; meses que tienen la exposición de Suburbia, la construcción del sueño americano. Uno de sus ideólogos, como aquel otro ministro patrio, creaban dependencias individuales para que no hubiera comunismo, a cambio, el tejido social se rompía. En los pisos no se entra, si en las calles y lugares públicos;  en esos adosados, si se invita al vecino, para cercanos un poco más. Patrocinios de seguridad, armas para sembrar seguridades con balas guiadas por el pánico. 

     Gobiernos utilizando la anestesia para la amputación de conciencia de lo social; las prótesis inhumanas del fascismo se ofrecen, para suplirla. con materiales de odio, de individualismo, de miedo que se eché en sus brazos de odio y alabar el desconocimiento porque sus patrocinadores exudan el control de la sociedad por parte de lo privado. Esa individualidad en la que manda el poderoso; golpea, los esbirros; y peregrinan, quienes siguen lemas, que obvian su entrega a la perdición.

     Renace la esperanza con el compromiso, sin matices, de las Irenes, Iones, Marisa, César que creen en la construcción de nuestro propio futuro, sin mirar las cotizaciones de las empresas armamentísticas en las bolsas, sin alma.

viernes, junio 07, 2024

Ante la nada

 Les quisieron poner ante la nada, pero acompañados de un libro, voluminoso. Miraban al frente porque en el libro, aunque entendían lo que leían, se limitaban a cumplir lo que las ordenaban en gestos adustos y pérfidos de efigies talladas para el odio.

  Entonces, en el vacío de sus ojos pusieron escaparates ante los que podrían vagar, para que adornarán su debilidad y dependencias. Acudirían camufladas como en una penitencia, para hacer genuflexiones e intentarían que las llevarán en andas, consciente de las minas, por derrumbarse que producían en la sociedad sus decisiones quebrantando vigas.

   Cuando todo hubiera pasado la podrían un manto para parar sus escalofríos, y subirlas en escalafones; aunque sus temblores no cesarían era imposible hacerlo porque el quebranto las dañaban muy adentro.

    Enfrente, sólo la lógica de sentir a otro ser humano. 

    Aplicar las enseñanzas de aquel libro abierto le era vedado, por sus ojos encadenados y su voluntad comprada, injusta, servil. Debilidades humanas

jueves, junio 06, 2024

Un vuelo

 Si miramos los pasajeros vemos que algunas personas no se han montado en las mejores condiciones. Todo se ha liado y el vuelo ha corrido un gran peligro por no poner la película de Frozen en sus pantallas por más días, en aquel espacio todo parecía embrujado por el aire frío que no amortiguaban ni las técnicas alternativas, ni las del abuelo que andaba bancando incluso en la primera clase.

  Sofía, que tres horas antes, estaba en un atasco; intuyendo que no llegaría a tiempo aparcó el coche en un hueco, más fuera de lo que sería el anden y se dispuso a correr Siguió con sus zapatillas que se había puesto para conducir, pero cogió los zapatos con tacones de hipo; se dio cuenta, que casi despegaba; a veces, andaba; otras, corría, saltaba en grandes vuelos y giraba, cada vez más rápido parecía como una taladradora que la estuviera llevando ya en la cola de embarque.

   Recuperado de la escucha de la trágica vida del niño pedrito, pasamos a verle con su compi de clase que le ha acogido. Vuelve a disfrutar el primero, el segundo pulveriza la puerta por donde se encerraba toda su creatividad. Trágicas mentes les daba un fin espeluznante que lo escuchaba un señor ya mayor y para sus adentros se decía: "mamma mía, a mi ni por asomo ni por asomo se me ocurren esos finales. Pero si, había vuelto un padre desquiciado por la muerte de la mujer y ahora iba a por el niño. Cuando los dos habían estado más que unidos en los instantes finales de ella.

    Ahora ya era una catana, la que portaba aquel ente no humano, desquiciado; cuando la alzaba hacía los dos. El niño antes de caer desmayado por la incomprensión hacía lo que estaba ejecutando su padre, vio en la piel, que asomaba por haberse levantado una camiseta que hasta ese momento siempre estaba ajustada sin posibilidad de movimiento, que ponía IA; fue verlo, sonreír y perder el conocimiento. El amigo utilizo la palabra mágica para desconectar esa inteligencia artificial. Sobre el hijo se había producido una incisión profunda. El padre verdadero, golpeo con saña a su copia que como para ablandarle tomó las formas de su hijo, pero Jaime, el padre, ya no dudaba. Eliminó las apariencias y se dispuso a curar la herida del hijo, con la ayuda del amigo que le había salvado una vez más. Como Pedrito a él, lo tenía claro.

miércoles, junio 05, 2024

Impro

 Alguien cruza por el barrio, todo parece estar en calma. Va rápido, pendiente de nada, porque en su mirada está ausente. De repente choca contra algo invisible, es un golpe que le deja aturdido. Por unos instantes, a su alrededor cada rincón parece lanzarle una manguera de acciones que le desperezan.

   Iba recorriendo la acera donde jugaban a los cromos, ancha, con un amago de jardín que se perdió pronto, porque era un barrio obrero y eso noventa metros cuadrados de plantas, algun árbol y muchas flores no se lo podían permitir al frente de ese edificio.

    Enfrente a ras de suelo, hay respiraderos, en el otro lado de la casas, empezaron los primeros garages, individuales. En esos pequeños rectángulos se establecían los marcos donde se podía jugar a lo que se podría llamar fútbol, en unas condiciones precarias. En aquellos tiempos, de todas maneras, los coches eran una excepción y tampoco lo podemos considerar una excentricidad. Era la culminación de una habilidad.

     El foco se ha quedado en el centro y después de un rato se eleva, tiene la capacidad de iluminar a uno o a varios rincones a la vez, adjunto, al lado va la cámara. Puede fijar su lente sobre uno de los lugares o izarse un poco para mostrarnos la acción en esos cuatro espacios. 

      La primeras imágenes,  aéreas, cenitales, que tomamos son las de, parece ser, un espacio violento. En las cuatro esquinas se suceden actos de violencia. Nunca había pasado y sucede que incluso la lente es capaz de vez una tensión que hace temblar el espacio.

      Las protagonistas del rincón que linda con la carretera que va a la parte alta del barrio instantes antes estaban enzarzados en rematar un balón que les sirve para encontrar la habilidad centrando, como la del rematador más habilidoso. Parecería nuevo el esférico, por sus prestaciones, aunque unos rallones que pudieran ser provocados, despista al observador que como si fuera un ojeador, se ha detenido a contemplar la escena.

       En un momento determinado quien iba a rematar, en lo que era un tremendo cabezazo por el ímpetu y la fuerza con la que se había elevado. coge el objeto y pretende salir corriendo, al grito, todos sabéis que este es mi balón y que se lo dejé ayer a Jony, como un favor.

       El aludido, muy corpulento para su edad, inicia unos torpes pasos y levanta el puño, pero se da cuenta que está en terreno enemigo. Anuncia que ya le cogerá a José. Este sabe que será así, más tarde que temprano, para y se da la vuelta, emprende de nuevo los pasos hacía el grupo. Muchos bajan la cabeza, atemorizados. 

       No le defenderán, no querrán reconocer la marca que había acordado con el dueño para saber que ese balón era de ellos. Unos aludirán a que se tienen que ir, otros, sentirán una piedra de vergüenza por su cobardía.

       Irá horondo y feliz quien ha marcado su terreno. Sentirá el vértigo de ese poder que exhibe; en el fondo, sabe que nadie le quiere; le temen o le evitan.

       Cerca José, se encuentra con sendas de miedo y avenidas de indiferencia. Ante algunos muros encuentra a caras sonrientes; les pide disculpas porque ellos si que hacen visible la valentía. Se acostumbró a huir

martes, junio 04, 2024

El día de la bicicleta

 Siempre en el recuerdo Juanjo, aquel joven que fue atropellado en Madrid, se había unido a nuestro club de piragua, casi desde el principio y años después ahí seguía sin actividad en el agua pero pagando su cuota. Creía en un mundo humano y aquella ciudad de la que no se había desvinculado, nunca ha querido humanizar a quien la dan tejido social con sus actos pulso para un las entrañas de un corazón.

  Sólo es un ente preparado sacarle la máxima rentabilidad económica posible. Las personas que no están en esa disposición de enriquecimiento, tramposos de la meritocracia, son intercambiables. Los rojos lo son, por supuesto; los nazis como el que ha pegado al humorista Jaime Caravaca, muy a su pesar, también. 

  Todas las marcas tienen la posibilidad de meter sus coches dentro de esa inmensa almendra, se les favorece porque esas empresas dan dinero y crean puestos de trabajo, puedan alegar, y lo hacen ante quienes tienen necesidades, incluso con sus pulmones destrozados; como la industria armamentística, crea riqueza y quita una gran parte de la sobrepoblación que pareciera nos estuviéramos excediendo en generar repositorios y si tenemos los instrumentos, les damos uso, y ya esta.

   Lo bruto, si es que has llegado a lo anterior, es pensar que defiende la vida quien se apropia de tu trabajo y del espacio que nos hemos dado para la convivencia.

    Lo salvaje es acudir como un bólido a quebrar una pretendida ofensa a la famosa libertad que tú has ejercido y a la que han apelado para cuando tu hijo ya siendo mayor pueda ejercerla y en la que te entra el pánico y te ponen Medias para replicar a quien puede estar financiado a maquinadores que te ocultan todo lo que produce su avaricia, desquicie. Tan ilógico no hablar de la economía en unas elecciones, como que un juez ejecute una suposición, amparado en su edad y su indignidad.

    Se nos fue la bicicleta, en el centro de España se nos fue, como el raciocinio que se enmascara con otras apariciones de las Begoñas de turno, para olvidarnos de esa Ana Pastor, política del PP, ex ministra de Sanidad que termina su vida laboral, en lo privado. 

    Para que razonar que los problemas que tiene la Pública se puede deber a su progresivo y calculado abandono. Invitación necesaria para irnos a la privada, ya que allí, hasta ahora nos hayan atendido con una prontitud, que vamos a ver, nos es puntual e imprescindible en este mundo descontrolado del que lo sentimos, formamos parte y lo nuestro, es lo primero.

     La bici, no por favor, la bici sólo es para las apariencias. Ese día, domingo a ser posible, en el que la familia muestra a sus peques todo lo que se está perdiendo. No lo comprenderá, hasta que años después será él quien ponga la prevención mientras preparé la bicicleta para quien, entonces, será su pequeño, que un día puede intentar ser un perro flauta y creer en otro mundo posible, hasta que las prisas de una furgoneta vuelva a cerrar el círculo, compungido, inocente; víctima, primero, quien muere; segundo él, de las tomas de posición de las autoridades que podrían aspirar a crear un mundo diferente, sin rentabilidades inmediatas, cosas que los inversores que les colocan no permiten.

lunes, junio 03, 2024

Los expulsados y el relato

 No cariño, tu no eres zurdo, ni de coña. Zurdo es estar con los vecinos de Lavapiés, de cualquier barrio de una gran ciudad que corre el riesgo de ser entregado a quienes compran edificios para expulsar a sus habitantes.

    La vivienda, búscalo en vuestra amada Constitución; no pone nada de tenerla como negocio;  ¡eh, tú! el sueño de una Patria, la amada PATRIA se lo damos a unos especuladores para que se produzcan vacíos por los que vayan cayendo los lazos de una convivencia. Te da vértigo Pedro. Un pueblo sin deudas de por vida, aspirando a construirse sus ilusiones vitales sin ser zarandeados por los aspavientos futboleros de los patrocinadores de apariencias.

     Ni en sueños eres Zurdo; confiar un país a los que incrementan su ciego patrimonio, poniendo zancadillas y trincheras para que la vida cotidiana vaya tropezando en piedras a las que algunos, además, lanzan. Les importa un pimiento quienes son engullidos por esas tuberías de desagüe que les meten en un torbellino hasta ser succionados.

    Nuevo gran programa de La Base. Análisis de lo ocurrido en las elecciones de ayer. Comprensión que a los hechos positivos para el ciudadano medio. Se le haya apoyado de un relato diario de las "Mañaneras" que rompía a las mentiras de Televisa, Atípica y muchas otras teles y dicen que también radios, muy potentes en Méjico, apoyadas, dopadas dice el poeta por las grandes fortunas.

    

domingo, junio 02, 2024

La nave nodriza

 Iba a poner madre, pero pareciera que no tiene mucho sentido. Es como esa imagen de una ceremonia religiosa bajo el patrocinio de VOX, te pones a mirar la vida y no encuentras ninguna lógica.

  Estabas con el compás trazando puntos de referencia, círculos y lugares de paso para una línea posterior. Te oxigenas el pelo para que no pierda su magnífica esplendidez. Habías dejado un zumo ya abierto, con una pajita y de repente, un leve empujón sobre tu espalda. Para felicitarte, produce la caída de un castillo que si fuera de naipes, sería menos espectacular.

   Se agita tu cabeza, se mueve un brazo y ya iniciado un movimiento que se prevé catastrófico entregas tu sentido común a la pocilga donde los cerdos, parece, que retozarán en las próximas horas; como puede ser que una multinacional de la extrema derecha que no reconocer al diferente este cogiéndose de la manita con la enseñanza bíblica de ser todos iguales. 

   Ya, entonces el cuerpo lanzado, la mano que sujeta ese puntero enfilada hacía el recipiente empalagoso por la cantidad de azúcar de la que suele hacer alarde; el instante trágico está a ese milímetro de contacto y entonces si, tu razón entra en la grieta que te lanza al abismo por donde explotará el alarido más horrendo que garganta puede producir. Ese milisegundo anterior, será el de abrir los ojos hasta convertirlos en soles, por su tamaño y proclamar la mentira, sólo una mentira, sin arrepentimiento merece un amén; te lo preguntas exhausto, pensando que el agua no puede haberse convertido en vino, convertido todo en un festival del travestismo. Si te acercas a los que dices que son la Verdad y los misioneros de ella, te dan su unción. Cuándo clamas por la vida y le quitas todo los recursos a quienes están en ella, para dárselo a tus patrocinadores, a tus sustentadores. ¿Esa verdad, también, necesita esos arteros patrocinadores?

    El continente ha sido contactado con violencia. las primeras gotas salen de él, como el sudor que ha sido esclavizado para que los apósitos de las heridas producidas lleven la publicidad de tu eres inferior y nosotros y nuestra moral, llena de la palabra Patria opresora se merienda tu sangre que como en una ola se ha mimetizado con el producto de tu esfuerzo. Sométete, hijo de dios, y te daré la condición de ser parte de mi iglesia, pero viendo nuestras zarandajas de sortilegios como una película de la que eres ajeno.

    Entonces tu hoja recibe todo ese marasmo de agua, glóbulos, sales y todos tus cálculos son nada, nada. La verdadera raíz de ese emporio de dios, patria, bandera tapa todo un mundo privatizado, sin justicia social, sin derechos pero venciendo, como si a nuestro cerebro le hubieran dado tal empellón por donde no encontrarás la salida, arrinconado en ¡hostias, mientras caes sin freno!

    Comprendes mucho, cuando en Méjico gana Claudia porque allí, entre muchas otras cosas, AMLO, Andrés Manuel Lopez Obrador, inicio sus "mañaneras" y a todos esos Ferreras, Herreras, Jiménez les puso enfrente de sus explicaciones y aquellos que habían visto un sólo mundo, no les quedó más remedio que escucharle de propia voz y a esos corruptos, les quitó su relato La gente necesita eso, quitarle esos altares vinculados a la irracionalidad controlada por monedas traidoras que toman ansiosos de sus manos. 

sábado, junio 01, 2024

La Castafiore y chifladuras

 Indecencias con las que nos destruirnos. La tentación de hacernos ricos y rasgar los cimientos del lugar en el que convivimos.

   Meterse en cualquier oscuridad y al salir tomar la berzas que te ponen delante como si fuera el bosque donde todos los árboles asaetearan los cielos.

    Sitúate encima de una mesa como si fueras el postre que ella se ha preparado para ir tomándolo para su placer. Encuentras su mirada y la miras como para decirla: si cariño, todo será para tí, desde los dedos de mi pie, hasta el último pelo que ha erizado todo mi vello.

     La Castafiore se va y él, que por imaginación, como hemos leído podría hacerla volver, pero que sólo se comerá esas natillas con la emoción de sentir que la ha preparado la cocinera que admira.

     Uno de los cantantes que se habían presentado a las pruebas, ha desafinado. Había acudido como tenor, me había hecho la manicura y pensaba que todo eso me abriría las puertas, pero claro también me habían colocado en la tesitura de averiguar los componentes de aquel postre. Si, al principio, me recordó a ella, luego, intento desentrañar el misterio y si, andaba ya abriendo la puerta de la calle; de tal manera y tan rápido había sido el fracaso.

     Alguien que entraba, me creía que para intentar superar la prueba que me había llevado a ese estadio de postración y fracaso; ese ser atrajo mi atención, porque, desde luego, no podía ser cantante, ni aunque fuera soprano, que no es por nada, pero en El Padrino, se les perdona todo. Y no lo podía ejecutar porque, reteniendo la puerta a mi despido abierta, contemplé como empezaba a sacar herramientas que podrían haber sido las de mi sustento, hace años, cuando me dieron a entender que sería mejor agarrarse a la realidad, antes que al poyato de la ventana a mi futuro a la que me asomaba y en la que soñaba ser jugador, se viniera abajo, con mis uñas, tornándose violeta, en mi desesperanza y clavándolas para ir resbalando en la última oportunidad que ya no volvió. 

     Me apremiaban desde más adentro, como si la concavidad que amenazaba con derrumbarse conmigo dentro, no fuera lo suficiente grande en mi sentido de derrota total. Para ellos, era un panoli que se había acercado a dar la lata con mi voz rota, ¡leche de Bob dicen cosas peores!, y con unas obsesiones sexuales que no había podido reprimir y que les daba pánico pudiera volver a aparecer en plena actuación viendo el arroz con leche, deslizándose por la comisura de los labios de ella, si ella, si ella, a la que invitaría antes que mis últimas esperanzas se deslizarán hacía el abismo de acertar ser un maestro, en nada, que le acompañaría en todas, sus "no" obtención de su anual sueño, que se escurría como un líquido en las manos, ahora ya, agrietadas.

      Les iba a hacer una irreverencia y arrojarles un sarcasmo ¡Oh, ellos si pueden cantar la Castafiore! ¡Sois muy guais!. 

      Alguien, descendiendo desde el escenario, como en una anunciación, se bajaba de él, y con las cornetas de otros dos aspirantes a famas, acudían ante mi efigie que aún retenía, ahora, la entrada de quien aprovechaba mi hierática parsimonia para entrar en aquel purgatorio, que es lo que me parecía a mí en esos momentos.

      Uno entrando y aquellos tres centuriones, certificadores de mis impotencias; me terminaban de cerrar la puerta, conmigo fuera, de la manera más abrupta que encontraron.

          Y ¿los 2000 metros cuadrados de la parcela de Podemos?

       Entendí la magnitud del fracaso. Mis limitaciones artísticas eran evidentes; los postres se llenaban de azucares, no siempre buenos para mi imaginación y el mundo se había entregado a las chifladuras que les iban soltando, por ejemplo los Fondos Buitres que convertían una ciudad en un resort porque crear tejido social como el restaurante de la Castafiore, era una excentricidad que no daba dinero.

          Quien había hablado como agrimensor se topaba con la persistencia de su hospital que había mandado al cobrador del frac para que pagará las facturas de su última chifladura, que soltaba, ya como una diarrea incontrolable.

Siameses y mercader

Siameses y mercader
Zaida, Fernando y