lunes, diciembre 11, 2023

Las cenizas en Siam

 Todos los colores de la primavera, del verano y de este otoño, se van diluyendo hacia un invierno que, por fin, quiere serlo, pero poco

  Los días apagan antes su luz, la vida se desarrolla entre la oscuridad de las bambalinas, lugar donde medradores y canallas manejan los hilos de los que salen a los escenarios entre luces mentirosas

  Es doloroso, trágico que un mequetrefe al que su mayor poder es que sirve a los poderosos, pueda ir diciendo salvajadas e idioteces como quien defeca sin ningun pudor porque su papa es el mayor zombie que parió una sociedad ocupada por las noticias que la desparraman.

   Debaten en una radio con ética sobre los caminos de quienes ven personas, en una lugar de otras muchas radios y televisiones que ven a sus dueños quienes ofrecen sus productos a clientes para que se vean en un grado de felicidad justo que no perturbe sus ganancias.

   En esa mesa, se sienta desde una equidistancia quien trata de comprender a una mujer, que ha desarrollado toda su identidad política, ya larga, rompiendo lazos que se habían empezado a tejer, por supuesto sin ella y las personas, frutos de ese 15M, de menos de 10 que se ha tenido que enfrentar a una maquinaria despiadada, fagocitadora, desgarradora ante cualquier comienzo de crecimiento. Esta Manu Levin, que esa misma tarde, en otro programa, tendrá tiempo a explicar como el ataque contra esa construcción, viene desde la semántica. 

   La primera tertulia termina con su conductor, intentando repartir equidistancias en la culpa de los fracasos, que parece debe tener un periodista. Pablo y Noelia, reconocen la multiples traiciones y ataques que han recibido los segundos. En la segunda tertulia, con una clara identificación en esta segunda opción, son capaces de dar razones claras, de lo que ha sido la actuación de los Compromis, muchos Sumar y otras izquierdas unidas tan soberbias porque como trata de mostrar uno de sus dirigentes en una plaza mayor de un pueblo, ellos están siempre en política. Te callas, porque tu, no y le dejas crecer en ese asiento-trono, como otros en su sede, se vieron empujados a elegirle, porque las navajas que poseían sus partidarios eran más grandes que la de su contrincante.

   Mientras las huellas de plantígrado se desparraman soberbio, desacomplejado, adalid de la idiotez y la banalidad protegida por sus amos y por su desvergüenza. 

   Cuando durante más de 20 años has vivido de los dineros públicos, no has tenido que dar explicación de tu riqueza, has cogido a un dios al que dices amar, mientras su mensaje lo manipulas, otra cosa es si su Papa dices que en tus actos de xenofobia eres un canalla, entonces a tu dios le atas en corto y a su enviado le nombras ciudadano, pues no eres tu cojonudo, tantos años sin dar palos al agua, te han hecho inmune a la mínima vergüenza.

   Te subes los pies, hasta un cojín, para rascarte los huevos, y porque nunca los tuviste en el suelo de los que se enfrentan a su día a día, en madrugadas sin piedad, en horas de hacer cuentas. 

   Recuerdas a quien como tu defendió las oligarquías como si añoraras su final; por si acaso, bajas los pies y te compras en la boutique de lujo, cosas de campo, por pasearte. 

    Ruidos para que los más degenerados puedan aparecer como salvadores, reyes. Sus tronos se elevan desde la basura mediática de medios comprados y subvencionados, por obras que tienen sus 3% de comisión y el dinero público, descarado, aportador sin ningun recibo de decencia de devolución

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