jueves, diciembre 14, 2023

El baño mensual

 Atiborrado en té y enfrentado a una enorme rebanada de mantequilla, se muestra dispuesto a salir a nadar; concentrado  en su rutina mensual, invita a quien le pueda acompañar, a ese rito bautismal de renacimiento.

  No los percibe porque la noche aún no ha soltado la luz, pero varios de estos últimos que llevan palos de hockey, como los asesinos de Julio Cesar, escondieron puñales, acechan, envueltos en el manto espectral

  Ella le acompaña y se lanza a ese chapoteo, mientras los caballeros oscuros entran andando, como un dios, pero penetrando hasta el posible abismo, temiendo que sus palos no aguanten ni su peso, ni el tamaño de sus traiciones

  Uno de ellos, proclama

     ¡Mónica!, ¡Mónica!; como impelido por una fuerza sobrenatural la nombra y un otra vez; sabes que ella no es a quien han condenado. Son mequetrefes, parte de una cacería y buscan su recompensa y el reconocimiento, no es ya social, al que nunca valoraron mucho, sino de sus amos, ansiosos de destruir cualquier renacimiento, de quien reveló tramas corruptas y sus ejecutores. Ellos no la podrán perdonar nunca y el mercurio, convertido en apostata del periodismo honesto, mendigará sus donaciones

    En esa partida, un ser deshonesto, en su deshonesto momento, todo tus carreras por caminos sin luz, las cambias por visibilidad, Roberto, ¿lo haces por visibilidad? por la que no te dieron cuando aspirabas a ser alcalde de tu ciudad, y sin embargo reniegas, porque es el precio que debes pagar, tu indignidad, de los que te habían apoyado e iban contigo con todas las consecuencias. 

    Malas influencias, si, conformarte con ser más que una imagen, ¡qué bonita fotografía!, una piedra para arrojarla a su verdadero enemigo. 

   No, no eres tu. Escucha el saxo de go fishing; desgarra ¿verdad?, es la rotura con parte de tu honestidad; 

piensas que no se puede nada contra su poder. Si, lo sé. 

    Si, si que existe esa rotura, te bañaras en aquel océano del reconocimiento inmediato, pero en el momento oportuno, cualquiera de sus bestias, te hará nada, como ahora, para quienes conocen sus verdaderos enemigos y la persistencia de permanecer unidos.

No hay comentarios:

Siameses y mercader

Siameses y mercader
Zaida, Fernando y