Mi marido me habla de una ligadura. Yo me pongo haciéndome a la parrilla un obelisco. Él le da por hacerse el Astérix y ya la hemos armado. El chico, el nuestro, el de la pócima, se pone hecho un Shrek y le da por ir al parque. Le veo enganchar una acción con otra. Eusebio, mi marido, que es muy exagerado, se pone a tocar la trompa y yo que aprendí de él a hacer ganchillo, llamo al profesor de yoga y le propongo un menage a trois. Mi chico me mira, Eusebio me coge de la mano, nos despedimos de sus movimientos ligados y el profesor nos recibe
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