Me entregan Mi idea, pero no pienso que me pertenezca. Puede ser que ya no es la que tuviera ayer, ¿tanto cambio? o que se haya escurrido entre los tejemanejes de otros, entre lo que yo pidiera. Es un tiempo raro.
Te entregas en cinco minutos a un encuentro que son abrazos sucesivos a Houllebecq, a sus innumerables compromisos ante la tierra, a un reparto más justo de la riqueza, a las injusticias contra seres humanos. Su cuidado por los próximos, por sus amigos, es correr por la noche estrellada, ver una de las perseidas y sentir por que ella da sentido a todo ese interminable cielo que, diferente, también contemplas en un gélido enero
Su tiempo es darnos un carro en el cual sabemos que ella está delante, magnífica, bella.
Es una interminable noche de cualquier diferente trimestre.
No hay comentarios:
Publicar un comentario