Me he asomado a una foto para caerme en su tiempo. Me he golpeado en la nariz pero ha sido con los olores impregnados por aquel lugar.
Todo en mi ha revivido; junto a la sal húmeda que pugnaba por sanarte las heridas, apareció ella por aquella calle, su porte era imperial, flotaba su aroma en el ambiente que he intentado que enamorara toda mi mente, como entonces estuvo poseída por ella. Su piel , como la de Molly, necesitaba de ese jabón con esencias de limón con el que se impregnaban todos mis dedos que la exploraban. Ella rebozada toda mi oreja con sus líquidos que llegaban en olas que ahora escucho, como si entonces las hicieran eternas tejedoras de nuestros lazos apretados en las yemas de nuestros dedos que antes se habían hundido en las arenas. Fui un día, cabalgando nubes y me salí de aquella foto y sus caricias
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