Parece que ya existirá la posibilidad de introducir el tresillo en mi casa. Me pregunta mi mujer si nuevo; después de una rápida mirada, se contesta ella misma: "no sé para que lo pregunto, a saber esta vez de donde lo habrás cogido"; la sienta, nos hace parece pobres, pero luego se acomoda e incluso, alguna vez, bueno más, hemos hecho el amor en el que se fue; y viendo yo la pinta, nos prometemos que iremos al tema. Algunos dicen que ya estamos mayores; yo sonrío y me contesto, hasta que nos ponemos. La cabeza, con su cerebro, tiene mucho que aportar para estos casos.
La miro, cuando se pone a otros temas, y empieza a dar sus razones. La verdad es que no son las de los políticos; ellos, entre sus neuronas, también tienen maquinaciones, que debe ser un derivado, pordiosero de las primeras.
Tu miras fijo a quien te ha dicho, que se abstienen de querer participar en el gobierno de la nación, para que pueda haber un acuerdo entre los de la gürtel y los socialistas y te da el mismo siroco que les ha dado a los militares estadounidenses que certifican que han visto ovnis.
Miras al cielo como ellos, ves la maravilla que se te asoma en estos tiempos o en el lado que da a Cifuentes o subiendo la cuesta, mirando para el pleno Alto Tajo. Ves los destellos de algun avión; observas como alguna estrella atraviesa el cielo con premura y cuando te giras un poco, notas un pedo; no es tuyo pero parece que ha rasgado vestimenta y cielo. Delante tuya pasa una piara de jabalíes y el macho, se regodea en los andares; de eso que luego, por chulo, se le sala y come la paletilla con mayor frunció y también deleite, que no debe diferir mucho. Entonces suelta un segundo cuesco y ya entiendes que ni a él, ni a su señora te debes dirigir, menos a los jabatos.
Tras el olor, te preguntas si el programa contra el alcoholismo sigue como prevención a tanto abandono de la consciencia colectiva que se ha dado siempre por esos lares, más bien bares.
Se confirma, pues, la desvergüenza de quien no ha tenido ni pudor por mentir, sin poner localización, porque tienen como máxima eso; ni se van a parar en conseguir su objetivo, que es el de quienes les dan traje, cubierta y horas de televisión para que en nuestra vaguedad mental, ellos pueden ser aceptados como si les invistiera una cierta capa de oro y plata, aunque por muchos lugares, pero eso no les interesa tanto, se le vea que están desnudos y salvajes, como los jabalíes, cuando han sido heridos.
Ir a Europa contra el gobierno de tu nación; no hablar de una economía que no se ha paralizado a pesar de las innumerables ruedas, pandemias, intrigas, guerras que se les ha puesto por medio; mentir sobre quienes son los que componen y hacen que un estado sea más social, humano y posible, es tapado por una pereza mental tan grande que les podrías dar, aún cuatro platos de mierda sobre los que apoyarse y creerían que son las palancas para mover el mundo.
Así estoy que quiero tumbarme y poner ritmo con tresillo a toda esta locura y me salen o semicorcheas, o una mezcla de algo, que claro, no es nada.
Por si acaso y porque ella se ha hecho a la idea de retozar sobre el nuevo tresillo, pues si lo traen mañana, para que esperar al fin de semana; si una, y uno lo que necesitamos son estímulos y tresillos, para cantar por soleares o semicorcheas
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