Por tu cuna pasa un cafe hacía margaritas
Acariciarás el hambre del ser, con poesía
Darás el pan pringao de las salsas de sueños
Para transformar cadenas en dedos caricias
Mañanas asomadas en geranios que aletean
Mediodías de albahacas en cocinas de hambre
Romero inyectado en los panes magos sin sal
Apaciguando despertares, camino en derrotas
Y pararon tu cuerpo, en sangrienta ignorancia
Ya volaban palabras para saciar veleros a islas
de alpargatas para juegos, coles y ambrosia
Manos recolectaban, adormedias, las frutas
Para arropar mañanas de pobres boles de mijo
Si triste tu ausencia, en la jalea te arrullas
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