Ella está en un cafetal, situado en su casa sin muros,
en sus hijos que tocan teclas de nuevos sueños,
en su ciudad a la que la hace arde, en sus pies quietos
en su entusiasmo, destruye las indiferencias
Besa encuentros para que sus alumnas descubran
tantos mundos, tantos seres, a veces, atrapados
Avisa a los llamados a encerrarse en sus grandezas
que son sus cárceles ante el poderoso.
En pálpitos desata los nudos en los que alguien se enreda
En miradas, muestra los ojos que están en horizontes
que deben ser vivenciados, juntos exploramos, semejanzas
No, nos perdona para la indiferencia,
barcos en clics para descorrer los muros de miedo
piernas en flashes para saborear los productos propios
manos que saluden tantos soles que deparen encuentros
porque al cafetal, lo cercarste en economía social
porque paraste a la deforestación con proximidad
porque no viste fronteras en casa, sino seres a buscar
Por tantas cadenas rotas, por tantos amaneceres dados
Descansa y reposa; las tierras están y saltan contigo
pero te esperan, si en un tiempo, te necesitas
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