A quien quiero hacer caso

Eldiario.es. José Antonio Martín Pallin

 ¿A quien quiero hacer caso?.

A veces, me encuentro en una puerta giratoria para ir a todos los puntos y no ser manchado por alguna salida a un espacio inconveniente.

Y sin embargo, si quiero opinar me tengo que lanzar a buscar, a chocar, a destruirme en mi comodidad, ¿qué puedo ofrecer a quien me escucha, si, en esas palabras se encuentra el colchón de mi tranquilo reposo?

Un día preferí ver aquella piedra, mítica a la que si podía llegar, pero por encima, no mucho más metros por recorrer no los hice, me conformé con la lírica, cuando aquel pequeño, no se atrevió a visitar el otro lado. Allí, estaba el Alto Tajo, labrada su vertiente por sudores para alimentar bocas y vidas que hoy aposentaron tantas idas y vueltas en incertidumbres.

 Romper la carcasa de una juez que al límite de una justicia esclava, escarba junto a los bajos fondos permitidos en un país, donde un político, que ha tenido sometido a sus ciudadanos a los criterios de bazofia moral de una policía "patriótica", se permite proclamar que este país es una dictadura. Con su enfervorecida prensa, drogodependienta de sus dosis regaladas, enganchadoras que denunció David Jiménez, en "el director", asaetando cualquier atisbo de raciocinio y de lealtad a una patria que dicen defender y que destrozan con tantas y tantas traiciones.

 ¿Qué es la justicia, si una juez prevarica, sabiendo que el informe que le presenta un deshonesto jefe de la guardia civil, es una sarta de maldades e inconcreciones?

 ¿Es eso tu fin de crear un estado democrático, cuando a estas ambas, traiciones, les alabas, político trampero?

No es fácil, porque las exprimidoras del odio, están abiertas 24 horas al día. Seguro que si sales a subir aquella empinada ruta final, ya cerrada, apenas visitada, te molestarán matojos, insectos que allí habían establecido su paraíso, piedras que se habrán afilado por los vientos helados sobre aguas estancadas. Nunca serán fáciles, porque hoy, además, drones con pócimas de venenos para despreciar y atemorizar al diferente, tienen la energía sempiterna del Sol.

Pero eres tú, pero no te niegas. Tu capacidad de ser tú, será tu caso, para serte honesto. Si no, sigue la corriente, para tu personal fracaso