Mi señora silla se ha puesto estupenda.
¡oh! te quieres sentar estando sudado, después de haber sido remozada con un barniz de muchos quilates, ¡no lo consiento!
¡Pepa!, ¡Pepa! pero que me dices. ¿No estarás pensando que no te respeto? Mira hasta a la pata de la derecha, que es la más antigua:;incluso a ella, la cuento todas mis cuitas. Vengo por toda la orilla
- No Silverio, hoy no lo harás; mira, aunque te pongas farruco y me bailes por solares. Coge ese paño y ponte en el suelo.
- Pepa, sabes que no puedo, luego me tienes que levantar y te duele la espalda.
- Hala, vete a hacer la compra
Bajando las escaleras se encuentra con Jurtado; este le mira de reojo, no así Silverio que se queda quieto clavando su mirada en la cabeza de su vecino, que le ayuda a clavar la vista en la escalera anterior.
Su vecino, para, queda silente y cuando nuestro hombre le cuenta sus desdichas de ir a hacer la compra con una lista de 30 líneas, Jurtado se revuelve y como hablando para sí mismo, se pregunta
¿Qué debo hacer para subir el siguiente escalón?
Uff!, ¡cómo estamos Miguel!,
Mira, he tenido que hacerme una pregunta retórica, donde me niego a mi mismo. Es tan estúpida que ni aún cogiendo la excusa del "tonto útil" de una asociación creada "ad hoc" para que yo pudiera hacerme .....
¡¡¡¡esa pregunta!!!!, esa ¡¡pregunta de mierda!!!. Silverio, ¡estudié derecho!, estudié el funcionamiento de las instituciones. ¿Puedo caer todavía más bajo?
Siéntate querido juez. Mira la escalera, para arriba, para abajo; ¡qué tu bajeza laboral! no te hunda en tu mi vida.
No es fácil,
Pon un intervalo, una línea que separe los mundos que vives.
Silverio, ¡preguntarme, a mi mismo, si debo cesar a alguien a quien no puedo hacerlo! ¡Qué sin sentido!
La vida, Jurtado, la vida, no siempre se puede llevar por el camino de la dignidad.
Joder Silverio, ¡ no seas tan claro y cruel!
¿Tu crees que el amoniaco lo querrá perfumado?
Chico, yo creo que no, lleva muchas mas impurezas para engañar el olfato, pero eso perjudica a su rendimiento como amoníaco.
¡Cuánto sabes!
¡Y lo bajo que tiene que caer uno!
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