Pepe, suponemos que imbuido de un patriotismo que le guía su mente, se introduce en un coche y pone sobre su piernas, el casco y el bate del que se dotó hace años, cuando comprendió que sus razonamientos, podían hundirse ante la realidad. Le llamó "español de bien", y le puso varias medallas para darse un lustre que veía no terminaba de darse por todas las peroratas que repetía, ajenas a la realidad.
Pepe es conducido en un coche, a gran velocidad, y oyendo lo que, incluso él, cree que son soflamas con un rango de veracidad que no coincide, no por nada, con lo que él vive. Le añaden un ruido ensordecedor donde una voz se destroza las neuronas a través de las cuerdas vocales.
Cuando Pepe sale del auto, ve gente amiga, con luces azules; enseguida se agrupan, no con estas, por favor, decoro; se reúnen todos los miembros que han sido conducidos a la tierra prometida.
Pepe, se incrusta el caso sobre la cabeza física y vandaliza la mente , se asegura el bate y agitando un pie sobre el suelo, se apresta a embestir.
Le paran, no le gusta, pero le aseguran que tiene que actuar dentro de la manada.
Arrancan y entran dentro de un kebad, cuando va a dar el primer paso; alcanza a entender que se llama Amancio.
Le hace dudar en el último instante, no por el fútbol; no es de su época.
Con el bate silbando por el espacio, golpea sobre una enorme piscina, abre un enorme socavón y por allí los billetes se van repartiendo para que los trabajadores tengan unas viviendas dignas.
Pepe no esperaba ese efecto, pero anda sobre estimulado y lanza un segundo golpe; ahora en mitad de su trayectoria destroza las especulaciones sobre diferentes productos, estos al final llegan con el precio justo, por abajo se intuye la efigie mítica de Joaquin, diciendo "a jugar".
Pepe, no entiende, creía que ahí encontraría a un Mohamed y sin embargo, está dando golpes, muy certeros sobre cosas que vuelven a equilibrar la convivencia.
Oye la palabra "anchoa". ¡Oh dios, "ANCHOA" le lleva a esa que le regaló el dueño de un yate, por agacharse para que "el capitán", no pisará el barro, sino su espalda.
¡Exquisita, se repite, Exquisita" y le vuelve a mover el bate y este rasga el espacio
Date, golpea sobre las empresas mediáticas, les hace un boquete por el que se hunden; el dinero que les llegaba de esos Amancios, de esos Donald, de esos seres que tienen casas y tierras que cada uno podría ser un parque temático para la vida, se diluye cuando toca las necesidades que son satisfechas sin distinción, sin que vayan a engordar las arcas de algún mercader.
Les llega una sanidad pública para defender la vida, la que existe, la que se olvidaba satisfacer porque era muy cara, no para quienes ya amasaban sin pensar equilibrar un mundo.
A Pepe, le han dicho que ODIE, que ODIE por encima de sus posibilidades, y vaya
se tiene que REIR, como no se va a reír
si ha conseguido que en el lugar donde ha sido guiado, se está dando un equilibrio, que hace diluirse los odios que habían arrojado sobre los aguas en las que nos mecemos.
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