Travelling, tratar con cuidado

  No, no era Bob, aunque apareció embozado en un inconfundible sombrero, quien surgió, nos provoca mundos para desbrozar desde la sonrisas

  Al destrozar el coche contra aquella señal, había acabado con la línea que venía siguiendo desde hacía años. Se abrió un orificio que amenazaba con tragarse todo lo conseguido. 

  No, muy lejos estaban aquellos músicos reunidos alrededor de los ritmos donde protegían las ideas que protegían en su nido

   No todo estaba bien desde hacía demasiado tiempo. El micrófono nos reunía a su alrededor y soñábamos con embarcarnos y deslizarnos sobre tablas con las que surcar océanos sin cadenas.

   Esther surge para seccionar nuestro engreimiento; bautizados en la comodidad, vamos enterrando la rebeldía. 

   Ella repregunta para destrozar unas afirmaciones que esos políticos charlatanes han aprendido en alguna escuela de la desvergüenza, donde se engendran los monstruos que nos despistan de los logros de las ganancias desmesuradas. 

   Se enfada el vendedor de humos, porque le preguntan de donde saca esos datos que está expeliendo por alguno de sus indistintos agujeros. 

   Te destroza intuir que exista toda una generación de los que podrían ser un antiguo alumnado navegando por el océano de la vida, escuchando la chirriantes y estúpidas grandilocuencias de esos políticos que parecen ser desvergonzados y rompedores de estructuras y que no son más que marionetas simuladoras que las mantienen para oprobio y desvanecimiento de una verdadera libertad. 

   Inyectan venenos a una sociedad creada para la convivencia; por debajo de sus soflamas de grandes himnos, banderas de las patrias se esconden la violencia de seres canallas que te entregarán a quienes financian su creación de opinión. 

    Sólo el dinero y la posición en la vida que adquirirá por tantas mentiras a quienes engaña, le permiten que su mascará no arda ante su sentimiento de miseria. 

    Tratar con cuidado, porque adiestran animales, a esos filibusteros Santiago, que sin argumento, saca toda la baba de su marcialidad y amenaza con cerrar medios como "malas lenguas" que tan sólo le ha pedido que expliqué de donde se saca, su palabrería porque no da ninguna otra razón.

      Mientras sus enviados, alocados trastabillan en un falta de ética periodística y van arrollando a las Silvia que hacen pensar con esos datos que ella si ofrece. 

     Poca vergüenza, descubrírsela a esos Vito que apabullan con afirmaciones soberanas que se sustentan sólo por las mordidas que reciben de entes públicos, a los que tanto atacan, de los que tanto tragan.