Al llegar el momento se amontonan imágenes y no confías en que tus dedos acudan a las teclas adecuadas durante el tiempo justo para crear imágenes
Ahora que dos Claudia nos llenan de ilusión, sale un tal Marc y le cuenta a Nieves una historia, a la cual esta le responde quédate ahí, eso y nada más.
De la primera Claudia, lo poco que sabemos es que tan joven tiene una personalidad que derrota las falacias de un Albert que dice respetaban a las mujeres del fútbol mientras las iban derrotando en no poner nombres a sus camisetas, tener que entregarse ellas mismas sus preseas, darles unos premios humillantes y recordarles que su seleccionador era mejor que el anterior como aviso.
Ahora Pina vuela, aunque, incluso han tenido que perder una final para darse cuentas que es una especie de ángel pero con una daga para abrir porterías. Seguimos esperando a Salma para el atletismo.
La otra Claudia es mucho mas que una reina, es una Presidenta elegida por su país, por un pueblo que se está quitando las cadenas de una prensa pagada por los poderosos, que engaña, manipula los datos, desprecia la inteligencia, y prepara y justifica ya sean golpes mediáticos, judiciales a los que da carnaza o mafiosos argumentando con el principio de trasposición que es darle al enemigo, porque así lo considera, todo lo que sus pagadores están haciendo.
Sale Claudia, montada en un coche y la quieren atizar con la guadaña de: "es que lo ha dicho la OEA" ( organización de Estados Americanos) y ella pum: ellos no tienen nada que decir de lo que ha decidido el pueblo mexicano.
Alguien ajeno diría, ¿pues que ha pasado aquí?
Y, otro Bum, aún más grande; se imaginan a un pueblo que por encima de los periódicos, televisiones que siguen eligieran a sus jueces y estos pudieran ser cuestionados por alguna de sus parciales decisiones que ponen en la diana a Ione Belarra, por ejemplo. Mostrarían más respeto al pueblo. Es un gran poder en un Estado, pero si las personas comprendieran que por encima están ellas, la parcialidad de jueces sería una soga que ellos mismos se podrían.
Sucedió en un club, que fue Estado, unos miembros cogieron un material para no uso y disfrute sino para ganar dinero. Alegaron que al entrar en el lugar de autos ya no era del club sino de ellos y luego volvía a ser del club. Se les tachó de caraduras y un caso único, no como en el libro de arriba, los jueces del Supremo tiran de aquel acto bíblico para justificar el desamparo a Ione.
Si a un poder, y el judicial lo es, lo eligiera el pueblo que es sobre el que emplean sus conocimientos que serán recompensados; esos jueces se lo pensarían y en la manifestación de mañana, la pancarta la llevarían los tetos.
Y siempre una Claudia y otras muchas que crearon una banda por encima de las limitaciones
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