Se preguntaba como conjugar lo enseñado, envuelto en malabarismo dialécticos y otras apariencias; con lo que perpetraban en sus cuerpos y vidas.
Dias de pesares que hunden. Aunque nos salimos de una maquinaria putrefacta en sus entrañas que nunca ha querido ni arreglar, por no enfrentarse a inercias de siglos.
Ganó las elecciones internas con las cartas que tomó prestadas del movimiento 15M, pero se tuvo que adaptar a lo que no tenía este, una infraestructura pero carcomida por la exposición pública.
Cuando perdimos la esperanza, hubo gente que insistió en exponerse y ahora no tenemos excusa. Sigue faltando la necesaria base, pero tenemos La Base y en esta, gente desplegando velas para coger los vientos que seamos capaces de agitar alrededor de nuestros aires.
Viven las amebas satisfaciendo las dependencias y pueden utilizar palabras para denigrar. Nada como sus sometimientos a las indigencias morales, a las que les somete a quienes ellos dan su confianza. Que sus votos estén esclavizados a la desvergüenza de quien se ofrece como solución cuando es parte del problema.
Hablan con ampulosidad sobre la democracia, la decencia, su dios, cuando nunca muestran los actos que llevarán a cabo: que privatizarán lo que tanto te ha costado conseguir enseñanza y sanidad pública. Nunca menos eficiente que la privada; tan solo, tan real, la primera, minorizada en los recursos aportados para que su rendimiento sea inferior a lo que sería si se la respetara.
Que la Iglesia le cubrirá con el manto transparente de esa verdad que dicen poseer; pero que existen una realidad más cruda que golpea, es la que esta recibe privilegios, no por acercar a la gente a dios, sino por someter a unos crédulos no sólo a un dios, sino a los que se autonombran, sus sacerdotes y receptores de las riquezas terrenales, nada de esperar a sus cielos, por si acaso.
Las sombras se apoderan de nuestros días. Pero aun somos capaces de ver rutas; de saber que aquel Ruiz, Javier que explicaba con tanta "pedagogía" sus temas de economía, con el matiz de sus dependencias; que esa Silvia unida en el imaginario con Iñaki Gabilondo, ha seguido pugnando en su periodismo por darle honestidad y dignidad. Ese Cintora, Jesús, expulsado de dos televisiones porque el embaucador canalla se veía superado en su mediocridad con sus ropajes de camuflaje de izquierda, " las que era consciente que golpeaba".
Te preguntas como llega hasta estos tres periodistas, alguien ajeno a la televisión y como los juzga, aunque entre sus tertulianos tenga gente diversa, de esos dos mundos del bipartidismo. Pero estos periodistas ha dado un paso todavía más increíble. Llevan a Manu Levin, Laura Arroyo y Pablo Iglesias. ¿Quiénes son esas personas? Periodistas con una capacidad de análisis de la que han destacado en La Base y cuando alguien como ellos quieren dar una buena información ¿Qué se puede hacer?, pues llevar a los mejores y ello lo llevan demostrando estos últimos en nuestro programa.
En su militancia demuestran que esta no les invalida para dar una honesta información. Existe una creencia entre quienes se autonombran como no ideologizados su mayor capacidad para examinar la sociedad; de algún lado sacarán los argumentos que aportan.
Encerrados en este calor, el agua del Tajo, pugna por aliviarnos
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