jueves, junio 19, 2025

Mandani, la precisión y una graduación

 En un revista CTXT, que financian sus suscriptores, aparece una semblanza de Zohran Mamdani, aspirante a ser alcaldable en New York, con sus visiones sociales en una ciudad símbolo del capitalismo de Estados Unidos. Propuestas valientes para hacer más humana esa orbe con inercias a engullir a sus ciudadanos, para mantenerlos como herramientas para mantener una maquinaria sin corazón.

  Hace cuatro años empezó otra generación de alumnas-os que hoy se gradúan en la ESO.

 Se hace difícil describir todo ese manantial de emociones que se viven con esas personas que se quedan escuchando alrededor con un respeto que este año ánimo a dejarlo por la misma consideración que se tiene sobre ellas. Se merecen lo mejor y en lo profesional de la asignatura había algo a lo que ya no se llegaba. Las inercias de repetición pueden llevar a la zozobra. 

  Y aquella tutoría que hoy se gradúa; ¡uff! la efigie de cada personaje que pasó por aquella clase aislada, a la que llegaba sabiendo que ya se habrían cambiado de puesto, que ya habrían juntado mesas. 

  Alumnas que tras otro golpe de realidad inexorable, donde un compañero amigo de cena por muchos años nos dejó en lo físico y nos riega el ánimo cada uno de los días, se ofrecieron a montar una banda. No había conocimientos para crear ese mundo, pero llamaron a la música para que le abrazará y las aportará melodías con las que sonreír aún cuando las tierras se abriera para tragarte.

   No ser más que una pequeña muesca en sus vidas que se les ofrece, aún larga e inspiradora, no significa que por el corazón no corra el manantial del amor por lo vivido. 

   Cuando en días como hoy, el recuerdo se convierte el torrente, todo lo indescribible vivido cae a plomo sobre el deseo de lo mejor para estos grupos tan inspiradores, te das cuenta que el respeto que necesita mostrar hacía la música que te entregaron.  

  Tres años después, todo lo que no le entregues a la precisión de cada nota, es negarles la devolución del agradecimiento por lo que aportaron. 

   Crear espacios para que los Mamdani puedan componer mundos posibles con músicas del mundo

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