viernes, junio 13, 2025

Partitura diabólica

 Se mostraba tan sencilla como digna de admiración. Se exhibió por los lugares más diversos. Tenía la sencillez del sonido de una canción repetida en la niñez y la dificultad con la que te enfrentabas en su lectura.

  El como llegué a CEO de esta gran empresa que ustedes no sabían, fue por una serie de casualidades que me han puesto en esta situación de superioridad.

  La primera llamada pedí que fuera la de mi madre. El motor de toda mi vida. Confiado en ello, descolgué y alguien confiado en su poder empezó con un calurosos saludo, unas frases protocolarías y una puesta en situación, que era un recordatorio como habían actuado todos los anteriores CEO's de la empresa ante su gobierno. Le dejé que se extendiera en todos los detalles que construía el entramado en el que andaban liados desde siempre, porque mi empresa la fundaron sus antecesores en el gobierno, para que hubiera un puente de plata entre ambas orillas.

   Le agradecí su franqueza y con la mía propia le empecé a detallar las nueva formas de actuaciones de mi potente empresa.

  ¡Era una broma!, lector; si que soy CEO pero mi primera hora la he pasado viendo el cuaderno negro de las mordidas que lanzamos a unos y otros. El como nos cubrimos nosotros mismos y una de las corazas que tenemos es la publicidad que ponemos en casi todos los medios que sirve para sustentarles, limpiarnos y darnos esplendor. La cacademia del Arte podríamos vanagloriarnos 

    100% efectivo y de gran rendimiento. Sus paginas como por olvido, nunca nos mencionan mientras van cayendo uno y otro miembro corrupto, ahora de este partido, ahora del contrario. En mi despacho, existe un panel, con luces de Navidad divertidas para situar nuestros contactos y nuestras murallas de contención. Tiene la perfección y el equilibrio de universo

    Gracioso como los vigilantes se regodean mirando para otro lado, en el momento justo. 

   Los que me producen un risa floja, por su estupidez, son quienes creen que taparemos su corrupción cuando siempre se vanaglorian de no tenerla.

  Encima en algunas de sus decisiones nos quieren parar los pies, que vale, sabemos que no será así. Pero nos ponen a los pies de los caballos de una mala publicidad y eso a mis inversores no les gusta nada

  ¡Animalitos!

  Los perroflautas esos, sí que me mosquean, cuestionando nuestro futuro nos cogen en las mordidas y encima ¡ja! que quieren cambiar a nuestros queridos jueces con votaciones que nos volvería locos para volver a corromperles. Menos mal que nuestros Ferris son un pitbulls que se lanzan loquisimos contra quien les señala su amo.

   Nada agitar el mar para que se mareen y seguir mi empresa con sus trapis, eso pasará 

   Somos los dueños de la música y ponemos nuestras partituras 

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