Ey! hermano; qué no nos vemos!
Me van llegando noticias a salto de mata. Ya sabes que si te han visto, que si has dicho.
En fin, ya, después de muchos años, nos hemos acostumbrado a esa falta de contacto.
De alguna manera sabemos que tenemos nuestros momentos de felicidad y eso me basta
Ya sabes, uno no es muy partidario de entrar a ciertos lugares y claro, no coincidimos. Así nos has dispuesto la vida. Y es que como se me ocurre escuchar a MC Abdul, mientras tú te vas a escuchar otras música. ¡Así es imposible!
El caso es que suceden tantas cosas a nuestro alrededor; tú, fíjate, Raúl narra hoy, en "sucedió, lo tenemos que contar" que un Abde sufrió un "mataleón por parte de un policía fuera de servicio. Todo parece pasar por casualidad, nadie decimos nada.
Miro por mi balcón y contempló cunetas que sirvieron de tumbas.
Se acaba el último tiempo en la enseñanza y se ve el dinero que gana quien tiene la capacidad de elegir y con eso perjudicaba a la educación pública.
Decirle a un rey que elige sus marqueses que medie en lo que a él, no le incumbe al no ser que le quieras dar el poder de meter bajo palio, como hizo aquel dictador, militar traidor a su juramento de fidelidad a una República de la cual, alguien con los mismos pensamientos e ideas que ahora les hubiera debido respetar.
Así, hermano obispo, si no tuvieras tanta desvergüenza, a quienes te dan ese representación, les debieras pedir que no roben, que no se burlen con un Zendal por descubrir, que no prevariquen con quitar recursos que provocan muerte como en la Dana de Valencia.
¿Quieres meterte en política?, como les cubres a quienes utilizan tu religión para mentir con noticias que se demuestran falsas y que ayudan y justifican persecuciones en base a esas mentiras que están en vuestros mandamientos.
Lo dices, hermano, porque siempre has ansiado un poder terrenal, con la justificación de cielos por llegar. Pero mientras esto era una entelequia el dar privilegios y obtener beneficios terrenales era una forma de pasar por la tierra.
Hermano, no nos vemos, pero, ni falta que hace; pero eso no quiere decir que haya tú con tus privilegios. No eso no, rinde cuenta de tus negocios, paga la parte que te corresponde a quienes tanto te dan.
Y si, señor hermano del amor, pon las riendas a tanto odio descontrolado de tus seguidores, quienes dicen amar al prójimo. Y a nuestro hermano americano de una parte del Norte, el de la cultura de la guerra y lo insolidario, que pide también elecciones en España. Que juntos pidiéndolas
¡vaya panda!
El negocio de la muerte reunido para amortizar inversiones.
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