miércoles, junio 04, 2025

No miras

  Se acerca el momento, la lluvia sigue convirtiendo este tiempo en un abrazo para la naturaleza que le devuelve majestuosa una exuberancia que alimenta a bichos que algunos quisieran matar con venenos para quedar libres de ellos y presos de intoxicaciones y posibles enfermedades. Dicen que en otros países los perdonan, se olvidan de nombrar a las grandes empresas que los traen de aquellos lugares. No siempre es malo crear una cadena de asociaciones y ser consecuentes, porque estos señores siempre apoyan, no a partidos internacionalistas sino a ultranacionalistas. Ellos no lo son, porque su dios es el dinero, a nosotros nos debería ayudar ser coherentes.

  Tropezar durante toda una sesión en el no mirar al director de ese nuevo combo por desarrollar, puede desanimar y empujar a meterte en una caverna en la que se produciría un derrumbe que ya no te dé la oportunidad más que de mirarte en la proyección de la pantalla, habiéndote creado como un monstruo del que es muy difícil desprenderte por los miedos.

  La paciencia del maestro es enorme; sintiendo la música desde casi el nacimiento contempla la llegada de un ilusorio pretendiente a seductor de unos sonidos que viven entre tiempos con compases, con sostenidos y en la mente de este último se producen pequeñas explosiones que en el universo en el que se halla metido intenta producir el nacimiento de un nuevo lenguaje en el que poder enlazar con la belleza de los mundos sugeridos de Van Morrison o lanzarse a la carretera donde compartir luchas con el saxo de Clarence and now Jake Clemons en una intensidad o ilusionarse sentado en los propios Cañones para contemplar los ríos por donde ha fluido Bob y ahora los pone con el mirador de los saxos.

   Mientras todo esto es más fácil, y tantas veces un infierno, ajustar tus medidas a las aéreas melodías por las que se mueven las manos de ese amante, que nació con la música como parte de su sangre

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Siameses y mercader

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