En este instante en el que se apaciguan hasta los infiernos que nos poseen, la mariposa agita el aire a su alrededor y de ahí, un torrente en el que soñamos darles formas con las que penetrar entre los silencios que nos abren sus puertas para compartir.
Susan revolotea por las cuerdas en las que inicio su fantástico viaje a universos turgentes donde una estrella se introduce en su boca para ser paladeada por las delicias que antes vibraron en sus oídos cuando juntas queríamos encontrar un extásis en el que no se interpusieran las sombras de un árbol caído.
Desatada la tormenta, las notas se balancean en la música de Dylan, blonde on blonde y la visión de Johanna.
Pusimos una clave en la base de nuestrro camastro para entrar y salir a navegar sin escuchar ninguna otra a la que cortejar.
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