martes, mayo 27, 2025

Nunca te olvidaremos

  Y si, a quienes crearon héroes para hacernos sentir únicos y tropezaron con las inercias de una sociedad que conceden el orden a los más ricos y estos, como la querencia del león hambriento, se echan sobre los que son débiles, devinieron desamparados y les destroza porque en los comics de Peter David, no aparecían los Arturo Ui, quienes sintiéndose poderoso, no les concede una tregua, por su hambre y codicia humana, esta siempre insaciable. El animal, para; el nombrado humano dios, desgarra, aunque eso al final le pueda generar su propia destrucción.

Tiene narices que me lo diga tú, Pepa. ¡Coño, Pepi! si llevas pisándome el juanete medio minuto con el tacón en punta de tus zapatos de noches sin freno.

   Me escribe Yupi, con una ductilidad increíble para cambiar de opinión. Se ofreció para llevarme a los infiernos cuando Tulipán me emparedó entre dos rebanadas. Ahora junto con Ditirambo habla bien incluso de la melena que no tengo. Todo porque aparezco en el libro de efemérides en el que me colé por haberlo escrito. Es lo que tiene las apariencias, ves a un mendrugo pedir un taxi y, la vez, viajar en un autobús de discapacitados que podría llevarle, años antes, a un campo de concentración.

    Sosias, dispar donde los haya, me escribe sobre una pira, un canción de amor y un encuentro, desesperado, leches, no vayamos a llegar a la edad de Miguel Ríos y solo lo hagamos, anclados en la nostalgia. Nada que ver con aquella mañana y nuestros cuerpos ansiosos por respondernos sin límites .

    Los pentagramas se suceden con una rapidez que es voracidad; ahí, el lector se disculpa y la afirma, te olvidaré no sé cuántas veces, hasta que un día te diga te amo, incluso: A media luz.

   Regia mira con disciplencia hacia sus interlocutores; es lo que tiene bajar la cabeza, te ve la incipiente calva y ya has perdido el respeto que te habías labrado durante la escritura de seis hermanas para cuatro mesas, pues las habían tenido que cortar. De todas maneras, de sus melenas al viento no se puede esperar muchas mmas coletas.

  Así que menos orejas Caperucita y abuela, vamos a ver el huerto que tiene unas nueces, ¡Como hace años!

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