Te levantas como un zombie más pensando que cualquier tiempo pasado fue mejor, si se fue Pepe Mujica, pero claro se te aparece Irene Zugasti o escuchas a Laura Arroyo y te ves conduciendo un escarabajo para reivindicar otro mundo, mejor, más humano, sin el patrocinio de pútridos retortijones lanzados por el peor y más siniestro presidente que hay tenido esta última democracia.
Podría no ser importante sus vaticinios llenos de odio y podredumbre; como hace muchos años quisiste decir a aquel Alfredo, que, por suerte no te llamó. En aquellos días escuchabas la sentencia que hacían sobre quienes votaban a una opción moderada de sociedad, un socialismo timoneado por un Zapatero, que intentaba desembarazarse de un jugador de un póker político como pudo ser un Felipe, zalamero.
A aquel ser que te hizo la cobra, le preguntarías como existen gentes decentes que votan a quienes les han engañado, les han robado, han subvencionado expendedores de odio y han estado delante de muchos desastres y muertes haciendo gala de su ineptitud, ineficacia e incluso una mente criminal que ven pasar los fallecimientos de 4000 personas por decir que los medicamentos son caros; los de 268, por no estar en el sitio que debieran estar.
Si aquel ser al que le hacías reflexionar diciendo que el hijo puta que nombraba eras tu mismo, te pudiera parecer fruto de su tiempo, donde los recursos para obtener la información eran casi unitarios o ya subvencionados por las grandes empresas que son quienes soportan, limpios e inocentes esos grandes destrozos.
Ahora te extrañas no por quienes han seguido confiando sus conocimientos a quienes les alimentan con sus mismos productos proteicos de verdades a medio hacer, mentiras, filtraciones, seleccionadas por unos funcionarios armados que debieran estar fuera de lo público, para aspirar a servir a sus amos, desde sus propias cloacas.
Lo que te produce pavor es cuando contactas con gente a los que haces ver "que me estás diciendo" y cuando les preguntas su forma de informarse, no sé si por vergüenza o por aún más, te dicen que ellos se informan en Bélgica o en Rusia, o no te dicen donde adquieren esa basura que les sirve para una cosa, pero no para otra.
Y te extraña, porque en su vida personal, buscan no ser un número más; no dejan, que les quiten el tesoro del que hablaba Pepe, su tiempo; lo disponen para ellos y enriquecen con bellas aportaciones para su interlocutor o la comunidad sobre nuestros orígenes o evolución.
No aciertas a comprender como pueden tener en su imaginario a ese ser nauseabundo, como un buen estadista. Es que hizo crecer la economía española, te corroboran; entonces les dices, te doy un millón de euros pero me tienes que devolver dos, te quito recursos y me lo pagarás con tu sueldo en poco tiempo. No comprenden que entraron en una época dantesca donde existen fotos de ese presidente, con sus ministros en las que ni uno se libra de o haber pasado por la cárcel o estar inmersos en procesos judiciales.
Te imaginas que es el orden el que les guía y si algo hubo en aquella época, fue una ley Mordaza, pero previendo que utilizarían a la policía, curioso, como hacen todos los regímenes que se dicen liberales para acallar las protestas que generarían sus acciones de gobierno.
Y por que ya, no te merece la pena escuchar su selección de muertes crueles, las residencias de ancianos, no sé, o tenía la responsabilidad el otro; ETA, siempre, si; las cunetas en las que seguimos estando, no, pero ETA, horrible, ¡que lo fue!; libertad, la diosa LIBERTAD, pero la suya a la de los otros, ley mordaza; el decir que la monarquía borbónica, de siempre ha sido comisionista y ladrona, cárcel para Pablo Hasel.
En las hojas de los árboles, en los pájaros que cantan; la muerte nos va derrotar pero para eso se invento el amor, para reproducirnos; así que cuando tenga que venir, que venga, jugaremos a las cartas.
Pepe, en nuestros actos de vida. Cuidar de nuestro tiempo; sería nuestro Farero, nos deja los faros encendidos para que los sigamos alimentando con las cosas que nos motivan.
Terminar el círculo sabiendo que existen esos macabros seres, agoreros enriquecidos por empresas que buscan ganancias por encima de humanidad, con esta rodamos, sabiendo quienes son ellos.
Nace un segundo y muere otro, otro parto desde el puerto al más allá
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