Ganaron, perdiendo parte de su dignidad por amor al fútbol. Hoy, demostrada su calidad, han comprendido que tienen fuerza para, más unidas, ser aún, mucho más campeonas.
No puedo estar más orgulloso de ellas. Hace años estuve en una federación y había esos mediadores que perdonaban, por votos, sanciones por dopaje y te llamaban, babosos, por tu padre muerto, a la vez que te pedían el voto y luego, ya en su presencia, te amenazaban con quitarte cosas.
Mediadores que se llevarían por delante a quien osara insinuar algunas de sus bajezas
Toda mi insignificante fuerza para una bella lucha
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