sábado, septiembre 10, 2022

No apagar Septiembre

 Meterse en un bosque tiene sus peligros; sabes que si todo se espesa, podrás terminar en un lugar que te resulte imposible reconocer aunque hayas pasado tiempo y vida por aquel lugar. 

  Dicen que Twitter ahora es el gran bosque en el que te metes y te tiene dando vueltas por sendas, piedras, cárcavas y vueltas hasta que te diluye aunque pensarás en alguno de los momentos en los que te estabas encadenando a la grandeza de un verdor excesivo que eras un dios controlando la realidad.

  Septiembre es la puerta de entrada a otro tipo de bosque; tienes momentos de una preclaridad donde intuyes los caminos que son necesarios tomar. 

   Un hecho, que no es anecdótico, desata una cadena de ideas. Te viene a la cabeza la muerte de Mario y su activismo contra el consumismo y por una sociedad posible. Salió que pertenecía a Podemos. Ese partido atracado por el poder económico, mediático y judicial que va imponiendo, con la realidad de los acontecimientos que suceden, medidas que ayudan a los ciudadanos que para más inri son la España que algunos nombran como mantra pero sin pulso.

   La subida del pellet provoca ese viaje a la necesidad de confluir en una sociedad llevada al enclaustramiento por nuestros bosques personales. Un 60 por ciento, dicen que ha subido el saco. Nada lo justifica.

 Le echan la culpa a este gobierno que permita esa subida. Gente que vota a quien glorifica el libre comercio, pide lo contrario de lo que vota y encuentra lógico atacar a quien defiende lo que piensa. Es otro bosque; pero en ese, nos hemos dejado meter y somos felices aunque inconsecuentes.

  En esa puerta intuimos que el cooperativismo sería una forma de destrozar ese canibalismo en el que nos vivimos. Lo hacen muchos, pero no les nombres anarquismo porque se les abre un portón al odio inducido, como a aquel señor, que con todo lo pasado, seguía rechazando lo catalán. Abismos de las mentes donde cayeron y no saben escalarlo con los dedos de la lógica.

  Septiembre es ese bello espacio montado en una escalera mecánica que sabes que de forma inexorable nos lleva a los bosques de lo repetitivo y nos aleja de los ideales que necesitan materializarse antes que nos ahoguemos en el barro donde nos tratan de meter los que sueñan ser dueños, con la ayuda de sus secuaces y nuestras pérdidas 

  

No hay comentarios:

Siameses y mercader

Siameses y mercader
Zaida, Fernando y