Willy Veleta cubre el patio de mi insti que es particular. A lo público lo perjudican porque el capital quiere diferenciar.
Fiquipedia se enfrenta a una gran maquinaria propagandística de las empresas y religiones privadas favorecidas desde hace muchos años, con el poder de su inteligencia pero sobretodo de su compromiso.
Desmonta la verdad sobre los cheques que la Comunidad de Madrid da a los colegios privados, que se conciertan para diferenciar y quitar oportuniades a los centros públicos. No son becas y no van dirigidos a los ciudadanos.
A la iglesia y a otros empresarios de la enseñanza, los amamantan para que sus clientes tengan privilegios y esos centros se lo devuelvan en forma de votos, porque les ha dado privilegios que les diferencian de los "normales" y de los "advenidos".
Willy se acerca a la manifestación de este pasado sábado 10 de Septiembre que tiene lugar por el Centro de Madrid. Parece que hubo mucho personal del colectivo docente y de las familias, pero no son sufientes, ni mucho menos. Muchos prescindimos de nuestra responsabilidad en mor de unas personales. Así se ha beneficiado siempre los que quieren el poder y el control.
Se organizan las asociaciones católicas para crear otros tipos de educación, supremacista, a partir de mentiras. No creen en su dios; este no permitiría que la mentira fuera el arma para conseguir el objetivo.
Son poderosos, pero las importantes son las personas a las que les da voz Veleta. Willy salió de las garras de Ferreras. Hace frío cuando a la sumisión se la riega con dinero y a la honestidad se la deja en la calle. Comprende, pero necesita que se lo digamos, ha conseguido dar belleza a las vidas que buscan a sus seres queridos, a la sanidad que no quiere ser sometida por los intereses privados, a la educación que contempla clases de 30 alumnas-os y necesitaría recursos materiales, que duro es tener enfrente un polideportivo de una fundación de un banco al que se ha salvado y ver que no se puede utilizar y además está cedido a un club privado, económicos y de profesorado.
Ese día bajo la luna llena, un kayak soñaba con describir las curvas con las que trazar caminos de destreza. Willy, satisfecho, había llevado el suyo a abrirnos puertas que nos parecen cerradas
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