martes, septiembre 06, 2022

La toma de la irrealidad

Señora la irrealidad nos ha tomado, me lo dijo mi amante que para eso de las apariencias parece un periodista deportivo que se sorprende que LaLiga les vaya a tener en cuenta si hace las preguntas pertinentes que les interesan para volverles a llamar.

  MI chico aún hizo más dolorosa su indiferencia hacía mí. Sé que debo comprender que delante estaba su mujer y que esta es de armas tomas. Ese periodista ofendido por la falta de libertad  a la que le someten esos vendedores de su producto, el fútbol, resulta que trabaja en la COPE y claro, con tanto deporte, lo de las patadas, no vayamos a exagerar, que tiene que servir en esa emisora y en la televisión, no le ha dado tiempo a preguntarse por las cosas del vivir y del actuar de la Institución que maneja la creencia católica y si le dejarían hacer algún especial que profundizara en la labor de este grupo durante y después de la guerra civil. Lo mismo le daban horas y horas, o la boleta; pero no debiera extrañarse de lo primero.

  Por haber recorrido siempre la vida en los márgenes de mis deportes y otras cosas, en el 15M me pareció como si fuera el origen al cuestionamiento de las cosas que dirigen esta sociedad. Un poco ridículo sí que les debí parecer a muchas personas que llevan toda la vida en ello, de una forma práctica, comprometida y combativa.

   Ellos siguieron, años después, y yo que no aspiro a dirigir una compañía de vuelo, al menos con la edad, no he perdido la conciencia de a quienes tengo que ayudar y quiénes son los que tratan de imponer sus formas y limites, aunque sí he vuelto a los márgenes, tan peligrosos de recorrer que hoy, que esos poderosos ven en peligro los privilegios y están echando toda la carne de mercenarios en las parrillas de las televisiones para que proclaman su evangelio, veo que se tiene peligro en perder.

    De aquella época y de aquellas personas comprometidas y consecuentes, me viene a la cabeza Mario. Nunca tuvimos amistad, coincidimos en aquel tramo y sus secuelas de 15M en multiples ocasiones. No le conocía de su compromiso anterior y si, por encima, siempre he sabido que estaba en los lugares donde se aspira a otro tipo de sociedad; en su forma de ser, era consecuente y siempre estaba pendiente de organizar talleres de bicicleta, para que los propios usuarios no tengan miedo a utilizar ese material.

   Detrás de ello, del uso de la bicicleta está el eliminar el uso del coche. De eliminarle en un porcentaje suficiente para que la sociedad, en la ciudad, pueda volver a ser más humana. Era una lucha bella, necesaria, urgente. Carnecruda proyectaba desde 2030 como habíamos empezado a cambiar en este 2022 muchos de los hábitos de desplazamientos que nos harán más respirables la sociedad. Mario dentro de unos años, estará orgulloso que en esto y en otras formas de vivir fue consecuente, con una dureza que no hemos sabido soportar muchos.

  Ayer, me dicen en el Rincón, que fruto de un infarto, había muerto. Andaba mucho por allí, y era una persona que nos hace amar ese espacio, como Raúl que también, de forma silenciosa, fluía por allí, para edificar un orden allí, que los étereos, nunca nos preguntamos porque están así las cosas, pero que sin ellos no podría ser. Somos una pequeña parte de su vida y ellos nos trazan rutas por las que intentamos independizarnos de los grandes caminos que otros nos preparan para que vayamos, vallados y encadenados a cosas ciertas que nos ponen en sus grandes carteles.

  “NO SE PUEDEN TOPAR LOS ALIMENTOS BÁSICOS, ESTAMOS EN EL LIBRE MERCADO”, pero ellos le han recogido el producto al agricultor a un mínimo, y ha llegado aumentado en un 600% y esa es su libertad.

    En esa puerta la del Rincón, me abrazo a mi ángel de estos años. Viaja a explorar su cuerpo. Tengo tanto dolor de las ausencias, que me da miedo despedirme por un tiempo. Es tanto lo que me ha dado. A veces, aspiramos a lo físico, pero abrir un corazón, comprender las zozobras y ser generosa con todo lo que la rodea es una obra de arte, hecha ser humano y a esa mente la queremos dar lo que nos exploramos; y a su cuerpo queremos volver a abrazar y devolverla parte de lo que nos ha dado.

    Aquí estamos, pareciendo que nos ha tomado la irrealidad. Tomando conciencia de ausencias y siendo, en parte lo que vívimos con ellos y aspiramos a caminar con ella

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