domingo, mayo 15, 2022

Arquitecturas sin agua

 Dicen que una gota de agua, no vuelve a pasar nunca por el mismo sitio. 

     La arquitectura del terror de Paul Preston, libro que se ha quedado este fin de semana en la esquina de una mesa a la que le falta fuerza para atraer la atención en medio de una primavera que te ha recordado lo que es ella y como puede dejar dañadas las plantas de tus tomates, a los que creías que esta vez, les daría el trato que se merecen. 

   Tú te vistes del treintyun de Victor Chust, y te propones ganar al Madrid para un Cadiz con el que siempre navegaste con Sandokan, Juan José, de capitan y que tiene en tí, la vela de Michael Robinson a la que agarras con la escota en la que prolongó toda la humanidad que hiló en cada una de sus programas.

  Así sea, dice tu pecho, mientras vas recordando algunos de los nombres que ha puesto Preston en el análisis de quienes dieron un relato a una guerra provocada por rebeldes que ya se habían corrompido en la guerra de Marruecos, como fue narrando Arturo Barea que fue testigo directo que estuvo en la oficina que administraba aquellas corruptelas de los jefes y estos, que fueron cogiendo las justificaciones de los panfleteros o sacerdotes Tusquets, o policias, como Carlavilla para que unos, ya potentados y otros, mediocres pero que comprendian quienes eran los que eran capaces de crear un odio asesino y que estos si, recompensan a los traidores y les podrían dar también privilegios y riquezas, como el envidioso que recibió en recompensa la electrica que camuflada en cambios de nombres, siguen manejando precios que empobrecen a muchos de quienes siguen dándoles una confianza ciega, amparándose en el canalla "todos son iguales".

  Aquellos nombres, que trasvistieron una rebelión de un heroismo que había sido una traición parece que te regresan, como en estos momentos, de forma sorpresiva, en "A vivir" te recuerdan las dinastias que vuelven al poder a pesar de que sus predecesores fueron ladrones, traidores, dictadores, o todo a la vez que parece el patrón normal.

  Los Vallés de hoy, que para dar una información sobre los partidos que van a ser votados en Andalucia, te esconden a Podemos. ¿Es bruto decir, asesinan? a esos seres que han logrado subir el SMI, que defienden la vivienda digna. No hay rey, ni premio que le otorgue, que limpie su iniquidad, su odio y la destrucción de un periodismo que dice defender. Como esa Ana, espectacular, incisiva, que ponía maestros de las preguntas y las repreguntas de la BBC y que se dice Newtral pero que no es capaz de hacer un "Fact check" a un corsario del periodismo como es un omnipresente Eduardo, amoral por antonomasia. Mentiroso compulsivo, pero eso sí, en la cuadra del propietario Flo, como el Ferri de más periodismo, sin matizar, de lo que a él le da la gana, que no son los abismos en los que se debiera sumergir para estudiar los cimientos dañados de una sociedad a la que siempre se debiera proteger de los que son sus dueños y en esa circunstancia se quiere mantener.

  Muchas otras cosas rodean a los traidores levantamientos, pero alrededor ves pasar la normalidad de una sociedad que sigue la rueda de la vida. Lo saben y confian en esa cruel equidistancia de quienes analizan encabezados como parte de su sabiduria, cuando en realidad son visiones de una sociedad o pozos ciegos de la misma. 

   Aún dándose se cuenta, se consideran capaces de andar sobre los excrementos, como otros dicen que lo hicieran sobre el agua, aunque no se llamarán Meca. Cuando un día, ven golpeando grises de una época, confian, en ser quienes estarían en el lado del espectador, porque están en la ley, como lo estarían en la de los dictadores a la que igual llaman. 

   A quienes vieran estas limpidas mentes, siendo golpeados, los considerarían merecedores de ese castigo, incluso los que llevaran un ataud de alguien que les contaba lo que pasaba en un pais que se habían encerrado en si mismo, para protegerse de injusticias pasadas y les iba convirtiendo en seres bestializados.

   Llegó el tiempo para los del odio, que eran financiados por los dueños de los tiempos; se anuncian los mismos advenimientos porque siempre están los que son mercenarios de los que siendo invisibles, en sus imposiciones tratan de lavar su imagen con los éxitos de gladiadores exhibidos en los diferentes circos

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