sábado, marzo 19, 2022

El bordillo

 A mí lo de esta semana, vaya si me mosqueaba. 

Esa tierra rojiza. 

Eso cielo que no era cielo sino tapa

Ese coche que se me ha quedado a la vista, por ver si le lavaba.

 Ser delator no es bueno, tampoco sucio, lo sé.

 Decían que era la arena del Sáhara y vaya, nos la hemos traído, como muchas cosas de allí, pero parece ser que la dignidad, no.

 I believe in you, dice el siempre Dylan. Yo no, pero enfrente estaba el caos del orden.

  Condescendiente te dijeron, "mira Pedro, cariño". Te diste cuenta y pensaste: a poco pongo unos gramos de cordura y aquel producto de una sociedad decadente, se diluye porque la sinrazón no puede personificarse en tantas simplicidades.

 Hoy,  Positively 4 street es un pasarela para la fama. Se exhibe, en altura, garbo y saber estar. 

  Observa a sus predecesores; el tiempo cambia sus traiciones y les da la pátina de haber gobernado un país.

  Se sueña en una gran mausoleo. El tiempo, como el polvo lo cubre todo. 

  Salvo si el polvo es del Sáhara y la traición  un compatriota. Cuando el sátrapa comprende que eres débil porque a él le temes y con el necesitado un miserable, estås cavando tu propia tumba.

  Mi deseo, ya se pasó la inevitable ayuda, es que a pesar de tantas Medias parásitas, perdieras por ser fuerte con el débil y sumiso y dadivoso con los poderosos.

  No me importa que tengas las Visions of Johanna o que Queen Jane te anden buscando. Algunos entran en algunos lugares para que le silben.

Es curioso, tú te vuelves, soberbio como diciendo Madonna, aquí estoy.

 Una pena, ella te ha visto tu caja vacía corroída. 

  Serán cosas de niños pero quienes traicionan, saben que lo harán con todo

  Eres tú quien me dices que no pierdo ninguna fe porque nunca la tuve. Son sabios tus señuelos porque corren por carreteras, pensando que no puede haber los tropiezos, pero los hay, en los bordillos.

Malditos, dices, pero te fiaste de quien los pone.

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