martes, marzo 15, 2022

De lo profundo

 Cuando te vas, a duras penas has podido navegar el último tramo; sientes que el océano te atrapa, que incluso tu volcán puede ser engullido por las aguas jóvenes, por los cotidianos empujes que derribarán muros y se atraparán en pantallas. 

  Eres tan pequeño y tan tristes están los ojos de tu mente que buscan una razón, que apenas aciertas a intuir tanta y tan diversos futuros. 

  Crees que tus josinas, no son como las lasinas que hacen a un equipo luchar hasta el final y haber conseguido grandes victorias. 

Parece que las tuyas, les invita a esconderse debajo de un banco como para ser una diversión. Pensarán que la vida es una tómbola, con días de números acertados, para una "muñeca chochona"  y otros, son palabras cristalizadas, para moverlas y jugar con ellas para generar colores,

  Pero miras, y tú buscas porque a ellos también les llega los tsunamis; embutido en tí, en tu vaso sólo se derrama un líquido escaso para un mar. 

  Si, ella, siempre está atenta, escrutadora, intrépida para ser grumete, timón o capitana. La envías como un SOS, porque entre la tripulación; tú, vuelves a perder la brújula. 

  Con una mano de ojos de sonrisa, de vida, te alivia la zozobra. 

  Poco a poco, porque son vidas que estallan, pero se protegen para cantar y labrar los sueños, pero, también, para agarrar ante los abismos, sacar de los pozos, fabricar parihuelas para seguir la vida, llevando al herido consigo, ellos se vuelven, te saludan, levantan las manos que al moverlas, no saben, que te arrullan.

  Incluso sale un corazón, que te lanza, de uno de ellos, que ha descubierto que puede ser traspasado; pero se vuelve y sigue, como la vida, porque alrededor existen quienes le van rodeando con los puntos de sutura, de sus historias, de su adolescencia que es locura, desmesura, compañerismo, con las manos dispuestas a unirse para ser barco de mil tempestades.

  Pasas, como en un suspiro, como serás en sus vidas; te dieron un salvavidas, que a los volcanes, aunque desistas, tal vez un día, también tamizan, mientras les miras con el corazón. 

Cada día, arriba, abajo, destruido, deshaciéndote, te fuiste construyendo, con sus silencios, sus miradas, tus errores y ser naufrago, mas navegante

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Siameses y mercader

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