jueves, marzo 31, 2022

Algo por ver

 Cuerpos tendidos por un suelo rugoso. Los dos parecen tomar las formas del otro hasta mimetizarse. Podría pasar el tiempo como un dron y no darse cuenta de nada.

  El silencio se alarga porque al tiempo nada le sucede. Se adormeció en un invierno que no consigue desperezarse e irse. Los brotes de la primavera permanecen expectantes, por si un día, un segundo más prolongado de luz consigue abrirse paso entre los hielos, los tempanos y suelo que cayó en un sopor con el que acunó a sus plantas para que estas descansarán de todo su esplendor de las demás estaciones.

  Como llevado de un hilo, un dedo, una brizna de oxígeno consiguen moverse, todo es tan mínimo que el cielo no parece darse cuenta de su poder. Luego será una mano, un pie, un pecho que se hincha, como con miedo porque ese abultamiento pudiera mover una foto fija. Algo visita los cuerpos y los hechiza para que vayan tomando vida. 

  Cuando esta llega, es una explosión, la primavera rompe las ultimas garras del cruel invierno y brota como en saltos, giros que quisieran trepanar el, aún, espeso aire. 

  Allí, una mata atrapa y ocupa sus alrededores; un árbol luce orgulloso su nuevos brotes de flores y brotes. Los animales bostezan para alejar su letargo y ellas, las hierbas te hipnotizan como un colchón para meterte en los muelles de una humedad que te calará los huesos. 

  Sois, 5, 7, muchos más sería una invasión. 

   Te vistes de grupo y lento, muy lento miras todo a tu alrededor. Tanta y tanta belleza. Subirás con saltos, las cimas que absorberán tus oxígenos pero te pintarán, ser creciendo. 

   Girarás acompañando alguna hoja antigua que cae, para levantarte con otros giros que trepanan los sonidos.

   Arriba, en peñascos como balcones, explorarás lo que te viene e trazarás antes sendas para que no te sorprendan los mundos que cambiaron en la oscuridad invernal.

   Cuando descendáis de vuestros miradores, los ritmos de las aguas en estampida, las acompañareis, hasta que en un final. 

    Salvados, plenos de satisfacción, caigaís en un sopor, ahora de vida que palpita, de sueños que se cumplen, de barreras imposibles, que, sin embargo, caen.

    El suelo se llena de vosotros, pero el aire de bocanadas para revivir y de voces para proclamar

La sala exterior

Si supiera que hoy cuando me fuera a la cama, encontraría en una de las esquinas las memorias que vistieron los actos de Pina Bausch, ya me hubiera ido hace una hora. Sus mundos se me dibujan en los sonidos de Dylan

  Vagamos durante la semana en caminos que nos definen futuros. Se puede tener la suerte de encontrarlos rodeados de árboles en flor, con colores de sueños. Alguno tropieza con piedras de muros que tienes que ir quitando para ver el sentido de acudir a las repeticiones. Muchas describen sendas como un cajón del que han decidido que los cuchillos pendan de su tejado. Las pesadillas del desamor, la conviertes en rutina como un acto que dejó de tener sentido. 

   Esa mañana, tras viajar y descansar en un refugio que perdió su significado, todas esas vidas cobraban un nuevo sentido entre las señales de una cima cercana; árboles con abrazos y cosquillas de camaraderia y un río que naciendo parece pura inocencia en el que bautizarte, por la nueva vida que te dará este día.

   La ropa, el casco y el chaleco son tus pinturas de encuentro con el agua del que te harás compañero, pero conociendo sus violencias. El kayak y la pala serán cuaderno y boli con el que esparcirás cuidados, descripciones y actos de una unidad que se tiene que tejer, con apoyos, consejos, auxilios y arrojo.

   Todas las kayakistas, como las abuelas alrededor de sus manteles y sus charlas van elaborando un vestido para que vista la memoria. Agua, piedra, pala, cuerpo, mente con sus habilidades van dando ritmo de paso para ser un cuerpo en medio de un universo casi cósmico, con noches sin soles. Tan   tan; tan tan tan, tantantantantantantan; y la rampa al cortado tantatatatatatatatatatata y así, una y otra vez, u otra, sin presentación, sólo abismo taaaaaaaaaaaaaaaa. Pero siempre, en unidad, avanzando pero buscando; por aquí, no, no, tal vez por allí, mira, mira aquello termina mal. Entonces, todos paran. 

   Se oye la respiración, buscando el oxígeno que se fue antes; Bocanadas que se comen a pares, para lo que necesitarán después. 

   Subidos y equilibrados sobre piedras cuerda, cada una va saliendo a explicar la mejor ruta. Una, explica los rebufos que ahí, las piedras en las que equilibrarse, los sifones que buscan a sus robespierres o las carreras con cabriolas que son contempladas por otras más montesas. Alguno desde su mesura, arropada en una técnica envidiable, supera con limpieza los listones de los saltos de altura; se queda en un equilibrio sobre una precaria contracorriente que parece siempre se podría romper. 

  Escuchadas las explicaciones más experimentadas, las más resabiadas, las más prudentes que incluso aconsejan portear este tramo de río. El grupo reinicia su marcha con ritmos en cuerdas que auxilian, uniones de quien se arroja al agua para dar ayuda a quien ha volcado, mientras otros han quedado en equilibrio para sujetar la cuerda madre que busca acoger bajo su regazo a quienes son pasto de las fuerzas de un agua sin control.

   No hay ningun cuidado que se esconda, aunque si cierto peligro que se nos escapa. La vida quisiéramos que fueran estos instantes. Olvidarnos de nuestra semana y vivir en el débil equilibrio de unos instantes entre la gloria y el caos. Pero a este, los brazos, como las manos de aquellas que elaboraban preciosos manteles, con la mente las van dando puntadas para que los nudos a los que nos asiremos sean permanentes. Marchamos por una jornada, en donde quizás un embalse, quizás el cansancio nos ponga en lo que somos el resto de la semana. Actos repetidos

miércoles, marzo 30, 2022

Invitado, pasa

 A Jesús no le han invitado a muchas casas, sin que sus dueños lo hayan denostado. La situación, se suele decir, es más prosaica, más simple, muchos mediadores le han quitado el pase e incluso no le han metido en su lista con lo cual pareciera no existir. La vida que te va quitando tantos seres queridos, te amolda a la desaparición de alguien a quien notabas respetuoso con tu capacidad de pensar y veraz en las informaciones que te iba dando. A veces, somos tan sólo eso costumbres y pérdidas.

 Mañana, Javier, con el que trataron el mismo método, pero ya era un periodista de radio, invita a su progama "carnecruda.es", al primero; este, Cintora, tiene un nuevo libro "No quieren que lo sepas" donde cuenta retazos de lo que él sabe, para que te embarques en su lectura y te sumerjas en los salvavidas de los datos que impedirán te vayas ahogando en tantas informaciones manipuladas y tóxicas.

  Empatía había hoy en su nuevo programa, diario de lunes a jueves; ha visualizado, a las personas con dificultades mentales, que no les ha impedido ser genios en algunas de las artes. Álvaro y Eva en Ucranía.

  No parece "polite" hablar de LaBase. Hoy era su capítulo 34. Todo es silencio alrededor del programa de Pablo Iglesias, Ana Serrano y Manuel Levin. ´

  Desde el primer día tiene un compromiso con los datos, verificados. Se nutre de analistas prestigiosos y a la vez, Pablo hace unas intervenciones, apoyado, no sólo en su "verborrea" sino en sus grandes conocimientos como polítogo. Hoy ha llevado al conocido y seguido en sus libros Ramón Lobo, junto a Teresa Araguren. Los dos estuvieron en la llamada "guerra de los Balcanes" y parece ser que hace poco debieron tener algun debate subido de tono. 

   Ramón, con sus conocimientos, experiencias y filias y fobias, ha dado un paso de inteligencia, con acto de una cierta humildad, para el aprendizaje. No iba a terreno amigo. 

   Teresa Aranguren, apoyada en su experiencia como corresponsal en aquellos paises y en aquel tiempo, era muycontundente con los datos en los que no escondía las circunstancias que fueron provocadas por una y otra parte. Siempre se han expuesto los bombardos de ciudades serbias como consecuencia de sus atrocidades anteriores. Es necesario escuchar a esta periodista exponer como hubo actos estadounidenses que bloquearon algunos acuerdos que se estaban produciendo y que era entre los interlocutores directos. 

   No, no abro las pestañas de ese periodismos mercantilizado para demostrar que estoy informado. Sólo mi tiempo para compartirlo con quien comparte conocimiento

Un paso, no más

 

 Si cojo un coche, me hago muchos kilómetros. Paso por San Juan de Plan, no parando por si aún quedará alguna casadera de aquella ornada, y tiro hacía arriba. No, más arriba. No, aún más alto. Equilibrándome por desfiladeros que cedieron un poco de sus cortados para que pudieras asomarte, por fin, a cimas de una belleza subyugante, que sólo has intuido en postales, creías, que impostadas. Puedo afirmar que lo hago porque el río Cinqueta es un viaje intimista entre una naturaleza salvaje, con accidentes geográficos que te descubren insignificante; los compañeros en los que tienes que tener una confianza plena, a la vez que ellos la tienen que tener en tí; por último, la otra parte, eres tu mismo. Cómo te acercas en esos momentos, en cuanto a forma física y a equilibrio mental porque vas a ponerte en juego con pasos que te requerirán todos los conocimientos adquiridos y su correcto uso en el momento adecuado

 Con todo este cúmulo de circunstancias y de reacciones humanas por acontecer; cuando tras unos trescientos metros de fantasmal llanura, como la planicie de una pista de atletismo entre los hielos; aparecen el esperado mundo de los abismos, con una rampa de 200 metros que te anclará al vértigo, contra piedras, ramas fisgonas en un cauce, aguas revueltas con sus correspondientes contracorrientes o sus sifones de salidas inciertas, con una velocidad que ni conoces porque a tu río, la rapidez se la da modesto desembalse, anegante de una tierra e injusto para una región, pero sin la  inclinación de este salvaje descenso que se te planta como un toro que ha sido invadido y atacado en su tranquilo espacio vital.

 Ya no eres tú, eres parte de un grupo al que respetas en la distancia necesaria y en sus señales de un común idioma que te pide pasar, parar en aquella contra o evitar el paso, sea en este caso, por la derecha. Si has tenido que coger la contracorriente, has bajado del barco y con cada uno de tus compañeros has visto hacía donde te lleva la corriente, si tiene buena salida y si se necesita apoyo con una cuerda porque aquella piedra te puede desequilibrar, decidirás el punto donde ese apoyo puede ser eficaz; arrojarla en el punto donde ya te has metido en el peligro, no tiene ningun sentido.

 Continuaras y verás un salto de siete u ocho metros, sobre una poza que parece tiene la profundidad necesaria para que frene la inercia de tu caída, no con un duro fondo, sino con un agua colchón, que te masajeará y te acariciará en la salida. Tiraréis, primero el kayak, y luego, a plomo, los jinetes y así continuaréis unos frenéticos kilómetros, hasta aquella caída a las tomadoras sombras de la que intuyes una rendija de  esperanza, 100 metros más adelante. La trampa es sibilina, perversa, en un primer momento te da  una copa que parece de veneno, por lo pequeña y por las enrevesadas corrientes que allí suceden, la caída es de 3 metros, luego, en una difícil salida, una rampa en un ángulo de 35 grados, durante unos infinitos 3 segundos te arrojan a una pared que quisieras fantasmal para que te dejará pasar, pero es granítica para comprobar la dureza de tu casco, pala y kayak. Cuando el compañero que ha sido el catador de cada una de las consistencias, levanta la pala para dar la aquiescencia a que tu, intentes no repetirlo en la forma, pero que el camino está expedito, te lanzas. Entonces sucederán muchas cosas, pero aquel aterrador paso habrá dejado de ser:

    la entrada a los infiernos


La voladora

 No, desde luego no es la parada voladora, es mi alfombra. He conseguido que vuele, pero no sé por cuánto tiempo, por ello, me he puesto manos a la obra enseguida.

  "La paz traicionada" de Amador Guallar. Se sube conmigo, primero, aquí, en tierra; para ser leido el libro y comprender la indefensión de una sociedad tomada por el fanatismo y encerrada por tantas traiciones hechas a un pais. 

   Son ellas, las mujeres, las niñas, las que son abocadas a una situación de sumisión, cuando son una parte necesaria para cambiar el futuro de un pais. Cada una de las niñas, que ha ido abriendo una ventana por la que entraba las letras, la comprensión de lo que estaba ocurriendo y luchaban por salir por unas escaleras que construían para que pudieran comunicarse entre todos habitantes.

  Cada una de las palabras transformadoras que reciben desde una reverencia, son veneradas porque las empodera y las visualiza, en medio de mentes que han sido encerradas en sus deficiencias para convertirse en dioses con carencias que les envuelve en ruedas que arrollan su propio futuro.

  Ver el alumnado, niñas y niños que van encontrando los momentos para comunicarse para compartir sus miedos, sus alegrias, pero también los temas que son entendidos sin sexo, sólo con los cerebros que necesitan los matices de cada una de ellas, en temas en los que suelen trabajar más o las matizaciones de aquellos a quienes la fuerza física les suele acompañar para enfrentar alguna situación muy particular, no, por ejemplo, de forma mensual, tener el periodo.

  Me levanto con mi alfombra para quitar la visión frontal de quienes me ofrecen una realidad comprada. Es desagradable escuchar una revista de prensa en una radio, pero sólo de los periódicos que cumplen esa condición, ser dirigidos para enfrentarse, con el dinero de unos poderes económicos. 

  Con mis pies, les arrojo motas de polvo de otras realidades, se la suelen sacudir, para seguir a lo suyo; dando valor a los dueños. Pero insisto en seguir arrojando mis pequeños conocimientos adquiridos en el libro "Taliban", en los libros de Javier Espinosa, de Mónica García, Ramón Lobo, y tantas otras para manchar la mente de quienes se creen ajenos a la situación dantesca de dejar a niñas y jóvenes sin educación. 

  Hemos aceptado cercenarles partes de ellas, por nuestra tranquilidad, pero no de nuestra conciencia, porque antes armamos a los que ahora las encierran. Luego, les pusimos de enemigos, más tarde, intereso que cogieran, otra vez, poder, y ahora nos lamentamos. 

  Somos ventajistas, jugando con vidas humanas, como las del pueblo saharaui. 

  Tenemos tantas obligaciones que nos sirven para que se diluyan responsabilidades

martes, marzo 29, 2022

Contactos

 Quedé ayer un poco tocado de los placajes y de la última melé. He estado entrenando fuerte. Las cargas, que he podido soportar, han sido cada vez más grandes. Mi psicólogo me ha dado unas claves para poder superar ciertos momentos en los que todo me parece imposible.

 Me ha dicho que no volverá a pasar si todo s ponemos de nuestra parte. No sólo yo.

  Visto en perspectiva empiezo a comprender porque perdíamos tantas moles.

Uno de los nuestros estaba todo el rato diciendo equipo, equipo pero uno de sus brazos no realizaba el agarre de forma ortodoxa. Estaba buscando bajar y bajarlo, todavía mas; como los impuestos. Pero aquí y allí no era la opción. Al final en estos casos los máximos beneficiarios son los del equipo de enfrente que quieren jugar con sus armas. 

  Me daba cuenta de lo que estaba pasando y le pedía que no lo hiciera, pero había sido abducido por esas bellas palabras: bajar impuestos, todo el dinero para mí. 

 A los más ricos sí que les viene bien y por eso en el otro equipo se alían con políticos periodistas serviles que saben que saldrán beneficiados. 

 Nosotros, con ese dinero extra que proclaman y cantan los rivales como  nuestro elixir estamos siendo debilitados, no empujamos y deberemos pagarnos todo, porque no son eficaces nuestros brazos en donde intentan presionar, debilitados.

  Algunos de los nuestros lo siguen a pues juntillas, en las gradas hasta nuestros aficionados empiezan a creerse las invitaciones a los nuevos métodos. Son tan persistentes y tienen tan potentes altavoces, que pese a nuestro esfuerzo, ayer y para los siguientes partidos, tengo mis dudas de obtener buenos resultados


domingo, marzo 27, 2022

Sendas

 Por una senda, encuentro a Pat que trata de entender lo que es, por lo que hace. Alrededor las viñas recien podadas y labradas las tierras aún húmedas, la refrescan sus caidas y sus desamparos. 

  No sabe si es dueña de su cuerpo o, a este, ha habido un momento que se ha plegado a los hechos. Camus, el autor que me dió "L'étranger" como un viaje iniciático por las esencias del francés que me fueron esquivas, como aquella Sandrine,  y a la vez, descubrirme navegando en los mundos de Albert que explora al ser humano por todas las razones que le arrastran en olas que parece no poder surfear sino sólo ser parte de ellas.

 Pat fuera de sí, piensa que en su otra vida recién abandonada lo que le está sucediendo, parecería un absurdo. Pero, en este ahora, se da cuenta que es ella y que ha cogido una mochila porque esta senda la quiere recorrer en sus vericuetos, sus ramas inmisericordes y sus charcos lagos. 

 Su mente se va liberando de las necesidades de un cuerpo que sabe que las caricias de un río recorrer los poros ansiosos. 

  Existen los domingos vascos. Prescindes de una cama que te quiere arrullar para tenerte la hora que las convenciones te han quitado, sin que estas tengan sus lógicas. Coges la mochila, te metes un pastel que ha preparado Belén y haya que te vas, al Txindoki, sabes que aquellos compañeros de los días de verano, están ahí, pero ahora, debes ir tú sólo. Los nuevos días, que se vistieron de encuentros, los tienes para prescindirte de incluso tus envenenados silencios, cuando estos no corresponden. 

  Posas los pies sobre la senda sintiendo que la escalera mecánica de tus nuevos descubrimientos, se diluyeron, a cambio los pulmones van recordando aquellos tiempos en los que los entrenamientos te concedían el deseo de una efímera eternidad. En esas revueltas de hoy vas descubriendo que cada una de ellas tiene más cerca el final, pero hoy las gotas de un txirimiri se mezclan con las de tu esfuerzo. Alguna te llega a los labios y besas ese instante, luego apaciguas la amargura con la botella que derrama otra agua, la de la fuente del pueblo que la toma de un manantial que toma de la piedras de su recorrido, la eternidad, para introducirla en un alivio para proseguir los pasos al sueño de ser hoy, un día en el que puedas llegar a una cima, y ahí acaba, sin pensar en otras mañanas que te den esa melodia con la tierra.

  Las nubes de arriba, juegan a los acertijos con tu mente, para darte instantes de intuir mundos que te podrían ser posibles. Se lo agradeces, las sigues en su juegos, también bajas los telones de tus ojos e intentas subirlos cuando aparecen los diferentes valles, o profundos, o abiertos con los tapetes de verde tamizados de la libertad de las vacas que en su quietud, acompañan el tiempo que quiere permanecer en tí.

 Si, en algun futuro a largo plazo, llegará la ruptura de la vuelta, bajaría al asador cercano, que me devolvería a los días de regreso tras la Behobia.

  Ahí estoy ahora, deleitándome de compartir con lo que me está haciendo ser

sábado, marzo 26, 2022

En agua

 Un día cualquiera, de un sórdido encierro, todo se va colocando, como si nada, diría la poesía. 

 Semanas de lluvia, como aquel Diciembre que de ser irrisorio el río en los primeros días, en navidades echaba fuego. En este no puedes entrar sin un material ignífugo, como en un río, con más agua y siempre con piedras en su lecho, no debes desafiarlo sin casco, que nunca deja de estar y un chaleco, que mira por donde, hoy se ha quedado muerto de risa, en el coche. 

  Será la primera vez en años, pero es suficiente para necesitarlo en un día donde el agua parecía engrandecerse y su fuerza era el Broken Heart de Eddie para esa niña, Emma que había tocado para Taylor Hawkins, batería de los Foo Figthers.

 En el agua se olvida ese espacio que siempre parece en suspensión. 

  Los años te dieron una seguridad y ver el líquido revuelto no te ha hecho dudar, tu cuerpo se ha ensamblado con la mente en una historia de desencuentros y encuentros.

  Hubo un tiempo de sólo los primeros. Las caídas eran como una llave a otras puertas que te subyugaban abrir aunque siempre tu barca era la alfombra que doblaba su consistencia por cada una de sus esquinas.

  Ahora, durante una hora y un añadido porque subirse entre las crestas era un diálogo atemporal de amor con cada una de las partes que entraban en el cortejo. 

 Se enlazaban los muslos y  musleras, se venían flashes de otros instantes, pero el de ahora pedía, egoísta, la mutua entrega y a fe que la  recompensa con el frenesí de sentirte uno en todos los efluvios del agua que dibujaba plenitud, la del momento, la que permanecerá meciendo una mente en fuga y un aire que fue testigo de una mimetización y algún día lo posará sobre una pareja en éxtasis.

  Agarro la pala para que desde el barco se la dirija como un boli; escribe entre corrientes, como sabiendo que a esas letras las diluira el olvido. Pero ahora penetra la pala y buscas que su introducción sea la más perfecta. No terminarás de escribir bien, como no lo harás, de atreverte a ponerla vertical por si caes, como podrían las palabras labradas en el miedo, que parecen bellas, pero como una flor a la que una ligera brisa, deshace.

  Desde el casco, como desde la atalaya, contemplo, para descifrar cada línea; ahora, si es tarde, no merece la pena pensarlo, porque eres tú, plenitud del ahora, nada por desdeñar, todo por descubrirse, pero percibes que cada punto que tocas, lo haces con una consciencia y una sabiduría que no tenías en todas las anteriores ocasiones.

 Y tiemblas y buscas una cajita en tu memoria para que se guarde y un día sus esencias emanen para decirte eso  fuiste y mereció la pena. 

viernes, marzo 25, 2022

A destiempo

 Llegó lento al pantalán. La motora estaba preparada y todo el velamen, orza y el timón, dispuestos dentro del velero.

 Fue entonces, cuando se volvió y de sus velas salieron las palabras: te esperaré, pero cada segundo saldrá tu nombre de mis labios; no me retuvo. Sabía que tenía que emprender aquel viaje, mi propio descubrimiento. Mi corazón sangraba, pero aquel viaje era necesario como el de Tristán;  podría pasar que después de mucho tiempo, nos diéramos cuenta que fue mejor así. ¡Nos hubieran separado tantas cosas!

Tú habrás sido feliz, con tu gente, pero yo no podré dejar de agradecer tantas cosas descubiertas

  Nada daba igual, mientras en el barco el viento de la juventud nos hacía superar cada principio de naufragio. El caos nos lo anunciaban en cada viaje. 

  Tanta de nuestras comodidades que nos habían atado a los devergonzados que siendo unos corruptos, tenían la cuerda con tantas ramificaciones que podían ir a los medios, con los gaznates sintiendo la tensión de los dineros recibidos, para incitar a la rebelión. 

   Era el final de los tiempos, diria Dickens, gentes honradas entregándose a quienes, sin complejos, sin responsabilidades les robaban de su dinero público, para dárselo a quienes les siguieran dando minutos de faro, ante el que se volverían a postrar.

    Habían deteriorado la sociedad hasta las nauseas, insultando, mintiendo, votando contra cualquer norma que pudiera ayudar, bien fuera a los mayores, a los trabajadores de cuenta ajena o propia, que, alucinados por sus logros y siguiendo siendo empujados por las velas de los dineros ilícitos obtenidos, o por los que habían conseguido de quienes serían arrollados y les iban perdonando, que pretendían subir a los púlpitos investidos por los trajes que habían robado a quienes tienen que representar a cada uno de los seres humanos. 

   Estos mismos sirvientes, en alguno de aquellos barcos fantasmas, postulaban como navegantes a quienes  querian arrojar a quienes despreciaban. Patriotas, se decían los primeros, cuando querían quedarse sólos, con sus ensoñaciones de algo que no existira nunca sin seres humanos. A tanto había llegado el deteriodo de tantas naves, que debías maniobrar para no ser embestido por esos trajes que habían tejido con sus odios y recubierto de oro por quienes nunca pagaban, ni en ser apartados por sus traiciones, ni en su dinero, porque el bolsillo de su patria lo tenian ellos.

   Días pesados como el yunque que recibe tantos martillazos que acepta y no encuentra un momento para soñar ser palo de un velero.

 Intuye que su labor podría ser bella; ayudar a dar forma a anillos, arados, puertas abiertas, pero le nubla que reciba también la contundencia de quienes preparan espadas, cañones, obuses, pistolas. Estos siempre le dicen que será por un mundo más bello. Pero desde su entrecejo, sólo se entrevee intereses propios, violencia y odio al diferente.

  Cuando al yunque le piden que aguante a moldear vallas, le dicen que del otro lado, vendrán quienes no deben ser recibidos.

   A veces, el herrero, le cuenta que el vinó de fuera, que, al otro lado de aquellas fronteras metálicas, había sátrapas, que estos servían a quienes no os pagaban los impuestos y que se tiene que tener más miedo a los que se esconde, que a a quienes en su pobreza, ponen su cuerpo para ser apaleados, entre el miedo, la soberbía y la sumisión férrea a quienes sólo les quieren para ser sus fieles servidores en sus villanías

miércoles, marzo 23, 2022

El autónomo

 Me acordaba ayer de un inspector de trabajo que se presentó como socio del Piraguada y me preguntó si le cobraba por haber enseñado a su hija y a él, una mañana. Eran socios, no. Al rato, el gran Luis, me puso al día de quién era. No volvió a aparecer.

 Hoy, María José Landaburu, explicaba de una manera clara que es un verdadero trabajador autónomo y sus debilidades ante el gran empresario. Entre los recuerdos que se posan en tu vida, está una oferta que le hizo una gran empresa a uno de sus camioneros. Era testigo, y no me lo podía creer, pero me temo que así han engañado y esclavizado a muchos de sus trabajadores.

  Le animaba el gerente a que se comprará el camión y con  él, hiciera el recorrido por las diferentes granjas para que repartiera el pienso. Debía ir, primero, a las que estaban en los alrededores de Guadalajara. La suma de kilómetros engañaría de todo el proceso que supone dejar el producto en cada uno de los silos. Lo increíble, además, era que le pedían ir a 250 kilómetros ida y luego, vuelta para servir a una sola granja 

  Aquello, lo iba percibiendo como una forma de desprecio que sentían hacia sus trabajadores. Además de una aspiración clara de tener esclavos. Comprado el camión, le tendrían a su merced. 35 años después, en muchos casos lo han conseguido.

 Se han aprovechado de muchas necesidades. 

 Lo terrible es que este gobierno, no se atreva con las grandes empresas y precarize al autónomo, un trabajador.

  No se atreve con los poderosos y confía en dar caramelos a todo un pueblo, a cambio de quitarles dignidad.

  Cuando aquel señor me llamó para ser víctima de una venganza, ya me confirmó la poca vergüenza en pos de mantener unos privilegios


Dancing the news

 Quieto, sin ninguna posibilidad de avanzar. Miras a un lado, al otro. Nada parece abrirte una puerta, una senda por la que puedas transitar. 

 Ese silencio, esa quietud dice que antecede a la llegada de la gran ola. 

  Durante tiempo no has hecho nada. Has aceptado que no entendías las rutas pero entonces, andas no será una solución, tampoco una forma de vida. En la arena escribí tu nombre, los días lo borraron

  Dice el libro "to write, to do". 

  No estoy seguro de lo que estoy haciendo, pero lo muestro. Alrededor la atmósfera es la de un tiempo canalla. Existen los hechos de unos partidos subvencionados, por un estado y por un capital que vota contra medidas que puedan ayudar a los trabajadores. La inmensa mayoría

  A muchos de estos lo único que les convence es lo que estos partidos, que parecen odiarles por ser o funcionarios, o trabajadores dependientes, son las palabras huecas de una patria, que no cotiza, una bandera que parece puesta en movimiento como un aspersor de sus mentiras y unos enemigos a los que animalizan para que, por ejemplo, dos descerebrados acudan a la casa de un señalado para ejecutar lo que sus guías, les insinúan.

   ¿Hasta donde llega la estupidez humana, para que alguien encerrado en un cascarón, que oye como en una misa, a un traidor a los habitantes de su gran patria, primero por cobrar de un dinero corrupto, y segundo, como compensación por lo primero, repetir una gran mentira que rompen las relaciones de entre quienes de forma veraz y a diario tejen una sociedad?.

  Cuando das valor a tu conocimiento y ecuanimidad, al hecho de tener 8 pestañas abiertas de los diferentes medias que parecen te van a dar la sabiduria de lo que acontece. Te invita el libro, para que cojas de la primera pestaña, ese titular del hecho que tratas que te lo expliquen. 

  Lo deberás leer,  en una habitación vacía; te desnudas, estás tu sóla; y te quedas en silencio, parada, en el centro o quizás en una de las esquinas en la que encuentras una luz tenúe que tiene la habitación. 

   Hoy, un perroflauta, pero no el que ha señalado Basilio Aragón; si a ese ese lider, al que fotografian como una imagen holística de lo que nunca ha sido. Hoy, ese ser, con nombre, con empatía te ha dicho que lo que te dice la primera pestaña, lo dances, lo explores; desnudes también esas palabras para ver lo que tienen detrás. No, te refugies en su media verdad, porque es parte de su media mentira.

   Asume todo, donde te llevaría, donde te dejaría; mira si deja entrar en la sala a tus acompañantes, si estos te transportan, te ayudan a pasar desiertos, te abren cielos. Si descubres que ante tanta ampulosidad, te crecen cadenas para que te lleven a una subasta donde se vende tu cerebro, tu empatía y el odio a los que te dice tu vendedor, tienes que poner como culpable de tu situación. De repente, tienes que pararte sóla. Como Barty, la jugadora de tenis, tienes que abandonar esa cueva en la que te ha metido ese primer titular. 

   Tu decidirás pero sería raro que dieras el mismo valor, a quien te ha sometido con sus engañosos mundos y te tiene mirando a una esquina, donde un descorchado te han dicho que es el mapa de una tierra por descubrir

lunes, marzo 21, 2022

El agujero

Busco un lugar que me sirva de rendija para indagar cosas que suceden. 

  Pedro, el protagonista de la novela de Edurne Portela, contempló como en una de aquellas simas, desaparecieron muchos seres humanos. Incluso "los ojos cerrados" poseen palabras para explicarnos los monstruos con los que hacemos nuestra vida, tantos seres humanos que vivimos en la zozobra en los barcos con la que la navegamos.

   Otros agujeros ya se taladraron hace muchos años. Existen épocas que se tapan o que incluso se puede edificar por encima; pero cuando las palizas se hacen habituales, los hechos repiten querencias. 

  Los cuatro goles del Barcelona, en lo que fue su jardín, tiene los aromas de un equipo que dota a sus jardineros de las herramientas necesarias. Confian en quienes saben. Se metieron en un agujero, cuando hubo presidentes que soñaron vacíos con telones sin armazones. 

  El Madrid son todos los escaparates juntos, dotados de inercias que sacuden árboles para dar frutos, pero sabes que nunca los has sembrado de los semilleros propios. Llegan éxitos madurados, pero sabes que son centellazos. 

  Nadie analizar una debacle tan grande y hoy tocaba enseñar a un Castilla, porque el equipo de baloncesto también había, perdido y si lo hubiera hecho el filial pues verías el equipo juvenil, o si este no valiera, el cadete, infantil o benjamin. Pero a todos ellos les llega, porque piensan, porque sienten, porque los ojos se abren y ven que no son nadie. 

  Que llegaran mercenarios y serán intocables. Días como hoy a esos jóvenes, porque hoy ganaron, les nombrarán llenos de futuro hasta que caiga un éxito de los mayores, que será glorificado por sesudos fanáticos del equipo, que, por supuesto, enaltecerán a los gladiadores, silenciarán y esconderán a quienes no aportan nada y, a los niños, con las tajadas dadas por las espadas de sometimiento impúdico, les invitarán a que vayan a algun otro lugar.

  Así que eres madridista, de gustarte desde el equipo masculino hasta el femenino, pero lo ves tan superficial todo lo que hace. Tan de publicidad para su presidente, que añoras, un Valdano, un Alonso, Un Zidane, pero estos salen pitando porque el sometimiento a su ego no dejará nunca crecer una idea de equipo, porque los esclavos siempre están a su servicio y el sentido de grupo, les da iedo

domingo, marzo 20, 2022

Desubicado

 Si ahora cojo y me voy a una eléctrica, está claro que me da un calambrazo. 

Miras el porqué. Vaya no existe esa camisa que te proteja. Será porque hace más frío pero en Francia se plantean que el Estado controle los precios de elementos esenciales para dar dignidad de sus ciudadanos. 

Un partido  que dice pertenecer a la  socialdemocracia tiene miedo, dice un antiguo compañero de clase, de las realidades de un reinado, y por eso lo protege.

  Esa misma idea política y social, olvida a los suyos, maestros, mandatarios, cualquier trabajadora que fue masacrada  por, primero, regímenes fascistas y nazis, además de por glorificadores de un rebelde que termina en dictadura. Todo por una paz social que hace ochenta años, fue la de los muertos en guerra y por una paz impuesta en armas. Ahora aquellos seguirán bajo la tapa granítica de los miedos que nunca reparan.

   Ir a amar a los Ikea de los lugares comunes de empatía pero evitar los muebles de las  dificultades pero bellos,  porque los armadores os dejarán tranquilos, los intermediarios os escribirán esquelas con toldos que os dirán es publicidad. Destrozar vidas humanas en "mor" a una entrada en una sala de apuestas en las que creemos tener el control, cuando la casa nunca pierde. Ilusos, no niñerías, es cuando nos confiamos a quienes a sus privilegios de siempre y su servidumbre a la riqueza la llama meritocracia.

  ¡Que tristeza, ¿no? Dani, un Dani cualquiera! No querer apoyaros en quienes os revolveria el estómago pero estaría con vosotras por querer otro mundo ¡Que sí, que tiene que ser posible! pero desde la honestidad

sábado, marzo 19, 2022

El bordillo

 A mí lo de esta semana, vaya si me mosqueaba. 

Esa tierra rojiza. 

Eso cielo que no era cielo sino tapa

Ese coche que se me ha quedado a la vista, por ver si le lavaba.

 Ser delator no es bueno, tampoco sucio, lo sé.

 Decían que era la arena del Sáhara y vaya, nos la hemos traído, como muchas cosas de allí, pero parece ser que la dignidad, no.

 I believe in you, dice el siempre Dylan. Yo no, pero enfrente estaba el caos del orden.

  Condescendiente te dijeron, "mira Pedro, cariño". Te diste cuenta y pensaste: a poco pongo unos gramos de cordura y aquel producto de una sociedad decadente, se diluye porque la sinrazón no puede personificarse en tantas simplicidades.

 Hoy,  Positively 4 street es un pasarela para la fama. Se exhibe, en altura, garbo y saber estar. 

  Observa a sus predecesores; el tiempo cambia sus traiciones y les da la pátina de haber gobernado un país.

  Se sueña en una gran mausoleo. El tiempo, como el polvo lo cubre todo. 

  Salvo si el polvo es del Sáhara y la traición  un compatriota. Cuando el sátrapa comprende que eres débil porque a él le temes y con el necesitado un miserable, estås cavando tu propia tumba.

  Mi deseo, ya se pasó la inevitable ayuda, es que a pesar de tantas Medias parásitas, perdieras por ser fuerte con el débil y sumiso y dadivoso con los poderosos.

  No me importa que tengas las Visions of Johanna o que Queen Jane te anden buscando. Algunos entran en algunos lugares para que le silben.

Es curioso, tú te vuelves, soberbio como diciendo Madonna, aquí estoy.

 Una pena, ella te ha visto tu caja vacía corroída. 

  Serán cosas de niños pero quienes traicionan, saben que lo harán con todo

  Eres tú quien me dices que no pierdo ninguna fe porque nunca la tuve. Son sabios tus señuelos porque corren por carreteras, pensando que no puede haber los tropiezos, pero los hay, en los bordillos.

Malditos, dices, pero te fiaste de quien los pone.

viernes, marzo 18, 2022

Trastes

 He pedido un curso de guitarra. 

  Me han empezado a decir palabras que jamás había oido y otras que las había escuchado de forma superficial y donde su contenido era diferente a lo que yo me había imaginado. De hecho una de las palabras, cuerpo pensé que era coger a la mujer que me estaba dando la clase.

  De forma paciente, me llevo las manos, al cuerpo de la guitarra. Anduve avergonzado, en ese momento, y también en varios más.

  Es cuando me han dicho que extraiga un determinado sonido, cuando el mundo se me ha venido abajo. No es un tiempo bueno, lo veo por Ukrania, podría decir que de ahí tuve la oportunidad de conocer la humanidad y la decisión de una adolescente a la que el equipo joven de kayak polo le dió muchas alegrías, y también muchos dolores de cabeza. Le fue un momento bello, y de lo poco que luego queda sea un cierto reconfort. Los seres humanos pasamos

 Me viene la idea de acompañar la guitarra con la voz me acuerdo de Julio. Hace muchos años nos dió clases en la escuela de Teatro, pero entonces yo no tenía consciencia de lo que quería y ahora, si la tengo, como posibilidad, me da la sensación que siempre me faltará la continuidad, como si la tuve en marathon. 

 El físico es muchas veces más dócil que el enfrentarte con los propios fantasmas del interior del ser humano.

 Cuando eres mayor, lees el libro "el imperio del dolor" y oyes todas las claudicaciones a las que le están sometiendo a Pedro Sánchez, comprendes las palabras de superioridad, no puedo decir que intelectual, ni moral de alguien a quien le viene bien el cómo están las cosas.

  Parece locura que tengas empatía por un pueblo al que sometiste, le extraíste sus recursos y ahora como siempre, el sentirte superior te hace que lo abandones y le entregues a otro gobierno que hará lo mismo. Unos dicen que es oportunismo político y otros que es bajeza moral, como si fueran cosas contradictorias, cuando hoy en día parecen ir cogidas de las mano.

  En la presentación del libro de Steven Forti, "extrema derecha 2.0" , Pablo Iglesias analiza lo  que está pasando en nuestra sociedad, donde admitimos que los trabajadores, dóciles, de  unos ricos, que  a los primeros consiguen  que les tomen como creíbles periodistas, y que son los nuevos, interpuestos, poderosos,  que nos eliminan a un político, que en un caduco, vengativo momento de honestidad donde denuncia los actos corruptos de una rival no prevee que está a su vez, sigue repartiendo dinero público para que se pase de puntillas por esas corruptelas y se la ponga de víctima, santa y  Cid según convenga. 

  Mientras el otro, sintiéndose miserable, usado y nada, pasa de señor a villano por no tener la capacidad de repartir de cualquier erario, por supuesto, público y por tanto esclavo, para amamantar a tanto correveydile.

  Intentas meter más arriba o abajo el traste, te sale lo que se te mete muy dentro, como la patria.

    Esa a la que dicen servir, pero desnudan de ética, de seres humanos, intercambiables para sus dueños con los que son sumisos

jueves, marzo 17, 2022

Ajustese la dosis

 Aprendiendo de la derrota permanente 

 Intento tomar la dosis justa para evitar glorificar la guerra. Parece cosa mágica y como diría la canción, sin embargo, te quiero.

  Te piensas las cosas muy mucho, lees el prospecto y te dices, porque lo uno te lleva a lo otro, buff para mí, que si quiero uno y medio todo se va al traste. 

 Ya es difícil encontrar la partes que te dan el tota cl; te vas al baul de los recuerdos y tomas aquellas ropas que te llevan al otro siglo, pero bueno, te dices, no he consumido de más. Luego sales al jardin comunitario y entre el polvo, ..el del Sáhara, por aclarar encuentras ese producto que has cuidado con tanto amor, y así, poco a poco, vas sumando. Obvias el dolor de sentir que la mula es de muy lejos, porque por sus años y sus pérdidas de aceite ya parece de la tierra y sobre todo de la reguera que va dejando, tanto cuando anda, como cuando intentas colocar otros aperos que se contorsiona porque sea un intento de ensayo erótico, sino porque tu habilidad es la de un porquero en una sala de cirugia. Todo esto ya te hace el 95 % del total, pero claro a mí me pasa como a las eléctricas. Resulta que el cuaderno de bitácora donde voy apuntando todas mis acciones. No es de aquí, es de allí, de donde el Brexit. 

 Pasa, para los que preguntan, incrédulos, que aquello sube y sube, como en una montaña rusa que quiere hace un K2 para que luego cuando caigas, te chorrees, quitando toda la poesia de por medio.

  Si hasta lo tuyo has llegado extenuado y has tenido que tomar ya un poco de afuera, cuando ya quieres vivir un exceso, con lo que no te pertenece, entonces aquello ya hacen saltar las alarmas. 

  Puede pasar que te ensueñes con una proclama húmeda que te suelen hacer quienes, a la vez que te lo sirven, te compran. Tu eres first, pero no certificate, que eso te los dan los del inglés; si esos que te vendieron en un pack, la burra con el camello, de un posible elitismo a adquirir que escondía lo vacío y ante todo la sumisión a lo privado.

  Muchas veces, cuando me vienen generosos, sean los dones que dan los intermediarios de un dios por ellos interpretados, sean cuando las fábricas de dinero, me dan una entrada para su contemplación, yo, por mi pronto codicioso, me echo un jarro de cerveza al gaznate, pero otro por la cabeza. El primero, mira que atonta pero el otro, me dice, todo lo que te arrojes en los brazos de ellos, te estará dando un premio en forma de tarjeta de puntos.

  Te lo dicen, y mira que te han tocado cosas, pocas, la verdad, pero decides que a las tres, por evitar olores. Y claro, decides dar la vuelta al mundo andando. 

  Y en cada lado, observas que pocos evitan los agravios positivos, tejidos con los hilos invisibles de las futuras armaduras. 

   Mientras, aparecen los rubies para recompensar las nuevas victorias y las continuas cadenas y las llaves para entrar en tu propia caverna

 

miércoles, marzo 16, 2022

Abajo el muro

 No tienen nombres, persiguen soles. 

Los chicos del Maiz cantan,

mejor no les escuches

te desnudan y 

al entenderlos te sajan 

 

  Algunos les cantan como si se levantaran antes de que aparecieran, pero más parece que anduvieran en las oscuridades, escuchando quienes les mandan consignas para ellos, con su implacable desvergüenza, repetirla.

   Y al otro lado, ¿quien?. ahí quienes anhelan que les repitan lo que ellos piensan, decía una niña al padre, en un tira humorística.

   España, si claro, si España, España, España. Pero, sólo la que se les somete, la que se emociona por un vozarrón, ensayado, impostado, inmisericorde con el débil, defensor de una religión, cuando está se calla y no les condena en su violencia. La que habla de los chiringuitos, no de los suyos; sino de los sindicatos, a los que quitan su función. Pero la reclaman, esos de cuatro líneas más arriba que van a sus representantes y les dicen porque ellos no. 

  Y ya, impotentes porque no estuvieron con quienes son como ellos, vuelven a los lúmpenes para volver ser adoradores de los políticos lobistas de las grandes empresas; con ellos gritan España, España, España, mientras los dueños se sacian, los intermediarios votados chupan las grandes calderillas, porque se les recompensa, al ser, fiel, como cuenta Patrick Radden Keefe; y ellos, 

  Ay, ellos, Aaaaay ellos pagan la factura de los productos inflados, de los colegios que van privatizan, de las escuela infantiles, ya no públicas, de las medicinas, que suben, de los hospitales, con escaparates para la venta, recogen hasta el último gramo de dignidad, les vale. 

    Y cuando todo esto les golpea, aturdidos, miran a las Efigies, impagable la foto de camperos, con ropa del Gran Almacen, y estos, a coro, conjuntados para un anuncio les dicen:

   Si aquellos los separatistas

   Si, si aquellos los comunistas

   Si, más que sí, los amigos de Putin

  Y se les cierra la mente, los humos se acumulan, no hay salida, pero improvisan una chimenea y entonces sueltan los efluvios de los telepredicadores, bocazas sin consecuencia de sus mentiras. Encerrados en estudios búnkeres desde donde plantan las semillas del odio, las riegan con sus repetidas patrañas y sólo esperan que algun desaprensivo, esos de España, España, España, un día el conducto de su orificio, tenga el suficiente humo para que coja una cheira y haga lo que la, ahora, inocente voz, tanto le dijo. 

  Y cuando le cojan, y le juzguen, y se haga el sumiso, como el otro, su voz, se hizo el payaso para salir del paso, porque amaban a una España, España, España.

  No se sabe si saldrá humillado, por haberse visto sólo; si comprenderá que el títere vocero, responde a los hilos del dinero, sin importarle ni él, ni los españoles, sólo la marca que tienen los preboste que pone por todos lados España, España, España, pero existe una

   A los españoles les explotan; y como dice, uno de sus empleados, el obrero es culpable cuando está enfermo.

   A los españoles les especulan, por productos y precios obtenidos de sus políticos siervos para encarecerles sus necesidades y carencia

   A los españoles les mienten, ¡joder! como si la mentira ya fuera aceptable, como en Estados Unidos, donde 69 millones de personas votaron a un vendedor que les había mentido más de 8.000 veces. Nadie se da cuenta, que aunque les protejan otras grandes fortunas, inhumanas, envilecidas como la protagonista de "Pain impire" es el comienzo de una destrucción, por ahora controlada, pero con chimeneas al caos.

   Y curioso, a esos adoradores de la España, España, España, les defienden quienes quisieran tener su propia comunidad, pero a ellos les sienten como trabajadores.  

   Quienes luchan porque exista una realidad con concepto comunidad, sin grandes alardes pero donde todo sea más justo; y el dinero mejor repartido.

    Y si, a esos adoradores, se les dice que los que aman las apariencias de una gran Nación, sometidos los disidentes, son los que han sido regados por el dinero del gran zar ruso, vamos sus efigies. 

    Pero como repiten, lo que no escuchan, pero si les pone en una hoja llena de simplezas grandes, que nunca estará en blanco, porque les estallaría la cabeza, pues seguirán a lo suyo. 

 

martes, marzo 15, 2022

De lo profundo

 Cuando te vas, a duras penas has podido navegar el último tramo; sientes que el océano te atrapa, que incluso tu volcán puede ser engullido por las aguas jóvenes, por los cotidianos empujes que derribarán muros y se atraparán en pantallas. 

  Eres tan pequeño y tan tristes están los ojos de tu mente que buscan una razón, que apenas aciertas a intuir tanta y tan diversos futuros. 

  Crees que tus josinas, no son como las lasinas que hacen a un equipo luchar hasta el final y haber conseguido grandes victorias. 

Parece que las tuyas, les invita a esconderse debajo de un banco como para ser una diversión. Pensarán que la vida es una tómbola, con días de números acertados, para una "muñeca chochona"  y otros, son palabras cristalizadas, para moverlas y jugar con ellas para generar colores,

  Pero miras, y tú buscas porque a ellos también les llega los tsunamis; embutido en tí, en tu vaso sólo se derrama un líquido escaso para un mar. 

  Si, ella, siempre está atenta, escrutadora, intrépida para ser grumete, timón o capitana. La envías como un SOS, porque entre la tripulación; tú, vuelves a perder la brújula. 

  Con una mano de ojos de sonrisa, de vida, te alivia la zozobra. 

  Poco a poco, porque son vidas que estallan, pero se protegen para cantar y labrar los sueños, pero, también, para agarrar ante los abismos, sacar de los pozos, fabricar parihuelas para seguir la vida, llevando al herido consigo, ellos se vuelven, te saludan, levantan las manos que al moverlas, no saben, que te arrullan.

  Incluso sale un corazón, que te lanza, de uno de ellos, que ha descubierto que puede ser traspasado; pero se vuelve y sigue, como la vida, porque alrededor existen quienes le van rodeando con los puntos de sutura, de sus historias, de su adolescencia que es locura, desmesura, compañerismo, con las manos dispuestas a unirse para ser barco de mil tempestades.

  Pasas, como en un suspiro, como serás en sus vidas; te dieron un salvavidas, que a los volcanes, aunque desistas, tal vez un día, también tamizan, mientras les miras con el corazón. 

Cada día, arriba, abajo, destruido, deshaciéndote, te fuiste construyendo, con sus silencios, sus miradas, tus errores y ser naufrago, mas navegante

lunes, marzo 14, 2022

Días de fauces

 Muchos, se visten de ayuda. Otras mañanas, no acierto

Leo lento, como en una miniserie que se próloga viajes

encuentros callejeros, documentales empáticos a infierno

trono desde basura; riqueza de podedumbre; el débil muereP


Cuchillos lanzados para segar los actos y las palabras

cada uno lo guarda, para que le señalen y guien

Poch escribre e Iglesias, lee, cuidaos con la inteligencia

a tu diana, la mueven quienes te sacan de la caca

si les sigues; para su provecho, no dirás ni un pio


Capitalismo con colmillos de meritocracia exclusiva

Glamour de una revista semanal, comprada en efigies

Aquí, allí, adoras su poder, mientras bajas la cabeza

sus fauces se clavan, su monstruosa fealdad, se sacia

domingo, marzo 13, 2022

No te preocupes

 Eso me dijo Eustaquio, el otro día en la carnicería venygana. 

  El lugar era sórdido; la luz, la de las últimas horas de sol de un invierno que quería ser primavera y el sonido el de las batidoras que mezclaban las justas medidas de aquellos productos obtenidos de tierras cercanas.

  Mi padre, que tiene narices que insista tanto, me quiere casar. La verdad que soy un desastre, alimentarme lo hago pocas veces, comer siempre, pero claro de esas maneras. Por casa, caminan otros animales con los que parezco coincidir en la indiferencia hacía su pulcritud. En la despensa y en los armarios se acumulan mis despistes en forma de alimentos y ropas innecesarias.

  Y en la cama, permanece inerte algo a la que voy poniendo los vestidos de alguien, según van llegando los recuerdos.

  Él lo ha ido consintiendo pero claro el escaso tiempo que le queda parece que quisiera permaneciera su apellido. No lo sé, a mi me asalta ese tiempo perecedero. Zweig es eterno, pero ya no está con nosotros.  

 Le atacó la desesperanza por las vidas lanzadas a las muerte, por los dueños de la vidas ajenas. Su literatura son los abrazos de un atardecer vestidos para la felicidad, pero el ser no se pudo sobreponer a las noches de los hechos cotidianos.

  Ha contactado con alguna familia, anclada en esos instantes. Les ofrece mi faro, a cambio de someter un espíritu libre. Los acantilados a los que son abocados necesitan las intermitencias de esa luz, que sabe que en los otros ángulos, las más de las veces, alberga sombras y pozos a los que intentarán rodear para no sumergirse, aún más.

  A alguna de ellas, las he podido oír. A todo lo primero expuesto, mis sombras, sin embargo, me habita una capacidad de reflexión y una empatía hacía los demás. 

   Sería duro vivir teniéndonos encadenados, cada uno perdiendo lo que somos. 

   A ellas, porque sean ellas, y se les quiten las piedras de las pesadumbres de los demás

sábado, marzo 12, 2022

Aqui, en mi búnker

 Iba a asomarme a balcón que estaba en la pared, pero claro, me han dicho, ¡joder que es un búnker!, ¡sólo es un dibujo!

 ¿qué quieres subir también con la escalera a las estrellas?

   He bajado la calefacción, la solidaridad que no falte. Pregunté a la avi, oye estos señores de las eléctricas, ¿tú crees que me cortarán la luz?

  ¡qué va hombre! ellos están por encima de tus debilidades, con que pagues ya se quedan satisfechos. Pero, oye ofreceles que te van a hacer una entrevista. Ellos buscan siempre la publicidad.

   Sí, pero mejor que no les diga quienes me entrevista.

    No te preocupes, no ves lo que gastan en lavar su imagen, con que les envíes el papel o el audio les vale

    Oye que la entrevista es en La Base

    ¡La madre que te parió!, avísame joder. ¿No podía ser el Antonio ese, el que te entrevistará?. 

    Me llamó, pero me dijo que si sabía patinar.

   Si, hombre, en un viaje a Bourg Saint Maurice salí, patiné, volé y creí que a partir de ese momento poseía cuatro porciones de trasero.

    Mi interlocutor calló por un instante, muy largo, parecía que una eternidad. Lanzádome un obus desde sus mejillas; sentí que lo que más le interesaba era la cuchilla de sus otros interlocutores, por efecto que pudiera producir por mi cabellera.

    Cuando me solté un poco le dije: pero Antonio, ¿no te das cuenta que las vacas cuando las sueltas, incluso las que están cercadas, embisten?

    Pronto se olvidó de mí, no era nada atrayente para los medios, y nada que me he encerrado en mi búnker. Pongo las diapositivas de otros tiempos, y como dice Andrés, uno es de donde te sientes y mira que me he puesto un grifo de cerveza y la música de Bob Dylan y me digo leches: parece que no se cambian las cosas pequeñas, porque tenemos miedo a los grandes.

  ¡Aquí me quedo! 

  Luego, cuando andaba tumbado, sin ganas de levantarme, me entraron los colores lilas de los árboles de Guadalajara, y sobre las hojas se posaban el amor a aquellos, que tal día como hoy, hace 18 años, fueron desgajados de los pálpitos de amor que tenían preparados para construir otro mundo mejor.

  Cuando corro, me dejo acariciar por su vuelo, las beso antes de que se pose en el tiempo que se escapa

viernes, marzo 11, 2022

El libro

 Lo paseo mucho, pero no soy bailarin y aunque cuando repaso su indice o consigo centrarme en algunos de sus contenidos, alucino con las posibilidades que tiene. Place of dance sería un libro que le daría a mi profesora para que consiguiera mi disciplina del caos que me posee; no sé si llegaría, entonces, la inspiración como diría Pablo Picasso. El duende, si quiso entrar alguna vez, se lo pensó tras merodear por mis alrededores.

  El tema me ha elegido. Escucho los tambores y los tik tok de quienes venden sus productos como si fueran las luces celestiales a las que debemos seguir. 

 Todo a su alrededor tiene una aura de perfección que subyuga tantas vidas repetidas en trabajos cotidianos, en actos periódicos. Todos ellos equilibran un espacio de convivencia placentero, donde emergen los contactos esporádicos.

  A cambio, por alguna razón, siento que la pesadez se instala en los pasos necesarios para tejer los propios caminos de quienes recorren las sendas con luces terrenales que se van ocultando.

  Se vuelcan los castigos sobre los personajes maldecidos, por haber buscado el alivio a sus dolores, con la magía que ofrecía un producto, pagado, pero pareciera que poco por la gracia de empresas-luz. 

 Aquellos resultaron zombies por la potencia de la mezcla totem con el veneno de las visiones. Merodearon por los lodazales y lugares depravados, en razón a la adicción adquirida. Sus cuerpos trazaban círculos de debilidades y sus mentes eran tomadas por brazos que las llevaban a la absorción de una voluntad, que en algun atisbo de añorada libertad, pedía, ya sólo compasión.

  Igual que "the grapes of wrath" de John Steinber, es "Empire of pain" de Patrick Radden Keefe un viaje al poder de un sistema capitalista, inmisericorde. Desnudado de todos sus artificios para ser referentes en una sociedad a la que esquilman, compran y someten.

  Te sientas de forma intermitente, en esta época de evaluación, para seguir las pesquisas del autor que abarcan tantas carreteras como lugares necesarios para desbrozar tantas fosas sépticas tapadas y no encuentras ningun consuelo a la hora de la lectura de sus páginas, porque de forma exhaustiva va mostrando todo el poder de estos grandes emporios que ponen cargas de profundidad en las estructuras de una sociedad a la que destruyen, porque saben que será a ellos a quienes se les confie la reconstrucción de un sistema que tienen en las sombras de los paraisos fiscales, su tubería para ir empobreciendo sus habitantes clientes.

  Consiguen, con sus luces colgadas en los mostradores de las estrellas, que por ser brillantes, sean inalcanzables al común de los humanos y por ello, te sometas a sus brillos, pero también a sus sombras.

  Resulta tarea en perenne construcción, si a los edificios necesarios les vamos introducción nuestras propias termitas, luciérnagas con vestidos para el arrobo que toman su fuerza de las luces guias que pisamos en nuestras propias desorientaciones.

  Pueblos saqueados por los mismos a los que sus pobladores votan para darles a los cables de las eléctricas la categoria de estrellas. 

   Cuando quisimos enredarnos en nuestros sometimientos, dejamos a los vendedores la suerte de nuestro futuro. Comodidades inmediatas para esclavizar perspectivas.

   Dice Berltot Brecht, en "increible ascensión de Arturo Ui", que cuando le damos el poder a un mafioso, este actuará como tal, y además nos someterá. 

 ¡Ha pasado tantas veces! 

    Sólo el pueblo, salva al pueblo, dicen. Si los políticos tienen miedo a las empresas. Lo mismo se han convertido en sus aplicados vendedores, agresivos, no comprenden que cuando sus amos se tengan que salvar, serán ellos los señalados y....... los cobardes mercaderes

jueves, marzo 10, 2022

El duelo

 No debo tomarlo como tal, me refiero al duelo; eso de estar triste, de no ver un futuro, de andar por ahí topando con muros o piedras, que así me han dejado la cabeza.

 Me lo tomo como una calle, larga, árida, con soportales, él entra por uno de los extremos y a mí, que iba a entrar por el mismo, me parece oportuno entra por el contrario, pero no por lo que pudiera ser una discrepancia, que se debe admitirlo y con la que estaría toda la vida dando palique; es  que ella, me ha dicho que, como siempre, debo continuar bajando la basura. 

  El caso es que por allí entran las eléctricas con sus cartucheras cargadas de las mordidas dadas a los lobistas o incluso a los exministros que dan corazas a esas grandes empresas. Como sombrero llevan a la Comunidad Económica, que parece ser solo eso, Europea. Van impolutos, soberbios porque quieren arrojarnos nuestra pequeñez, nuestra nula capacidad de influir con ese puto voto del que hacemos gala pegándole en nuestra frente como un pase a un macroconcierto en el que queremos vivir, no me vuelvo a perder el Sonar ni de coña; es más, nos lo señala como si fueramos un producto traído en plena pandemia, además empequeñecidos, porque siendo tan poco, se nos ha sobrevalorado pero para beneficio de ellos. 

  Se burlan, crueles. 

  Nosotros, a cambio, en los bolsillos llevamos como carga, las piedras con las que nos masacran nuestros compañeros. Escucharlos tienes que escucharlos, pero leche, parece cosa de locos, que admitan lo uno y lo contrario como parte de un mismo pack. Tú te dices, me voy a tomar un vaso de bebida de soja y te has cuenta que para que la llames leche, te ordeñan a Manuela, y la echan en tu vaso. Joder "Niño de Elche", no me hables de la locura, porque tengo el estómago "fregao" en illo tempore.

 Las eléctricas se acercan seguras y yo buscando un árbol o en su defecto matorral para eso, defecar, ¡Qué parece que no te enteras!. En esa condiciones me pillan. 

Pero ya les he dicho, a cuatro locos, nos llaman, a seguir para adelante porque a esos, los lobos, o como se llamen, se les enfrentan llendo juntos. Nada de hacer como Ramón Lobo o Antonio Maestre que parecen más empeñados en encontrar diferencias que en adentrarnos por sendas diferentes que nos harán confluir. 

Así, que saliendo de nuestras debilidades o matojos, y no en las mejores condiciones, vamos confrontando nuestras miradas, con las altivas, quizás por las torres, que sienten en su salsa. 

 Por las ventanas crees ves miradas que aún temerosas parecen aceptar que si no salen serán ellas también, golpeadas. Algunos pestillos, se oyen, las puertas, no se las puede engrasar con aceite de girasol, se abren. 

  Muchos años de victorias se han dado como para que estas grandes empresas sientan miedo pero eso no es importante, más lo es que los ciudadanos comprendan que son parte de un cambio.

  Mira que sacan pistolas largas, yo creo que son extensiones, armas automáticas, que no inteligentes que son sus tertulianos amaestrados soltando "soplapolleces" para que te vas a andar con chiquitas con un argumento como que Putin es comunista, como Lenin, porque tiene el mismo nombre: Vladimir. 

Es la era del esplendor del descerebramiento. Y muchos de los nuestros, sus víctimas.

  Un día ese conglomerado económico tiene que poner topes, porque ven que se deshacen como clan y te empiezan a dar la razón de poner topes. 

Pues nada que ves a algunos que les van a hacer boca a boca, como si por tener nombre femenino no fuera una fuerza de machirulos 

 Decidido: hay duelo


miércoles, marzo 09, 2022

Mi señora y Borrell

 Mi señora me pone. Los dos nos buscamos, nos conocemos y después de años, nos alegramos de sabernos encontrar. En realidad lo disfrutamos

 A Bórrell, sin embargo, no le acabo de pillar. Alguien pensará: claro, en la cama no parece que coincidais.

 Pero es ahí, donde nos encontramos. Yo, porque me tengo que quedar horas y horas para no pasar estos fríos. Y donde él se mete en mis pensamientos, no por favor, nada erótico, para declarar que ahí debo hacer mi vida.

  Es un mal ocupa, él tiene la posibilidades de ir a palacios y sino habitarlos pedir comida y mansión.

  Como hombre valiente que se me ha enfrentado y ha ganado mi posición tendida, debía aspirar a metas más grandes.

  Ahí, a los de la mansión les podría decir: con las desgracias de la sociedad, vosotros no podéis enriqueceros. Es el poder político el que luchará por salvar a sus ciudadanos. Y estos, por encima de ello, por su responsabilidad hace que está funcione. Pagareis un alto precio e incluso, sabiendo de vuestras limitaciones e intereses os dejamos existir.

  Un poco mamarracho, él y tantos especuladores que primero sirven a las empresas, creo que se me han quedado

  Ella, sin embargo, cuando entra me dice, porque clarita es un rato, vamos a follar que eso se les ha olvidado y entre pito y armónica, se nos va un rato.

  Ay, eléctricas, ¡Cuanto dinero a vuestros siervos! para que a nosotros nos hagan esclavos

lunes, marzo 07, 2022

La fábula de Martí y libro

 Entra otra vez en el bosque, después de un invierno en el que has buscado la belleza de lo llano, por vegas de un encanto único, castigadas sin un agua que las abra a los matices de colores de esta época que pareciera jugar al escondite con la luz, es soberbio. 

  En la cuesta, comprendes que tienes que desaparecerte para encontrar los miedos, las inseguridades, las búsquedas que hacen tus compañeras de viaje. 

  Parece que estuvieras en el vagón de las certezas y sin embargo, entre estos árboles, comprendes que están muchos animales, silenciosos, expectantes, prestos a marchar o a pacer porque no parece ser, tu interés, producirles cualquier mal. Sigo por la pista utilizada para las labores del campo, para llegar y apostarse en la contemplación de aquellos y después, quizás, pum.

  Nada es más importante que la preocupación de ellas; así lo sientes, te embarga el miedo porque en esos abismos se producen accidentes, que para el futuro queda como heridas, bien cicatrizadas y apenas observables o te meten en el pozo de las inseguridades, del que se tarda en hacer algun otro, paralelo, para desde ahí, contemplarte, puede ser que sacarte, o tener la mala suerte de poderte dar agua, y apenas otras ayuda.

  Bajando hacia el valle, el silencio del domingo apacigua esa frustación, envuelve en tu luz, la sombra de las invasiones físicas. Violencias consentidas, amamantadas por decisiones necesarias, dejadas, por no oportunas, hasta el instante que están fuera de tiempo.

  Te envuelves en tu yo, que sabes que vuela para tener difícil aterrizaje. Diálogo allí, pero también aquí.

   Los que quieren permanecer y quedarse como únicos; ese dañiño bipartidismo, busca todo lo que pueda distorsionar los encuentros que están produciendo decisionespertinentes para una sociedad más humana.

  Una prensa se siente atacada porque un grupo de personas han empezado a mostrar costuras mal cosidas de una sociedad, donde la Iglesia patrocina mentiras y rebeliones y donde las eléctricas, bancos y constructoras agradecen el despilfarro público con publicidades donde se elimine a quienes muestren las conexiones de esas dañiñas alianzas.

  Te acuerdas, cuando ya te has dado cuenta de la necesidad de volver, de las páginas que estas leyendo en estos momentos del "el imperio del dolor"; un ejército bien pagado de vendedores atosiga a los médicos-lectores-oyentes con la mágica pocima que quitará el dolor de una sociedad. Recogen esos enviados noticias de lo mal que está llendo el producto o de las inicuas ayudas que no solucionarán nada.  

  No importa, desde arriba se dice que más proporción de opíaceos o más ataque a quien ha empezado a ser escuchado. 

  Dicen que por pensar existe división y que eso hace insalvable los puntos de coincidencia. Muchos focalizan y repiten eso.

  Ojalá, quienes ahora están en el poder, comprendieran quienes son, como decía José Martí Gómez, en su narración de la fábula del pajárito, la vaca y la zorra. 

  Si Pablo, Irene e Ione sueltan caca, dicen su opinión, sobre una ayuda, incompleta, miedosa y el gobierno suelta sus pios para que salgan todo el coro de lobos que les van a limpiar de esa "grandísima ofensa" de ser el gobierno de la guerra. Qué se ande con cuidado, porques los depredadores tienen costumbre de ser patrocinados por los amos de las armas y un día, quizás, se hayan quedado con hambre y se los zampe.

  Moraleja: no andes buscando quien vocee tus debilidades, no sea que sean estos quienes te coman. Son insaciables

domingo, marzo 06, 2022

Equivocarse

 Empieza Juan José Millás hablando del paleo comunismo. Militares que están analizando estos momentos, dudan de la ayuda que se les va a enviar.

  Si he oído hablar, en el programa que está poniendo nervioso a muchos, que la verdadera defensa sería un ejército que fuera allí en igualdad de condiciones, ¡a tope.

  ¿Estamos dispuestos? o sólo una pequeña ayuda para decir que les estamos queriendo. 

  ¿Le ponemos a Zelenski en la tesitura de elegir entre una pequeña ayuda o una ayuda completa para que ya no exista ninguna posibilidad de ataque?

  Por evitar una matanza, un genocidio, ¿hasta cuánto estaríamos dispuestos a renunciar en nuestra comodidad, cortando cualquier relación económica con todas las personas vinculadas con Rusia? 

  Ojo, también con países que masacran otros paises u otras comunidades dentro de su propio Estado. 

   - No queremos gran fútbol porque renunciamos a jugar en países que no respetan derechos humanos

   - No queremos productos minusvalorados porque se han obtenido desde un trabajo esclavo.

   Castigamos desde una gran audiencia a quienes no son tan simples en sus análisis, y a quienes tienen en cuenta muchos de los imponderables, pero no sólo porque, como tratan de despreciar utilizando la palabra "paleo", por antiguado, lo piensen ellos, sino que buscan las opiniones de diferentes personas implicadas y con conocimiento de lo que está pasando. 

   Claro, que puedo estar equivocado, 

   Claro que estoy dispuesto a sufrir primero el desprecio de Anna, compañera de viaje durante años en el kayak polo. 

   Hoy, desde hace tiempo, no sé si parte de un ejército de bots que me utilizan para defender una opción de izquierdas verdadera, sin miedo, ilusoria. 

   Cuando oigo que existe una división entre Yolanda y Pablo Iglesias, para hablar claro, porque este no admite matices en lo que defiende. Nunca se lo he oido en los diferentes medios de información en los que interviene. 

   Algunos quieren tutelar ese proceso que empieza Yolanda; ahí estamos, espero que comprenda que quienes no son sus amigos, son los que desde la equidistancia proclaman "más periodismo" entre una persona que ha expuesto los datos en toda su crudeza y quienes ha escogido algunos para crear una verdad.

   Mientras quiero equivocarme. 

   Y si, reconocer, que desde la honestidad con la que intento trabajar, no hago nada extremo para parar esta locura.

    Anda Ramón Lobo pidiendo una gran manifestación. A los guerreros no se les paró en Irak.

      Quienes investigan que nos digan cuantos lazos deberíamos cortar y no lo vamos a hacer.

      Intuimos que quienes ganarían aquí, serían los que prometieran que "Spain, the first", gente que no paga impuestos y que lo fía todo, a los ricos y tantos y tantos se echan en sus brazos

sábado, marzo 05, 2022

Semblante

 Cierra el día y el trompetista que debutó en nuestro espacio, nos ofrece instantes imperecederos y sobretodo bellos. A mi, de hecho, me ha vuelto a sacar ella. Ya estoy torpe pero cuando la cuestión es bailar. Mi cuerpo es como si buscará ajustarse a cada nota.

  Nunca fui muy normas; me dicen que un paso para adelante y otro para....pero ¿No ven?, yo ya estoy en lo mío.

  El caso es que la mula, terca como ella sola, hoy me ha ofrecido su ritmo. Fue la semana pasada cuando, por haberla olvidado, ella me fue recordando algunos pasos, varias cadencias y algún silencio. En ese yo ofuscado como estaba tras horas y horas torpe pensé que se me ofrecía a besarla. ¡ Qué va! Con una tonadilla loca, me rodeó sabiendo que en esos momentos y con esa pesadez convenía darme la mano.

  No es fácil, la mano derecha se ha ido a la izquierda y el nudo que debía hacer me he equivocado y lo he hecho sobre una línea del compás en Sol. He intentado todo pero ese bulto ha conseguido que tirando de él, haya caído de espaldas. Rwcuperar algún tipo de consciencia que tengo ha sido laborioso.

  Mientras entro en la Rasmajazz y en el último sitio, encuentro al fisio. Mi cara cambia y mi cuerpo lo agradece 

viernes, marzo 04, 2022

Aquí un iluso

 Hemos intentado no privarnos de nada a través de los siglos.

  Ahora, lo lógico parece ser enviar armas contra una de las principales potencias del mundo. ¿Va a parar algo? 

   La invasión no es fácil. Las otras guerras del mundo. Contra Yemen, contra regímenes autoritarios, tampoco.

   El bienestar general europeo se ha erigido sobre la explotación de otros continentes, por encima de los débiles.

  Ahora dependemos de ellos y del petroleo y otras materias de los agresores.

  Ni al más loco del mundo, ni a mí se nos puede ocurrir plantear lo siguiente: Renunciamos a todo lo que somos por el atropello a los países invadidos y nuestras debilidades nos la cubriremos entre los que creemos que la guerra no es la solución.

  La venta de armas no podrán tener beneficios, como tampoco los beneficios de las empresas que se han enriquecido con la pandemia. Los impuestos a estas empresas, serán como después de la segunda guerra mundial, casi del 90%. Es más necesario que una sociedad sobreviva que una parte de ella se haga riquísima.

   Abre los ojos, decía Alejandro Amenabar. Los muertos nos pilla por la ausencia de  actos anteriores sin una visión de una política a largo plazo que nunca se hizo. 

Se apoyó a sátrapas porque en ese momento queríamos obtener una victoria pírrica y nuestras chulas vidas, durarian una eternidad de un semana, como decia Olena, hasta que nos llegue a nosotras la necesidades. 

Luego los agresores serán nuestros dueños, porque no renunciamos a la gran belleza en la que vivíamos.

 Y los sátrapas lo saben, y se alimentan de nuestras prevenciones de si envío armas pero no me mojo porque el frío ahí afuera, sin malla es grande.

   Decirnos a qué tenemos que renunciar para salvar tantas vidas humanas

jueves, marzo 03, 2022

Comprame

 Mi hija ha empezado con el tono de la canción, de mama comprame y me he caido de culo, que parece que trasero puede llegar a ser un poco remilgado.

  Ella tiene tres años y nació de una relación esporádica que tuve en mi viaje al Ártico. Empiezas por restregarte la nariz y ya ves, terminas en el igloo como el rosario de la cantadora Aurora, nacida en Triana que cantó con Joselín, el pillastre; este, su apelativo, nunca me explicó el porqué.

  El irme tan lejos no fue algo casual. En aquel momento los hielos se iban rompiendo y teníamos que tomar algunas medidas drásticas. 

Poner grapas entre las dos partes separadas no parecía lo más adecuado, sobre todo por la oxidación y porque los osos habían decidio hacer tomarse la parte de arriba como la barra de equilibrio. Todo iba bien hasta que empezaron a producirse torcedura de tobillo y baile de kasachov, que ahí es donde quería yo llegar.

 No se puede dejar una grapa a medio poner. Cuando empezaron a ensayar sobre alguna de estas últimas, y vieron que al caer podían pasar por debajo, pues quisieron pedir participar en los ejercicios de barra de las próximas olimpiadas. 

  La situación no era fácil, en algunos momentos se hizo estresante el ver a una delegación de osos ante la sede del Cómite Olímpico, si que era en Suiza, si que era en invierno, pero estos ya no eran iguales. y allí nadie salía a la puerta a recibirlos. No tú, decía uno; no tú, que eres más valiente y además participaste como kayakista en la expedición que descendio desde el Anapurna; qué no me vayas a decir a mí que tan alto, algo de nieve tenía que haber por narices y si no, seguro que por frío, si.

  Asi que decidimos coger al toro por ....las patas delanteras y hablarles del cuidado que deberíamos llevar a la hora de utilizar tantos productos químicos. Al animal que barruntando la primavera, y ante la cercanía de una vaca, pareció que aquello lo importaba más bien poco. Con el hocico apartó un poco de nieve que quedaba encima de una gran matojo de nieve, pero con el cuidado suficiente para no echarle el aliento que acelera su deshielo, porque le resultaba gratificante al refulgir esa hierba hace una masa compacta que mezclada con el hielo creaba un agradable pipermin que para las horas anteriores a la siguiente ingesta venía a ser como un martini, para los entendidos o para los más rudos que no quiere decir más rodadas, era una cerveza que a la quinta, de quintos y con la poca gracia que tenían para los aperitivos te hacía andar si no en eses, al menos desconcertado hacía la butaca que sin darte cuenta te sacaba a morfeo, para que cayeras en su sueños pero no como cantante, sino como sonámbulo.

 Yo de esto último, a veces, ejerzo. Por mucho que subir a la estación espacial fuera una opción que me dieron cuando descubrieron lo de la hija. No lo hice porque no fuera a ser que alguien me viera por allí y entre cuchicheos, que yo eso lo llevo muy mal, me llamarán el Virgen de Yebes, que existe gente muy loca que dice venga, vamos a soltarla. 

   Tu la miras de soslayo, porque ya ha pasado otras veces, que si te enfrentas ojos, con púpilas, estas, aún teniendo muy mala fama, encuentran el estímulo suficiente para decir: "venga, pa'lante" y te sueltan lo anterior, como no dándose cuenta que tú, en lo que te encuentras a gusto es en intentar que los químicos, por los productos, los seres humanos, echan diferentes coloraciones, no nos perjudiquen al impedir las imprescindibles radiciaciones de Chuck Berry o en su tono mayor de Lili, Rosemary y aquellas otras de la canción, que todas, ¡no me lo vayan a negar! eran unas soles.

  Y lo que empezó como un hilo de un traje, parece haber sido de uno de un río y ya sabes que estos en cuanto tienen una piedra delante, según los que se junten, tiran para un lado, para arriba, lo cual sin mucha profundidad te puede hacer daño en la cabeza, o se estanca esperando tiempos mejores.

  Y estos, buenos no son, y si no que se lo pregunten a los antibelicistas, denostados por ensimismamiento de una sociedad guiada.

   Para buenos, las subidas en las bolsas de las empresas de armamento o en la pandemia, de otras muchas comercializadoras. Los males lo sufre la población, pero no les digas

  ¡eh que somos los que ponemos los muertos y necesitamos que no ganéis de forma tan indecorosa!

   Ellos cogen te dicen toma esta piruleta máquina, ¡fíjate que cara!, que es la que les miras a ellos, aunque ellos lo decían por el precio. Y no rapeas, pues porque te has dado cuenta que mejor miras con cara de cordero, como idiotizado y ahí te las den todas.

    Salga el Sol por donde quiera, aunque hoy de él se desprendan los rayos de los seres asesinados "en la matanza de Vitoria"; trabajadores luchando por unos derechos laborales y cíviles.

     Memoria para vivirlos

miércoles, marzo 02, 2022

Correspondencias

   Me ha poseído, la irresponsabilidad, creía que no caería de bruces antes sus formas, sus palabras, su besos manta que me cubre cada uno de mis poros.

    Metido en el jaleo, me quedo mirando al menhir para saber quien lo colocó allí, junto con otros miles en Carvac. Me imagino que en aquel momento álgido se habría puesto de moda el crossfit y a parte de los niños y niñas que no tenían que ir a la guerra, en aquel período, familiares también ayudaría a aquel alineamiento.

    Ahora, los coches y la posibilidad de que esos terrenos sean urbanizables ha puesto en la tesitura a los periodistas vendedores de seguir las lineas que, en este caso, les ponen sus mayores. 

    La fuerza ya no la tienen que demostrar los jóvenes, porque son los mayores los que nos llevan a ese "comulgar con ruidos del vecino" que en otros sitios llaman alineamiento y son esos jóvenes, que creyéndose culpables, acuden prestos a cumplir con las exhibiciones de esa comunidad veterana.

   La acumulación, en este caso, de palabras es la misma que en nuestro pueblo de la Bretaña francesa, grande, tumultuosa y con una gran sensación de "aquí hemos venido a emborracharnos, lo demás que puede ser un caos o un resultado, que lo pagan los últimos".

   Tuve hace mucho tiempo, cuando absorto, embobado, añiñado, dicen otros, que me quedaba en la puerta de entrada de lo que me exhibían y me hacía gracia, una periodista que para dar una noticia, era capaz de hacer un remix de siete u ocho datos que juntándolos parecía que la conclusión tenía su lógica. 

   Hace tiempo, como diosa de atardeceres, pero no para despertares, la ví en su trono teniendo a la derecha a la razón de la obnubilación.

 Existe la gloria, cuando a tu lado, están mil y una sombras que realzan su figura, pensé.

 Estos días, como defensora de esos menhires puestos para gloria y disfrute de un laberinto en el que ya ellas, no te preocupes, te dan la mano para llevarte a su puerta de salida, de lo que tú eres, y entrada en lo que sus majestades quieren que seas, "su sumiso escuchador", intentaban llevar a un analista político a la contemplación de aquellas piedras. Este, de forma educada, quizás cavando su propia tumba, por no darles su cerebro, decía que aquello eran piedras y que él de lo que entendía era de política que era a lo que había ido allí. 

   Ella y su partner, que fue el periolisto que al final dio las tablas de la ley de lo que debemos creer porque se vio, de forma meridiana, que las luces le ponían descendiendo de su monte para rebelarnos la única verdad, desistieron ante un público enfervorecido de "más o menos tardes que me tienen amarradas a esta chorrada de televisión", de ser periodistas y buscar las razones de porque no a la guerra que habían defendido un partido político. Ya se encargó, alfa de decir que si los menhires están bien conjuntados será por algún arquitecto. 

  Y entonces, me subo al menhir, explendoroso, lascivo, que me pide abrazarle para poseerle aunque sé que toda su composición, se me va a pegar y como decía mi última, "tío, vas hecho un asco". 

   Desde arriba, desde esa uniformidad, me acerco a "La Base" que está lejana que es pequeñita, que no tiene ningún resguardo de otra concatenación del poder de aquel crossfit primigenio. 

    Allí se llega despues de haber pasado muchas zonas pantanosas, otras llenas de las ponzoñas que excretan esos meninos humanos que tienen hachas, cuchillos y pistolas que son más modernas para hacer levantar los pies, en un "baile de san Vito", no patrona de mi añorada y deseada furgoneta, a quienes osan decirles las cosas claras

        Que son corruptos y que sus comportamientos son antisociales. A aquel habitante de La Base, que era un ser social, su puerilidad no le asesinó, como hubieran querido. A otro, que era un servil repetidor de las cuentas de los menhires, por salirse un poco de tiesto, bailo, pero luego, porque no tenía nada más a lo que agarrarse, volvió a su esencia vil.

Siameses y mercader

Siameses y mercader
Zaida, Fernando y