sábado, agosto 28, 2021

Las 6 y un hombro

 Por alguna circunstancia, se enciende el electrodoméstico y saca la cadencia del hombre de los mil trajes. Lo iba a bailar sólo pero, en un letrero, veo que desde su trono, ella se ha levantado, como buscando a alguien o a algun viento. 

 Solo soy yo, a veces tan débil, a veces queriendo destruir a los idiotas refugiados en vientos en corro. 

  Era a mí a quien buscaba, me acerco y caigo, hasta quedar suspendido, sobre sus hombros. 

  I've made Up my mind to give myself to you.

   Ella es fuerte y sobre la sala, bailamos; con sus palabras en forma de ojos de almendra en flor, coloca sus brazos para que la música, tan lenta, sea un volcán al que me aferró para que el fuego labre el lecho de una noche de mensajes escritos en el océano que no sabía interpretar y que eras tú.

 Si, había un carro, con Osa e infinitos tus.

  Iletrado en estrellas,sólo sabía que no quería volver, para ver, ahora comprendo, tu inmensidad.

  Ella, por un momento, con sus pies alados,  aparta todas los bellos tronos de su corte y a mí me concede, a las 6, su hombro de latidos y un extrañar que anida en mí.

   Sus zapatos me transportan y el cielo es cálido



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