Tengo rasgos de mujer afgana, no voy a abrir la boca. Siempre les ha parecido que eso te da un plus de sensualidad.
Están muy lejos aquellas sociedades y no tenemos ninguna empatía. Fueron los "nuestros y impusieron nuestras reglas y para que se respetarán pusimos a los más salvajes del lugar. Ahora existe el caos. Toman posiciones los salvadores, integristas de allí, aquí también lo quieren hacer, ¿Les llamamos integristas, también? financiados por fortunas allí; mejo nombrarlos aquí como patrocinados, ¡Oh patrón, oh mi patrona! Por quienes evitan pagar impuestos aquí. Amamos las peanas. Le ponemos a un vecino, como insulto, su condición sexual, en una puerta, como para estigmatizarle porque ganaremos espacios para llegar a que nos atusen nuestros pelos, ellos nuestros dioses, patrones. Ya no quedan señaladores como aquellos que tras matar el cuerpo de Federico, entran en un bar y dicen "ya he asesinado a ese maricón". Los ejecutores como estigma de una sociedad servil.
La marioneta gigante que acompañará a los niños-as migrantes, en su tránsito por toda Europa, no pasará por España. Tenemos nosotros, la nuestra, en forma de un barbado malvado, justiciero que no jurista, que de la mano devuelve a los niños marroquíes a su país. Dioses tomados, para selecciones humanas. No se puede atender al diferente; pero a los privilegiados, les hacemos, aún más remarcadas las diferencias. ¡Vivan las nuestras!
Conciencia de grandes incongruencias; abandone la esperanza y la di esquinazo. No lo consigo, vuelve el mismo tema, iguales preguntas y semejantes incomprensiones; cada poco tiempo, sobre las columnas que sujetan los pensamientos y las acciones de tan diferentes personas con respecto a sus opciones políticas
Avisa una compañera que todo sigue igual. Ganarán, quienes nos ponen capas rojigualda, pero dan nuestros recursos a la empresas extranjeras. Ganarán quien nos dan dinero, pero para que nos acostumbremos a sobrevivir y esperar de su condescendencia. Vencerán quienes proclamen los valores eternos y universales y podrán la talega para que sea a ellos quienes les caiga los diezmos. Dominarán la tierra quienes impongan nuestra individualidad como fin último, mientras, tarde, comprenderemos que las telas de araña de las muñecas unidas nos harían invencibles
¿Qué es lo que no veo? Una grieta se come lo ganado.
Las pasarelas que nos hace caminar sobre los abismos que nos hemos labrado. Las creemos autopistas. No miremos los anclajes, los deshacemos con nuestras conductas corrosivas. Hagamos caso a quienes nos señalan a los culpables, y seamos crueles con ellos, con la conciencia de ser súbditos, necesitados de ser reconocidos como tales, como el padre de los "Santos Inocentes", por seguir viviendo a cualquier precio
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