martes, agosto 11, 2020

Por el túnel

Llega el agua y no sabemos si acompañarla en su discurrir. La última vez que lo hice, fue sobre como subir aquel pedregal de tan malas pulgas. No fue un éxito y alguna magulladura me acompaña como recuerdo de aquel descenso sobre las piedras no de amasar el pan, sino la espalda moldeada.

Así que cada vez que voy a Valencia, a la vez que dejo que las cosas pasen; si una paella, en un lugar, donde sólo existe esa comida, no esfinges de arroz. Yo voy pensando como pasaré ese túnel; no, por supuesto, los que están en la autovía, que ya con mi coche eléctrico y su conductor inteligente, para mi deshonra, no presenta ninguna dificultad. La imagen de esa tubería, que sí, debiera echarme al otro lado, donde las corrientes te invitan a volver a ser tu yo piragüista, me perturba.

Su agujero es grande, como en aquel lugar, donde en nuestra siempre negligencia, pasábamos por encima de esos tubos, por el deficiente camino que también estaba anegado. Cuando desapareció nuestro compañero, por un paso en falso, por el camino de agua, que por mucho que insistían libros de metáforas, seguían sin dar un soporte firme a nuestro peso, durante unas eternas décimas de segundo pensamos que el hambre del agua salvaje es infinito, como la que tragó mi piragua, como la que engulle a tantos campings que desafían la lógica de desfiladeros labrados por gotas inmutables pero persistentes.

Aquí, siendo más grande el agujero me hace dudar las telarañas que han oficializado su permanencia por todos los rincones del gran tubo, que acoge en un pequeño espacio, el agua, que siendo menor en cantidad, muestra su poderío, pero deja una parque para que las arañas diseñen toda clase de entramados para sus requisitorias de ansias insatisfechas.

Lo observo, una vez más, si me lanzo a atravesarlo, el paso es sin retorno. Las telas te van acariciando cada parte de tu cuerpo, hasta sentirte  querido por la amante de mil brazos exploradores, pero sabes que ese paso adelante te engulle para seguir viviendo tus viajes sin fin

¿Cómo fue el principio de la democracia para pasar un túnel que supone la aceptación de todas las telas de arañas que fueron tejiendo, quienes encontraban alimento incluso en los lugares peor regados, menos productivos?

¿Destroza un juez la justicia, cuando, sin equilibrio, deja utilizar una balanza que  es manejada para mantener el "status quo" de poderes que han jibarizado e infectado el funcionamiento de las instituciones?


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