martes, marzo 18, 2025

Torreznos

  Por mi afición a meter torreznos para desayunar, he tenido que dejar el saxofón y meterme a la gaita.

   Allí, cuando llega todo ese caudal de grasa, se termina haciendo costra, quitamos la bolsa y la utilizamos de boya. 

   Por lo que sea, cuando llegamos de alguna de nuestras salidas y no encontramos donde atracar, que fácil lo tienen otros, como Carlos, ponemos la sintonía que estábamos tocando cuando se consolidó la costra y ¡Vaya! se atraen, cosas de la química, que uno sabe cuando empieza, pero terminar, según lo cansado que estuvieras para dar las ultimas notas.

   Ha pasado que por alguna llave mal apoyada, has terminado en la boya de Marilyn y claro una vez que estás allí, confiado, cansado de la travesía, llega ella, que no necesita tantas historias y películas, se resigna, un poco, sólo, y segura, busca una respuesta rápida: en el tuyo o en el mío. A veces lo pregunta al atardecer, cuando el sol se quiere ir hacia Madeira. 

   Ando, rápido, y nos vamos a su camarote, allí , o ella o yo, según el instante cuando miramos por la claraboya, se nos cae una lágrima, exaltando ese momento como las notas que saldrán del nuevo día que llegará para anclar lo que tenemos y desear encontrar nuevas tonalidades donde refugiarnos.

No hay comentarios:

Siameses y mercader

Siameses y mercader
Zaida, Fernando y