jueves, marzo 20, 2025

Apariciones y fantasmas

  Mira que estoy por caer rendido. Nunca demasiado música, pero su aprendizaje agotador. Detrás está la belleza; esquiva pero dispuesta a compartir gotas de sus esencias.

   Soplar, como tarea de la que cuidarse. Rugen vientos para reunirse y crear huracanes. Los mueven quienes acuden a 59 segundos para echar la culpa a la lucha por la humanización de la convivencia y desviar la atención. 

    El peligro no son las grandes ganancias de los más poderosos, primero; pero de quienes pueden invertir para sacar un dinero extra aunque estén produciendo las armas que matan en Gaza.

    Gente segura que hablan de lo woke como peligro, pero que quieren privatizar la enseñanza para quienes que poseen el dinero puedan colar sus discursos, como si estos fueran inicuos, como si estos no vinieran de quienes les han preparado ese argumentario con el que se presentan con una condición: ser seguros y desvergonzados para atacar al diferente y esconder lo que te sustenta.

    Lo hace esa lenguaraz y "echada para adelante" vicepresidenta que dice que repite lo que han puesto en los periódicos. 

     La desvergüenza personalizada:

      - No te da miedo que esos medios hayan mentido y que tu tuvieras que asumir que eres una mentirosa, como esos panfletos.

      - Crees que quienes te votan nunca se plantearán quienes soportan con dinero y publicidad directa o indirecta a esos medios que mienten. Sabes que no lo querrán saber y volverán a mirar al de enfrente tu enemigo.

      Conclusión te apoyas en quien tu ayudas con dinero para que te dé cobertura con sus mentiras y tu las pueda achacar a él, como si tú, al decirlas, no tuvieras una pizca de dignidad. Macabro, tétrico sabiendo que eso hace llegar a los Milei, Trump o quienes estaban en Valencia cambiando protección por toros. Chorreo que ya encima vaya un rey, sabiendo que es un lugar protegido como aquella primera marcha, rodeado de las juventudes ultras, que después desaparecieron y dejaron a los migrantes siendo estos, pueblo para salvar al pueblo.

      Se muestran pulcras en los platós, soltando chorros contenidos en folios memorizados, conscientes que hace años les valía para estar en Ciudadanos, PP con traje de Podemos decía el Presidente del Banco de Sabadell y ahora este mismo, pero en plan escupidor descarado y desacomplejado. Diferentes trajes para una misma obsesión

       Darles el Poder a los millonarios, dios, y que ellos, sean sus apóstoles, que gestionen el desfalco al trabajo de las personas.

        En medio de esa libertad de señalar a los pobres, rodearse de las fuerzas, para que pongan escudos de violencia. 

        Estados Unidos enviando a quien sea, les da igual, si esos son migrantes a su apóstol, comerciante de cárceles donde crear una falsa seguridad, porque las ha convertido en campos de concentración.

        Y, aunque parezca lejísimos, una desalmada abogada del Estado acudiendo a provocar, rodeada de matones y de fuerzas de seguridad para que los estudiantes, hartos de sus modos y palabras de odio hacia las mujeres y los migrantes, sean apaleados. 

         No se da cuenta este gobierno de una cierta izquierda que siempre son apaleados los mismos, estudiantes, pueblo, mientras estas miserables nunca se enfrentan a quienes las han puesto ahí, o las soportan para que macarrizen la sociedad y tapen las vergüenzas de quienes se escabullen de pagar lo que les corresponden para que haya convivencia en una sociedad, por encima de la grandilocuencia de las palabras-símbolos en las que encierran los fanatismos a los que dan suelta de vez en cuando, como sabiendo que un aquelarre de 7 de Julio, sin vallas ni chupinazos los pudieran generar en cualquier momento, a su antojo.

         Fantoches que recorren los espacios para el conocimiento, las Universidades Públicas, que no academias privadas, para invadirlas con su odio y poner los grilletes a sus estudiantes para anclarles con bolas a la pesadez de las crueldades que nos traen, sin sábanas, ni apariciones que las legitimizen 

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