Una nena se regocija con una marioneta. Esta entra en una orgía de movimientos al sentirse observada.
El eunuco se reforcila al verse bufón, pues le alimenta un rey, y consigue enajenar al público, creyéndole de los suyos.
Si hoy me las encontrará, las animaría: no se sientan culpables, nos engañan a todos a través de los tiempos. Tienen dinero e impunidad
Alguien descubre que las pequeñas y sus mayores se dejaron engatusar por el sádico. La última bomba del capitalismo asfixiado, descubierto en su exhibicionismo impúdico, es poner al volante a un kamikaze que se inmole para eliminar una democracia que ahora ya si les molesta con tanto filibusterismo que ya no encadena a muchos en sus mentes
Cada vez que escuchas Julián Macías Tovar en su Pandemia Digital desnudar a esos cafres que llegaron al poder en Argentina. Al escuchante le acompaña un pesar porque recuerda a aquellas chicas y sus familiares que se habían desgajado de sus raíces para darlas un futuro.
Se le quiebra el animo, cuando en Canal Red desvelan quienes son los canallas, nada de libertarios, son más liberticidas.
Con el paso de tiempo vio borrarse sus sonrisas y el espanto cuándo ya conscientes de dónde habían caído. Un día en la televisión de su nueva patria, aquel engendro era investido con una medalla de la Comunidad que les acoge
En su adolescencia están recibiendo tal cantidad de palos; que uno se admira de su fortaleza y las dice: "no duden chicas, adelante". A su inocencia, le da la mano su honestidad y son cimientos para construirse incluso en los días que lloran sobre acantilados de lo inevitable.
Luchen, chicas, luchen, estamos ahí, con ustedes. para, como los desaparecidos y los que están en las cunetas, ser semilla de sus sueños y la construcción de una sociedad más respetuosa entre sus habitantes.
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