Puede que sean necesarios, sólo veinte minutos de parar; respirar sentir que existen las lecturas que tanto te influyeron y tantos vuelven a la cabeza, John Steinber con su Tom Joab y las uvas de la ira, Susan y el Pensamiento secuestrado. Bertold y la madre coraje.
Vivimos en una gran empalizada de ondas en la que nos tienen encerrados para que nadie se salga de lo que tienen proyectado.
Lo más curioso es que quienes vigilan ese aprisco terrestre son esos que han llegado un poco antes que tú, les han hecho policías y se han creído que defienden un orden que es el de quienes tienen el poder de lanzar relatos a las buenas, o secuestrar leyes, si la cosa se ponen feas y sabiendo que sus jueces se ponen manos a la obra, dios mediado y adaptado.
La épica surge cuando un día te anuncian que al siguiente trataran un tema en su programa podcast que financias y poner un título con tres personas. Por lo que sea, algo no te cuadra, que tendrá que ver Monedero, con Rubiales y un tercer protagonista.
Esa mañana te cuadra escucharlo en directo y si, se va poniendo forma a lo que el olfato avisaba. Igual que hace unos años se hizo un programa sobre criptomoneda que a los pocos meses tuvo que completar porque el primero había sido un fracaso, evitamos decir cagada; hoy se ha cogido el tema de Juan Carlos en el que se tiene bastante interés en enmierdar a Podemos. Victoria Rosell les ha ido explicando la imprudencia en la que ese olfato periodístico "burdo", se ha ido introduciendo.
La inocencia, no suele existir, y en el caso de lo que se va vertiendo sobre este partido político del que hemos hablado, tiene el fin de eliminar el mensaje de compromiso con la sociedad que ha tenido y explica en cada uno de los momentos.
Por supuesto, no se ha tocado todo lo que existe detrás de los otros dos personajes.
Se sabía ayer y se ha corroborado hoy y como conclusión Javier, después de este programa, creemos, fallido, ha propuesta que se debe hacer un debate. Sobre todo cuando había tantos puntos sin coger. Las prisas que te puede dar una noticia de un periódico monárquico y golpista, no debe provocar hacer daño con datos sueltos. Bertold Brecht ya consiguió dibujar una historia, narrando datos sueltos. Hoy no ha pasado asi.
Si, pero eso ya se podía intuir ayer.
En el poder del relato, gusta repetir que ya en 1900 un tal Valdimir Ilich Lenin, sabía que comprando Pravda su relato tenía más fuerza.
En el poder establecido se ha sabido siempre, una Iglesia controladora es un ejemplo; ahora Canal Red, con nuestra modesta aportación, se lo curra desde una honestidad en el relato.
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