jueves, febrero 13, 2025

Madre Coraje

  Antes de ser madre, ella ha tenido el coraje de salir de su lugar de nacimiento, de caminar entre miserias con su pareja y de asentarse un pueblo allá donde pareciera que una carretera llega a su fin.

  Madre coraje coge trabajos de limpieza en casas que se habitan en verano, o que en invierno están abiertas por gente que ya se ha hecho mayor, y viven agarradas a las entrañas de las montañas que les tejieron las raíces a las que no han querido cortar. 

  Mohamed mientras puede estar o cuidando alguna granja o cogiendo los otros trabajos de limpieza de huertos, que alguien pretende volver a cultivar, o prepara el jardín de algún mandamás; todos ellos, es más que probable que lo hagan sin que tenga contrato. Lo saben quienes cuidan del orden o platican con gente diversa y no le hacen mención de "¡chico!, habría que hacer alguna factura"; ni uno ni otro se la pedirán y en algún momento arreglará cualquier cosa, con una sonrisa y una complicidad en la convivencia con seres que le han acogido con afabilidad. porque allí, Karima, por desgracia, muchos medios insanos, sostenidos por los, si, grandes elusores de impuestos  llegan la imprecaciones del odio al diferente expulsadas por parte de una señora de apellidos foráneos, sin arraigo, salvo por la sangre de gente patria a la que asesinaron sus antecesores y que, por mucho glamour, no se puede quitar por muy enferma que se tenga la mente.

 Quienes viven en esos pueblos, al mirarse a los ojos, todo ese veneno se diluye en un océano de pequeñas complicidades porque nacen los lazos de lo cercano, del apoyo mutuo, de mañanas de limpieza de caminos, regueras o poda y que ahora, se tiene el orgullo y la inmensa alegría de ver nacer un niño, tras innumerables intentos de Karima y Mohamed por tener una descendencia, para parejas que culminan un proyecto de vida con alguien como Ayub.

  Madre coraje ha encontrado un alivio a esa "exigencia" existencia y cuidará al peque, al que algún profesor le diga, "espera una poco para que los almendrucos maduren un poco más" y él, dulce, sencillo dirá "que a él le han enseñado que lo agrio también está bien" y entre los dos aprenderán que ese mestizaje les está enriqueciendo.

   Mientras que esto sucede en un colegio rural, donde las empresas privadas no les interesa ganar lo mínimo; cuando vuelva a trabajar nuestra "madre coraje" estará en otra casa limpiando, pero ahora sentirá que las raíces de aquellas personas mayores le han empezado a crecer a ella. 

    Y mientras va a esa casa, mirará aquellos pequeños montes por donde ha ido a coger leña, porque les dieron una casa con chimenea y en otra dimensión, habrá un abuelo, dirigiendo una mula `portando una carga. Entre los dos se intercambiarán palabras y se tejerán paños que no podrán rasgarse por mucho odio que destilen los servidores de los poderosos, siempre necesitados de instaurar miedo y muerte para marcar los muros de sus castillos, levantados con piedras de servidumbre.

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