viernes, febrero 21, 2025

Entonces mando callar

  Ahora que se revuelven en los osarios de las cloacas y de las fosas sépticas de la progresía, sale el hedor de los corruptos mediáticos, buscamos puntos de encuentros, donde no admitir los apriorismos de los mamporreros.

   Sobre una mesa está la partitura de una canción desesperada. El viento agita la cebada y Luisa aparece por el fondo de aquella pista.

 Alguien lanza un grito aterrador en aquel campo con la mies granada, Juan mueve sus manos para crear una melodía que reciba aquella mujer que ha recorrido tres provincias para emprender la tarea que le espera en aquel océano de pasiones.

   Surge el amo de las bestias y se desata la marabunta de voces, gestos y en el horizonte el cielo se quiebra. Es la mirada implorante del director que te conmina "usque tandem Catilina abutaret patientia nostra".

     Y tu en un gesto Bloomdyano, aceptas su reproche mirándole a la cara y le espetas

      "Mátame", para pánico de él

       Y le añades, así resurgiré inmaculado, sin la pesadez de la notas que se ofrecen embutidas en el hormigón que te ancla a los errores.

       Volaré para coger cada nota y copular en la exploración de cada parte que crea un cielo por el que caminas para el éxtasis de escuchar la belleza. 

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