Se estarán preguntando del porqué si, pues fácil ¿Por qué no?
No habíamos salido de la hacienda y claro cuando unos, con unos vasos en la mano; para mí, pacharán de endrinas de Somolinos, me han empezado a decir que allí, lejos donde termina el horizonte, la gente cae a saco, me ha intrigado.
Mari y ¿si vamos para allá?
Prudente, me ha dicho que llevábamos siempre el arnés y la cuerda. La duda, me ha dicho, es donde podremos anclar la cuerda.
La compinche, le ha animado a poner un anclaje en el doblez que hace la tierra en ese ángulo.
Yo, que sin ñordano no me siento cuando, para subir al cielo a coger esos chains trails para demostrar su maldad, si que me he ofrecido para escuchar la entrevista de esta mañana.
Solo queda que el Real Madrid denuncie que abusan de él por ser pobre.
Ángela, nuestra niña, nos dejó hace unos años. Se hizo astronauta y la rechazamos.
Ya, cuando la columpiabamos de pequeña, tenía extrañas visiones pero, gracias a Murco, nos hemos permanecido fuertes en nuestras convicciones.
Cuando nuestra niña Valeria, nos besaba al irse, tenía una cara de infinita pena y en la de ellos, de alivio.
Murco les sustentaba o vigilaba, que dijo la niña.
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