De uno de esos malditos podcast sale un análisis de la Educación Física que pudo ser. Existen contraluces, en el tiempo en el que escuchas ese programa. Porque te sientes aún parte de ello, parece una invitación a seguir ayudando, desde un lugar que no te dejaba el tiempo medido
Una clase de tercero de secundaria realizan un circuito con juegos de calle. Están concentrados; suceden pequeños problemas, a los que el profesor los soluciona no dando importancia a lo circunstancial, una pelota, un objeto dañado; anima a que desarrollen la habilidad que propone el juego.
La importancia de disfrutar sin la restricción del rendimiento. El darse cuenta que cada uno puede adquirir habilidades si piensa en él mismo, no en las agobiantes medidas externas de un pitido que te acelera, hacía un lugar desconocido, el primer año; en los siguientes, llega la prueba como un día castigo.
Es el inicio a un viaje de descubrimiento de muchos años, demasiados cursos si el conformismo hubiera sido la guía. Explicar las cosas, intentar que se explorarán en la expresión corporal da otra medida.
Los años de los grupos de trabajo, se sucedieron hasta que al final se entra en un círculo de autogestión individual en el cual se deja de contraponer opiniones ajenas; ese es uno de los peligros.
El denostado podcast en el que parece que se nos va el precioso tiempo, habla de aquellos y estos grupos donde lo importante es el alumnado.
En aquella sesión se intuye porque las metas son circunstanciales, seguir con un corcho de botella un recorrido que a los pocos minutos cambiará por averiguar los colocación de unos colores, desde un lugar que te hace utilizar la lógica.
Esos profesores de la zona de Aranda de Duero que en la escuela rural atienden no al vencedor de una prueba; aman a la Educación Física porque es una asignatura que cuida al ser humano, desde el aspecto social, el comunicativo, el relacional, de la adquisición del conocimiento.
El cuerpo en el que entran todos los conocimientos, que son medidos con una vara de la dureza del resultado, aquí es atendido para que se descubran, se acepte, se ame, se conozca para su cuidado, porque es el recipiente en el que se vierten, tantas y tan diversas ideas, conocimientos, opiniones favorables, desfavorables.
Conocerse, aceptarse, quererse en un primer momento para que desde ahí, pueda utilizarlas como herramientas para ayudarse para enfrentarse a todo lo que le va ir viniendo; sabiendo que son pasos para la formación de un ser más completo.
" If you see her, say hello" Si lo ves, dile Hola; eres tú mismo, diría el poeta. Aquel viajero sólo fue una circunstancia
Recordar a aquel alumnado mientras su silencio cómplice recorre las estaciones, con la preparación humana que ha dado el profesor a esa sesión, ofrece la visión de completarse, en mentes mientras los ritmos y vidas de "Lily, Rosemary and Jack the Hearts" irán entrando con su ritmo en sus vidas.
El viajero se fue, quizás ande por Tangier; el calor de haber convivido con descubridores le abriga soledades
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