Desde el primer día; desde la primera sesión, en el primer segundo dijeron que se tiene que dar una importancia fundamental al metrónomo para poder tocar con otras personas.
Si se tienen ritmos, aunque sea, casi parejos pero faltando ese poquito, todo se romperá
El metrónomo es discreto, no fuerza; se hace a un lado, cuando alguien lo nombra pero lo pone en el aparador donde están libros que nunca leerán; desde allí, no se le escucha.
Está ahí, no se va a ir, pero no da lo que alguien necesita cuando está con otros músicos.
Un tiempo después, se vuelve a mirar al metrónomo; ya no con esa condescendencia de quien se cree superior a un ruido que se repite de forma cíclica y que parece querer coartar la libertad. Ahora se le ve como un cimiento sin el que se tambalea todo lo construido durante un tiempo que se va haciendo más largo.
Algunos te hablan de la libertad como algo magnífico; lo ponen en su casilla y parecen los mayores difusores de este bien, cuando además imponen su creencia y en nombre de ella, por contra, no dan las mismas oportunidades a quienes les quitan los recursos para dárselos a esos colegios privados que se han puesto para diferenciar de los institutos públicos que reciben otro tipo de alumnado, con más necesidades. Si fueran consecuentes con sus creencias, se les debiera caer la cara de vergüenza y decir, es verdad, dios ha muerto o por lo menos, le hemos esclavizado para nuestros intereses
El que durante mucho tiempo ha ignorado al metrónomo ha hecho gala de esa libertad, pero ha perdido lo que este aparato te da, sentido del ritmo; orden para ir metiendo las notas y sus formas de desarrollarse. Hoy, cuando alguien de forma muy discreta te dice que necesitas conocer el tiempo y la medida, se viene a la cabeza quien también lo recordó hace dos meses, en una clase con vistas al río que nos lleva; árboles que perdían sus hojas con una cadencia que no supe valorar para generar un mundo nuevo.
Aquellos humanos te nombraron una necesidad; no te encerraron; la aplicación metrónomo se insinúo. La historia de todas las músicas ahí están.
La libertad es darte cuenta de lo que uno tiene que hacer para ser más completo en la ejecución y someterte a sus diferentes ritmos que te va a abrir nuevos mundos.
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