Vuelves a la ciudad y muchas cosas te parecen curiosas. Un cartel anuncia que en ese lugar se han hecho unas reformas. Es un espacio para los excluidos, gente tan cercana, a la que a veces no escuchas, a las que un instante les cambió el rumbo de su vida.
Lleva mucho tiempo en obras; para las personas en riesgo de exclusión el dinero se concede a cuenta gotas. Para una empresa privada que luego te va a devolver desde publicidad que te ayude a la reelección hasta ese famoso y universal 3% la cosa va rápida.
El texto se hace un poco largo. Sabes de donde procede, y entiendes todo lo que sucede, pero esas personas en peligro, es en una excursión. ¡Todo peta!
Habrá pasado alguien a todos estos de la turistificación y les tenemos que salvar. Hasta aquí ha llegado el problema y tenemos un ayuntamiento que quiere salvar a las familias turistas, puede ser una interpretación.
Otras más cruda es la sublimación del lenguaje "polite",; poner exclusión supone un problema. Igual que mentira; pones verdad alternativa y vives como en un estado de luz.
No dicen que todo mal, que está generación va a peor; pues nada tenemos un lugar para que las familias vayan de excursión. Tienen un patio y si eso es el lugar para una plataforma de despegue.
El edificio esta´remozado, pero durante muchas noches ha estado a oscuras sin ventanas y si por allí, se ha abierto un espacio a otra dimensión. Imagínate llegas allí, te abren y te preguntas, ¿qué me voy a encontrar.
Estás de suerte; te contestas a tí mismo con otra voz, por aquí anda Bob Dylan.
¡Tío, te gritas a ti mismo! Dylan y te vas con él a Brownsville Girl. Nada no había nada, pero claro no era el momento.
¡Ahora, ahora, ahora! dices anda Eric o Jhon Cleese parad de hablar con Brian, pero claro este, te chilla y dices que pasa que porque se equivocaron los reyes ahora no puedo ser seguido aunque sea por Oasis.
Tu, te chinas, porque no sabes como agradecerme que yo mandara a paseo a aquel otro rey que decía venía de pelear por la cristiandad.
Ascaso y acaso no es verdad que la anarquía es un estadio donde todo colaboramos por nosotras mismos, sin tener necesidad de encontrarnos sometidos a un ser maravilloso que nos inspire-
Ahora que está, casi acabado el edificio y que nadie se ha quejado, no vamos a gasta unos cuantos euros, si fueran miles ¡uff que idea me viene a la cabeza! podría ser, pero cambiar excursión y poner familias en riesgo de exclusión, en vez de la equivocada palabra, excursión, no merece la pena
¡No me tientes!, Alberto, Albertito, ¡aquí ahi chichaaaaaaaa!,
Facturita, facturita mágica,
¡Que no, que no! que una le a excursión, y quitar la r se hace con naa... ¡no forcemos!
Quién lee hoy en día un mísero cartel, casi escondido y con un exceso de palabrería.
Seis y muy claritas
¡Somos la verdad, tenemos a dios!
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