En las torres que le rodean, existen habitaciones donde se acodan verdaderos voyeurs expectantes de como será su caída.
En otras de las ventanas, algunos tratan de confirmar de forma visual lo que están oyendo a través de los potentes micrófonos que han puesto ahí en la calle. Miran de formar condescendiente porque son conscientes de su poder para eliminar cualquier particular que se impusiera en su camino.
En algunos de los pisos superiores se puede observar gente que apenas prestan atención a lo que sucede en el exterior. Sin embargo, las decisiones que toman, marcan los sucesos que están sucediendo en la calle. Toman bebidas alcohólicas caras, mientras escuchan algún guru que les ofrece las fórmulas mágicas por las cuales, quienes describíamos unos pisos más abajo, sientan que su vida es servirles a ellos y no ser uno de esos seres con los que se va a cruzar por la calle, unas horas después.
Juan, así se llama la víctima en la que nos hemos fijado hoy, anda ajeno a lo que sucede en la esquina a la que se dirige. Escucha Residente y las primeras enseñanza de su madre. Atrás ha dejado a alguien que se cree con derecho a inspeccionar su vida. Cuando ha pasado nuestro protagonista este le ha mirado con un cierto desprecio a quien trataba de intimidarle, con un arma y sobre todo con un traje que parecía hacerle indestructible, lo cual puede parecer lógico; pero, se creyera que le daba sabiduría siempre será un misterio a descubrir.
El gurú tiene ya una larga lista de éxitos. Viene de abajo, de más aún, de las cloacas. En esas plantas nobles, ese ser, un tiempo antes, será un bicho a exterminar; pero pequeños logros, le pusieron en contacto con intermediarios que habitan por las zonas intermedias de las torres. A partir de ahí, ser capaz de destrozar a unos de los camareros que les traían esas bebidas y alguna cabeza rebelde, le dio un gran nombre entre aquellos "dueños del mundo".
Sucedió hace ya mucho tiempo, ¡cómo pasa este!, este gurú destrozo la vida de compañeros de ese terminator callejero. La maravilla es que este travestido crea que el enemigo es quien escucha la música de la calle y no quien arruinó la vida de la mujer y la del propio colega.
Si esto sucede, que el mismo día que entrevistan a uno de sus sucesores, un rey cree una fundación para eludir impuestos, de un dinero que nadie puede explicar su origen; nuestro vigilante crea que el enemigo es quien se disfrazó de president, con la aquiescencia de los habitantes de la parte noble de la torre que sabían muy bien sus límites, es uno de los otros logros del guru.
Mientras un Aitor, destruye el servilismo, pero sólo de quienes luchan por no ser servil, con los otros, pena y aguante
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