lunes, septiembre 30, 2024

Entre Will Brown y Janis

  Los pájaros y zorras tenían un festín por aquellas tierras. Las uvas les hacían promiscuas proposiciones a su placer por devorarlas.

   Un puente medieval separaba dos mundos. Se había acostumbrado a seguir su orilla que le parecía lo máximo a lo que podía aspirar. Lo que escuchaba en la otra orilla era a Bob, Lou, Nick, Bruce y sabías que aquello era tan maravilloso como inalcanzable

    Por alguna senda , menos habitual, Van y Leonard se te cruzaban y tenías que parar porque era de una belleza suprema; ni él, ni nadie se atrevía a lanzarse por el barranco por muy pequeño que pareciera. 

     En alguna riada se habían ido Amy, Janis que habían caído al cauce, al que te lanzarías para acompañarlas. Por lo que fuera, rozarles llenaba momentos y alguna vez, las letras se hacían visibles aunque antes las creyeras ocultas, escritas con tintas fantasmales. 

     Me agarre a la barandilla por el vértigo que sentía con la nueva vida. Aprender a tocar un instrumento, en los primeros momentos pareció que todo seguiría igual y me sentaría a verles entre aquel carrizo. 

     Enfrente, en aquel espacio inaccesible, estaba Sinnead, la echaban siempre de mimbres para desparecerla. Alfonso desde un sofá sonoro la dio sentido. Incluso al hecho de obligarle a tirarse al agua por si las aguas no fueran profundas. Lo eran.

. Drive all night, Jungleland, cualquier canción que te pudiera sorprender y quebrar de Dylan, estaban tan lejana a lo que s podía ofrecer. 

   A Will Brown en un 28 de Septiembre de hace, casi 100 años, le conocían porque apenas podía moverse, 

    Se alimentó lo irracional que no se debe focalizar en una bestia, superándolo nosotros, humanos. 

     Describe Nieves Congostrina aquel escenario dantesco. Cerebros clamando por sangre por encima de neuronas 

      La voz de Will era la de Janis cantando Me & Bobt McGee, taladraría un bunker, no a la masa humana clamando por sangre, fuera o no inocente.

domingo, septiembre 29, 2024

Apenas unas letras

 Decidió que saldría rápido de allí, apenas había vivido unos meses en aquellos lugares agrestes. Le pareció exótico y retador quedarse allí, cómo no iba a admirar a gente que había preparado bancales en terrazas con caídas de 50 metros. 

  Cuando pasaron los días, tuvo acceso a los túneles subterráneos que llevaban a verdaderos palacios interiores. Llenos de agua y con unas especies de chimeneas que era lo que provocaba aquellos ruidos nocturnos que le habían hecho coger las llaves del coche y salir corriendo, porque parecía que una erupción estaba ocurriendo. No lo hizo, porque por un ventanal de una casa ultramoderna, de esas que presentan en televisión un experto que se maravilla por cada uno de los cien mil detalles. Decíamos que allí sobre la cama estaban Mari y Alber, ajenos a aquellos ruidos, haciendo el amor con tal frenesí que pareció que aquel ruido horripilante fuera un excitante ajeno para aquella entrega que no tenía visos de pararse. Aquel día se quedó, comprendió que todo pasaría.

   Cuando fue uniendo cabos de aquellos sobrecogedores instantes, familias enriquecidas porque de forma curiosa los habitantes más colgados en los bancales, huían después de recoger todo lo que tanto le había costado cultivar, y eran aquellas las que se apropiaban de todo; además entendió que por aquellos lagos interiores se deslizaban planeadoras, llevando entre risas de mandíbulas desencajadas las riquezas ocultadas a la población de allí. Continúo allí, porque había atado lazos que una mujer que pugnaba por quedarse, a pesar que su belleza era motivo para los asaltos de varios habitantes de aquel lugar, entre otros Alber.

     Ella, desapareció al mediodía cuando cedió ante el más persistente de los nigromantes de aquel lugar. 

     Crucé el puente romano que decían habían construido para ir a Caesar Augusta y tuve que abrirme paso por un agujero del muro carolingio que tenía varias de las piedras caídas, de un rojo muy humano.

     La que me lanzaron a mí, no llegó a su destino. Lo entendí cuando me giré y vi a ella, empujándome a ir, con una soga al cuello y con una lágrima deslizándose por su perfecta cara 

sábado, septiembre 28, 2024

Mínimos

 ¡Cómo no va a andar despistado, si le queda una semana!

   La hermana le acerca una botella y la palangana, en la que realiza sus abluciones y levanta la vista para ver si ha llegado Mariano. No es fácil, pero si es valiente, por decidido y arrojado, cuando se enfrenta a él, en unas discusiones que se le hacen eternas.

   Fue hace diez años, cuando empezaron a viajar sin rumbo. Se hallaban en una especie de tierra prometida. Muchas mañanas, tiempo antes se había comprometido a dejar aquella cárcel. Todo se había complicado y nublado desde hacía dos años.

  La muerte inesperada de aquel hijo, le quebró en lo más profundo de lo que parecía una relación tormentosa

   Ella había muerto en el paritorio y su hermana había sido un soporte imprescindible para atender al niño y para que él mismo no hubiera enloquecido. 

  Se embarcaron en un proyecto de auto conocimiento y de optimizar las tierras que les había dejado su familia. 

   Mariano, de alguna manera, enamorado de Lucille, desde pequeñito, en aquel barrio de las afueras. Rasgaba sus cuerdas y la seguía por todas partes. Con él, a cambio, tenía una relación más de odio que profesional. 

   Aquel hombre se abalanzó sobre el coche ardiendo en el que se hallaba Luis; cogió un extintor de una columna y una manta del maletero; había viajado mucho en aquel coche. 

   Le soltó el cinturón de seguridad. Le cogió en brazos y le hizo soltar un juguete que amenazaba con convertirse en una tea que prendiera aquel inmenso garage. Todo se controló, el fuego del coche, la caída de este, al piso inferior y el horror del guardia de seguridad que había actuado demasiado tarde.

  Nada se pudo hacer por el hijo. Mariano, destruido, fue arropado por la chaqueta de Lucille y por los ojos llorosos de aquel padre y marido, sin hijo y viudo. 

   Sobre el agua de la palangana se cruzaban nubes negras, a las que el sol minimizaba

viernes, septiembre 27, 2024

Sin Contexto

 Estos chicos me han hecho vitalicio. Miedo me da; esperan que uno de los dos no dure muchos; pinches, cabrones, andaré por Méjico que allí sólo existen reyes de rancheras y de narcocorridos. 

    Por el mar, corren, las vacas, por el monte las sardinas. Los hay que se tiran de cabeza a decir que ya estás diciendo una tontería. Pasa como con Irene, si también va a aquel país, por lo que les ha dicho, y por a quienes se ha enfrentado, lo escriben como lo más criminal del mundo. Raro es el caso de un país que invite por parte de una presidenta elegida por más de 35 millones de habitantes a ella, y pida a alguien que la debería representar que haga un ejercicio de humildad. Rey, humildad, una mierda.

    Te llega la revista La Marea. De lectura, andas chungo; bueno más que eso, nada, triste sino. Los aparatos manejados por empresarios dioses, te van inoculando el veneno de la pérdida del tiempo y lo peor, la razón. Este ultimo envío, bimensual, se plantea como tema guía en la mayor de sus páginas, si existe una extrema izquierda, no sólo en España, en el mundo.

     Si parece que una extrema derecha que defiende el exterminio de los que han sido, son y serán habitantes de un país, indica que son un poco brutos.

      A estos mismos, les ve diciendo que los pobres extranjeros, no reyes saudies, no los futbolistas pocos y varios, no deben venir. Bueno, es más alguna de esas mentes, antes alimentada en cianuro, apoya que los barcos sean bombardeados, como lección para los siguientes. Luego por arte de magia, terminan parte de esos proscritos, sirviendo en sus casas, claro sin contrato, si no existen porque leches se los debieran hacer. En la vida se debe ser consecuente, dicen.

       Esa extrema derecha también defiende lo privado en la educación, a los que subvencionan, tomando dinero público; provocación y desvergüenza y en la sanidad, a la que deterioran y minusvaloran para que todos acudan a pagar a lo privado, sanarse, bueno, sin el precio de lo aportado.   

      A estas alturas SIN CTXT, te vas creyendo que en el otro extremo existe el diablo, pero con rabo, de atrás, y con un tenedor como una horca, pero de tierra y con h. 

       La gente lo oye, se lo dicen, pero no escuchan su cabeza. 

    Dicen: uff, uff! nos van a quitar todo, hasta el taparrabos, que para la mente se debería llamar tapaneura. Reconozco que no es fácil, dejar al aire, las pocas o menos neuronas de una sensación de desnudez tremenda. ¡esos violenta, y mucho!

      El caso es que te están pidiendo que los que más poseen paguen. Qué una casa es para vivir, no para hacer negocio, que haya médicos en demasía para que a las personas se les dé calidad de vida y que, a las alumnas con esos ojos super abiertos que no tienen las condiciones económicas de los segregados pero para ser exclusivos, se les pueda atender para que se motive a tener una vida digna. 

       Sentado, frente a la partitura, contemplas el atardecer que emerge por encima de la hoja. Alguien viene vestido con una balanza como sombrero que cubre su mente. Mira apacible, te dan ganas de convertirte en un cordero.

       Fredo, te coge del brazo y te grita ¡una polla en una olla!; 

       ¡Hombre! le remarcas, no seas vulgar, no te pega.

       Coge Contexto, hazte el vitalicio, le miras como interrogando, 

      ¿el muerto?. No hombre no. Lee lo que te pone Gerardo, Guillem, Noam, Miguel; no puedes encontrar nada que sirva para romper la sociedad. El rico seguirá siendo rico aún pagando, así, una mínima parte de lo que tiene; lo privado, podrá exponer lo que ofrece para obtener beneficio, lógico y justo, sin ventajismo.

        Sin CTXT los buleros, los tramperos, los provocadores te hacen creer que el medio existe, puede que si, pero nuestro Medio, ahora está lesionado, se llama Rodri, es divino y no queremos equidistancia con él, es el mejor. 

        No, no existe la extrema izquierda, lo más que piden es que seamos humanos y que a los crédulos de tantas boberías, les demos valor de ser capaces de discernir, porque puede que no sepan que las Adrianas andan por Contexto pero si que este, les es necesario para respetarse a si mismo y no seguir las consignas creadas por paritorios de odio y "equidistontos"

jueves, septiembre 26, 2024

Coalición

 Andaba por el desierto deslizándose sobre arena, subiendo dunas como en tierras movedizas. Se habían enviado más de diez drones, a los que les fue invisible. Tenía un pelaje que le ayudaba a ser indetectable a aquella tecnología inhumana.

  A miles de kilómetros Azucena desparramó un olor embriagador y unos pasos sobre los que se deslizaba. Salía de una casa humilde y un piso con la ropa de la cama caída por el suelo. 

  Juan preparaba un café colombiano tan intenso, tan puro que por un momento se olvidó de ella. Había sido una noche larga, no apagaron la luz porque aunque conocían cada palmo del otro, cuando clavaban su mirada para compartir la plenitud de sus exploraciones, les gustaba verse en las comisuras felices del otro.

   Se sentó en la silla y buscó la armonía de los pasos de ella. Iba brillante, las neuronas aún le estallaban al contemplar la realidad de lo que siempre había soñado. Paró, pensó con una cierta soberbia para volverse y buscarle por la cristalera. 

   Todo a su alrededor pareció una pantalla fija. Se le vino a la cabeza su último viaje a aquel país exótico. No lo habían necesitado, pero buscaron un estímulo externo a algo que tenía impregnado en cada uno de los dedos y la lengua de sus cuerpos. 

   El peaje fue cruel, para salir de quedarse atrapados en aquel lugar, tuvieron que ceder el perro que les había unido y, ahora, era un miembro amputado en cada uno. 

    Fue una traición que les ennegrecía aquellos días felices, les dejaron volver con la correa con la que llevaban atados.

     Se volvió ella, y de sus manos salió un movimiento dantesco, un restallido de la correa que se le clavó a Juan, sintió el desgarramiento de la piel de Azucena y la ausencia de Tobi

miércoles, septiembre 25, 2024

El protector

  Antes de arrancar el coche, ya se había puesto el collarín. Luego miró el nivel de combustible y por fin, la miro. Esta seguía con la cabeza baja y él no terminaba de comprender lo que había sucedido.

   Por la calle, transcurría un nivel de agitación que contrastaba con el silencio del amanecer de hacía dos días. En aquel momento, tras la explosión de la noche anterior, todo parecía parado, alguien podría pensar que la muerte había invadido aquella manzana de pisos demasiado bajos y pobres, apenas cimentados.

    Ahora, Gilda recogía la tarjeta que alguien había dejado. Era una invitación a un party; la gente que se lo había entregado seguía dándolos a los que veían jóvenes y dispuestos  a acudir a ese tipo de eventos.

    Un perro bajaba de aquel parque, frondoso lo que le daba una apariencia de profundidad cuando apenas tenía tres filas de árboles, eso con ramas rebosantes de hojas inmensas. El can se entretuvo en tirar a la diana sobre una de ella que se balanceó por su micción. Alguien la miró cuando empezaba a levantarse por uno de los lados, como para volar; enseguida dirigió la mirada a aquellas hayas, para ver si había viento. Cuando comprendió lo que había pasado, buscó con la mirada por donde iba el perro. Se sorprendió cuando lo sintió frotándose sobre su pernera. Había renunciado a él, cuando una tarde, a su llegada a casa contempló la animadversión con el gato de su mujer. 

      Prefirieron al gato Bob, era rebelde pero de un pelaje bello y de unos movimientos arrebatadores, felinos y peligrosos, porque en su majestuosidad, siempre cabía la posibilidad de un error que se llevaba por delante el recuerdo de Argentina que se habían traído unos meses antes, en aquel viaje infausto a lugares deprimentes en el que creían haber encontrado un motivo para la redención.

      Julio había salido coche cuando reconoció su perro, al que había estado muy unido. Marisa intentaba comprobar, en el asiento de conductor si aún vivía Bob, este estaba dolorido de la paliza que le había dado aquel perro perdedor. Sólo había recibido un bocado, nada grave comprobaron luego, con la pata derecha delantera lanzó un amago de caricia hacía ella. Julio reconvino al perro y se giró, con lágrimas en los ojos; luego empezó a alejarse y dirigirse al coche como si fuera a una cámara de tortura. Recibió la mirada dura de ella, se quebró, se volvió a poner el collarín, a la vez que silbó a Tarzán y se giro para abrir la puerta de atrás. 

     Tendría trabajo, pero no pensaba renunciar a una parte de él

martes, septiembre 24, 2024

En la esterilla

 Se sentó para hacer lo cotidiano. Eran rutinas que pensaba, tenía dominadas y ese día repetiría con la convicción le apartarían de aquellos oscuros pensamientos.

  La ropa era la adecuada para la actividad que haría, pero no para lo que le sucedió nada más afianzarse sobre la plataforma. Se movió y despegó con tan violencia que si no hubiera sido verano y el balcón hubiera estado abierto, pues eran ya las once de la noche y allí, lo que hacía de temperatura, era una brisita muy agradable y reponedora tras un martilleo contundente y alocado de un sol desquiciado, porque su tiempo había comenzado a terminar.

   Enseguida sobre varios tejados de la barriada y en un ático, vio tumbada a ella, no necesitó quedarse fijo sobre ella, tenía prendido en su cerebro cada célula de su cuerpo armonioso. Se habían disfrutado con tal intensidad que ahora, volando y por no tenerlo entre las yemas electrificadas de sus manos, creyó que todo había sido una frugalidad. 

   Miró para adelante porque, ¡quien puede confiarse de una esterilla voladora!, aún así sintió que la eternidad de aquellos años con Inma, podrían acompañarle de por vida, aunque al mirar al suelo para buscar la altura a la que estaba volando, sintió que ya no la tenía, y ese espacio de caída que podría tener, era el abismo por el que se despeñaba sin sus besos y sus vibrantes caricias.

    Se dirigía hacía el pinar y resignado se tumbó sobre la colchoneta tan a tiempo, que las garras de un búho sólo le produjo cosquillas; al ave de rapiña, por su ulular, un gran frustración. No había podido volar por aquella semana de tormentas y el apetito era entre inmenso y gigantesco de tal manera que no le había permitido calcular el tamaño de aquel hombre que por muy falta de amor y de seguridad, hubiera seguido siendo muy pesado para él.

    Calculaba que a las 11h33 se había posado, plácida, sobre un pequeño claro en la parte superior de la montaña. Nuestro protagonista se quiso erigir sobre la mat y ya se habían congregado una variedad grande de ansiosos animales, de los más variopintos, curioso de recibir alguna buenaventura. Pese al espanto que le producía estar volando de una manera tan antinatural, tal aglomeración de fanatismo le hizo confiarse, de nuevo, en el objeto volante

    Era ver tanta credulidad que la esterilla, como Bryan, sentir un escalofrío porque no le permitirían despegar, que salieron por peteneras y por el aire, también. Ya los dos empezaban a formar una unidad.

    Un fuego y un asado le llegó hasta el olfato y pese a las reticencias de aquel, ya cómodo, objeto volante, consiguió que descendiera a la altura suficiente para dar un buen susto a los comensales y aprovecharse del espanto de uno, para coger al vuelo, una chuletilla de cordero, que estaba riquísima.

    No tenía visos de cansancio, ni de falta de algun tipo de combustible.

    Sucedió lo que nadie esperaba a estas alturas. Después de unas horas estirada; como la cabra tira al monte, la esterilla se empezó a recoger, como en un cucurucho, dentro de él, le recogieron y le llevaron a casa, como desvalido que había quedado después de tanto aturullamiento.

lunes, septiembre 23, 2024

Tras la presa

 Estuvo acogida durante unos meses en casa de unos antiguos vecinos de su padre. Allí volvió a estabilizarse un poco. Los últimos años, aún encerrada, habían sido frenéticos; había vivido situaciones que como dirían en la prensa sensacionalista "jamás mente humana pudiera concebir como posibles". 

   Salir un día del edificio y tras unos pasos, después de asegurarse que el portal se quedaba cerrado, había recibido el impacto de un muñeco que había salido despedido por el parabrisas de un coche que había sufrido una situación increíble. De una grúa se había desprendido la bola con la que pensaba derriba un antiguo edificio de montaje de piezas para los Masserati. La bola anduvo balanceándose desde el primer momento con una fuerza inusitada. El conductor había conducido con una gran imprudencia para andar por el medio de la calle principal de aquel suburbio. John, que había dejado estacionado su coche, para ir a recoger a la niña que estaba como se suele decir "con su madre", se horrorizo cuando en la vuelta de la primera ida golpeó el motor y giro el automóvil, unos 72 grados. Ya, de la contundencia del golpe, se quebraron el cristal delante y el de estribor, que es por donde había recibido el impacto. 

   En la vuelta del segundo balanceo aquello adquirió tintes dramáticos, porque se deshizo del techo del coche, con la facilidad con la que alguien se puede quitar la peluca, cuando piensa que se puede abrasar, por el fuego de una barbacoa.

   Fue en ese instante cuando varios de los objetos posados sobre la bandeja que cubría el maletero emprendieron un vuelo al que parecían resignados, no llegaría nunca. El patito aviador, con sus gafas puestas golpeó con contundencia sobre la cara de nuestra protagonista. Sucedió que esos inofensivos y, en cierta manera, ridículos, anteojos que iba en el attrezzo de la mascota más querida por la niña, se insertó sobre el lóbulo derecho de aquella mujer liberada, por fin, de un miedo patológico que le amarro a su pequeño apartamento, a unos libros de autoayuda que la habían hundido, todavía más, y por fin, primero a una ventana, donde veía suceder todo lo cotidiano que no le gustaba nada, y lo odiaba y luego a la trasera, la pequeña escotilla del baño que le abrió la mente por aparecer tres pequeños tulipanes que le hizo pensar que una nueva república podría florecer. 

     Cuando, creyendo que esa pequeña herida, producida en el lóbulo se apañaría, como lo había hecho, con una gasa y un poco de Betadine; al ir a cruzar la pequeña presa que se hallaba a pocos kilómetros de casa, un ligero mareo, seguido de un soponcio, la hizo girar el coche hacía donde se hallaba la mayor cantidad de agua.

       Lucho un minuto y perdió la luz, al empezar a hundirse. Sólo la valiente intervención del gruista que volvía a la base de la empresa, con la certeza que le despedirían, la sacó del habitáculo del turismo y la hizo respirar, ahora si, con los aromas, que le impregnaban cada poro, del bosque cercano.

domingo, septiembre 22, 2024

Un sueño sin ruedas

 Dejó de viajar y andaba, de pronto, entre las lejanas sendas del calor del cariño de Maryse, Jacques, Karo, PJ y Brö y le regaban dentro de algunos de los actos por los que se quería cambiar el mundo.

  Estaba anclándome a unas raíces donde el horizonte se rompía con pasos y mis brazos dejaban de tener fronteras e intentaban llegar tapar los agujeros infringidos a Berta Cáceres, Luis López, Salma por sicarios que sólo eran un "pawn in their games" de los poderosos.

   Pasó hace años, ahora se oye más, en medio de viajes a resorts, con prohibición expresa de salir a la realidad; fue la conciencia de no tomar aviones, de reducir el impacto sobre el medio ambiente

   ¡Qué estupidez! ha llegado a una madurez en el que se asoma al balcón de la nada y tiene derecho a mostrarse como un pequeño triunfador. 

   ¡Perder una foto en la olímpica Paris!. Esa que se ando, con una hora de medio sueño, en una cama móvil de las de ahora, pero hace 30 años, para descubrir cada locura insertada tras las escalinatas en una mirador a la ciudad que despertaba. Todo, ahora parece una escenografía, para que el martillo de capitalismo clave las puntas de un ataúd para la democracia. La Francia que la minimiza y destruye; es la inocencia que perdimos después de ser asaeteados y traspasados con la palabra Venezuela, deseable por los especuladores, que aún no la tienen, y por eso, la embargan porque a los débiles se les puede pisar, denostar y justificar a través de mercenarios

     Las ruedas, una vez más, se pincha para la elección del pueblo. Los conductores, dueños de la irracionalidad, muestran escenografías imposibles. algunos se conforman con oler el jamón para decir que ellos comen jamón. Luego los mordiscos se lo dan al jamón York, pero el Olor, ¡dios, el olor! me llena de aire aromatizado la barriga.

      Escuchar a Melenchón es descubrir que existe otra posibilidad para el mundo de las armas y la destrucción.

sábado, septiembre 21, 2024

Un día en Quebrantos

 Cogiendo notas, me aproxime a un pastor que llamó a su perro para que atendiera su orden. 

  Al cabo de unos minutos, el animal creyó haberse sumido en un pozo. Miraba a su alrededor y sólo veía paredes insuperables. Miraba el cielo del suelo y las ondas creaban las nubes que descargaban desesperanzas y puñales con traiciones de esos dioses que vagaban en lugares, demasiado terrenales.

   Trazo un campo en quebrantos y lo restalló con búsquedas, muchas veces, dolorosas; otras, veces, crueles y las menos, de agarrar la vida en besos.

    Quebrantos fue una estancia por la que siguió aprendiendo. Cuando se podrían apagar las ilusiones se tejieron los actos; ayudaba el viento del tiempo que lo mecía por la brisa de la caída de las hojas que se rellenaron con pasiones, tristezas, dudas y encuentros. 

    Se dibujaban notas que se desentrañaban entre las estridentes voces que apagaban los horizontes.

   Nadia acudía pronta a rellenar los vacíos que generaban los ruidos de las bestias. A la sociedad la habían subido sueños, ella cogía los vestigios de lo que era el jarrón roto de pensar y desbrozando todos los marasmos de grisos, quitanas, abad, ayusos y además brozas; apagaba las teles y radios y encendía nuestros  centros de gravedad permanente, siempre con Battiato, pero ahora con Raúl y entonces aquellos miasmas de ideas podridas instaladas en las mentes que te hacían tan soberbio, porque repetías los conceptos de las masas, de decir que tu eras un pelele por apoyar el enfrentamiento contra las mentiras de los indicados más arriba; entonces, decíamos, ponía uno de los Quebrantos por perpetrar, la operación Charmatimo, donde andan implicados bancos que no pagaron sus deudas, constructoras, infladas en artificios que producen flatulencias que nos ahogan en deudas y políticos, truculentos, con aires de ser malabaristas del Circo, ellos no del Sol, sino de las Tinieblas.

      Hemos llegado a tal estado de estupidez: "por favor déjame en paz, acabo de llegar de trabajar, con extras sin pagar, encerrado en una carretera de ida y vuelta por 3 horas y ahora, ¡no lo ves!, ellos tienen el poder déjame disfrutar de mi parte de vida que me regalan.

      A esa situación en la que te dicen que van a poner una gran losa de hormigon y cemento sobre la Estación de Chamartín y encima harán un Retiro del siglo XXI, XXII o vaya usted a saber.

      Se preguntarán porque será único. Los árboles habrán crecido sobre un metro o dos a lo subo de tierra, no tendrán raíces profundas, entonces con los huracanes que, cada vez, con mayor frecuencia se están produciendo, por los desequilibrios de una tierra sobreexplotada, nunca respetada. 

      Escribíamos, saldrá volando esa masa forestal, arrancada de cuajo. se dirigirá a los torres, edificadas para especular, pero vacías, porque las formas de organización de las empresas, ya no necesitan aparecer en rascacielos estigmatizados. Se hundirán sobre sus estructuras, el gran monstruo despertará, cogiendo bocanadas de aire, por todos sus ventanales quebrados, se los arrancará de sus ojos y boca y los lanzará al aire. Allí, por fin tendrá justificación los cientos de miles de millones gastos en armamento; ya, los especuladores y comisionistas, podrán decir, no ves como se necesitaban miles de bombas y de aviones para atacar a los árboles hambrientos de raíces y edificios saciados de vacío.

       Dispararán, alocados, una rama solitaria caerá sobre Sol, en el centro de Madrid, un alcalde, igual de cuerdo, descarado y protegido, muñeco de otros iluminado, correrá a inaugurar el primer árbol, ¡

       Chico ¡ es una rama!

¡qué hostias! da igual, otros obreros seguirán igual de cansados, más desesperanzados, tan, ahora ellos, péleles para aceptar una rama como arboleda.

       Ya, los Luis Súarez, Ecologista en Acción y los Félix Arias, del club de Debates y las Montse Galceran, seguirán presentes, pero habrán desaparecido y necesitaremos a otras, muchos que hayan mandado a paseo todos los artilugios que están preparados para explotarnos las neuronas entre los vagones de un metro, sin ojos que miren al otro y a estos nuevos, les enraizará aquellos y los regaremos para que hayan puesto en cuestión todos los apriorismos que se insertan en las teles entre barbitúricos y cientos de kilos de maquillaje en presentadores y, también, en la verdad, para esconder las arrugas de las medias verdades, mentiras.

       Una vez levantados los árboles, las tierras removidas se posarán sobre los turistas que no aman la ciudad, pero si necesitan decir que han estado, por ejemplo, en Madrid. Esa tierra, se le meterá en los tuétanos y allí, anidará. Ahora si podrá decir que es un madrileño más y a cambio, se conformará con una tienda de campaña donde pasar esa breve visita que se le ha impregnado en lo más profundo de la pelvis, como una ladilla.

        Bob Dylan, cantando  Murder most foul, nos recordara como estuvimos a punto de dejarnos asesinar por todos esos voceros de la especulación.

         No llegamos a ir a nuestro Dallas y evitamos ir conducidos a nuestros matadero por los asesinos mediáticos, políticos, especuladores constructores y los bancos que daban la ultima fuerza para apretar el "trigger". Creamos una ciudad humana, equilibrada, sin las pancartas posters de los mercenarios, amenazando al abuelo o al migrante, de la Honduras que dispara a quien se opone a otras especulaciones que acribilla los pulmones selváticos.

         Quebranto, próxima estación, donde bajar nuestras rutinas, donde mostrar que somos y seremos porque fueron

viernes, septiembre 20, 2024

Centros

  Para centros, los que hacíamos debajo de la ventana de casa. Algún cristal cayó y broncas de mis queridos Ángela y Pildoro, también.

   Ahora coges una mercenaria, te la pones delante y ya te proclamas tú mismo, centro.

    Ya lo anterior da una pista de las limitaciones y de las engañosas apariencias, pero te pones estupendo y descarado y te ponen hasta en la tele o cuadro familiar, en la primera hablas sin parar, no porque tengas algo que contar, sino para que el de enfrente no te deje en ridículo. En el segundo, la foto te la hace Juanito, el corrupto, te pone delante, te hace sacar los codos y tú, pareces nacido para la posterioridad aunque esa foto, se meta en el desván en la revuelta, no en la de Broncano, que no está para esos menesteres de dar la oportunidad a los falsetes.

    Ella subió por el piso con una cadencia que la hacía aún más especial. Miraba como para destronar a un idiota y para compartir con quien descubriera su calidez. El tiempo la había enseñado que con sus ojos podía encender una fría sala. Luego invitaba a entrar a ciertos animales y ya, en ese lugar, se caían todos los muros y nacía la música.

    Para encontrarla, se tuvo que salir de aquel lugar cómodo que llaman de forma irónica, el centro. Se fue a otro pueblo y allí, buscó que hubiera un libro sobre el que pudiera pulsar las notas que definiera aquellos ojos oscuros, brillantes. 

    Se echó en manos de Elsa aquella mujer que abrió los cielos. Ella, sabía como se rellenaban los pentagramas por donde se mueve un val nuevo, el de la delicadeza en la elaboración de cimientos sobre los que puedan brillar sus sueños.

    La lluvia calza un campo que ya estaba a punto de abrir su boca porque el sol había consumido todo el agua, como si hubiera atravesado un desierto. Sobre el rostro, regalada, agradecida, algunas gotas que se deslizan ansiosas de llegar a unos labios carnosos, suenan los agudos y ensalzan la armonía que se ha posado en el rostro y los días, lo irán esculpiendo; lo externo, da la sensación de aposentarse sobre una profunda humanidad que podrá derramar sobre sus seres queridos

jueves, septiembre 19, 2024

Eso que ellos me comparten

Sale "mi Gemma"; bueno durante muchos años fue eso mi Gemma; Nierga esos programas de La Ventana en los que me colgaba para escuchar "la tertulia de sabios", "las de la cárcel". 

   Era quien me conectaba con el palpitar de una sociedad, que desconocía, la de Javier Cansado y Javier del Pino, la de Terenci. Era como si tuviera un sitio en el que descansar y abrigarme, con las letras, era una buena solución, por eso andaba por allí Juan José Millás, y sigue, para llamar a hacerme inconformista, incluso, ahora, que los tiempos están cambiando.

    Todo se aceleró; sintió como que el odio se posaba en la ventana, para impedirle incluso su respirar.  pasó mucho tiempo y la arrojaron a un pozo con pequeños empujones, ajenos, lógicos, amigos, dolorosos.

    Salió poco a poco; el género televisivo lo ha tenido que ir aprendiendo. Ayer apareció en "59 segundos".  Se le colocaron las marías, los pedro

     Seres humanos que transmiten. No hubo fuerzas para ver el programa. En el empiece, si que me dio a ver a la representante de un "medio periodístico que se alimenta de la basura, produce basura y enmierda todo lo que la rodea, porque l. CTXT con Miguel, con Gerardo, con Guillem producen noticias desde el respeto a lo sucedido. 

     Tienen un inconveniente no está subvencionado por partidos políticos acusados de corrupción. No tienen detrás de constructores beneficiados por los partidos que se han repartido, siempre, el poder. Muchos defendemos que con nuestros impuestos, tenemos derecho a tener información honesta, nos gustaría que CTXT pudiera ocupar el espacio que necesita una sociedad en continúa construcción que no se pueda cimentar con veneno en sus estructuras.

       A falta de ser colonizado, devuelvo el agradecimiento a Canal Red, a Laura, ¡madre mía, qué epílogos en el Tablero!, Manu Levín, desnudando significados, antes Sara, ahora Irene y su lenguaje preciso y afilado, también Víctor y entre todas ellas, con todas ellas, Pablo Iglesias.

       Ayer apareció junto a Gemma, me imagino que lo veré e iré recogiendo píldoras de lo que pasó.

       Pablo Iglesias es una suerte que tenemos; no lo comprendí cuando me iba del 15M y llegaban ellos.  

       Llegaron hablando claro; descreído, nunca persistente no comprendí todo lo que estaba pasando; ni todo su arrojo ante los poderes que han colonizado y amenazan con pudrir una patria.

        Los que sobreviven de la política comprendieron enseguida quien era su enemigo. Sus Errejones, Carolina, Ramón se podían comprar, se agarrarían a la última gota de sangre. Manuela, que dice aún se presentaría a la alcaldía con diez años menos, habrá comprendido lo que es traicionar a quien le fue fiel y le ayudo con honestidad, por ejemplo a quitar gran parte de la deuda de Madrid.

       Pablo Iglesias es otra cosa. Alejado de lo común, para bien y para mal, me extraña recibir aún la frase "menos Iglesias y más Amancio"; tres años después de irse, de personas que no creo sepa lo que está haciendo este excelente comunicador y gran analista.

        Los burdos Ferreras, Vallés son referencias para escuchar lo que se quiere oír. Pablo rompe el horizonte que les han creado y lo que se asoma por esas pantallas rasgadas es un abismo que les asusta. Inacción con el problema de la vivienda por la dependencia de los dos partidos "del regimen" a las grandes empresas. La corrupción de jueces que regresan de sus exilios de oro, para agradecer servicios.

        Policías, si, pero sólo, esperemos "la policía patriótica" que también colonizan los aparatos del estado y no les importa hacer explotarla, si ellos no son los que están al servicio de sus amos.

        No estoy para escribir la historia, si para agradecer que él, Irene, Ione, muchos anónimos, para mí y el equipo de Canal Red me da información para construir un país en el que las triquiñuelas y las dependencias salgan a la luz y para ello, también está Inna Afinogenova, que se me olvida, como de alguna otra, a la que agradezco, como a todos, 

       "eso que ellos me dan", es lo que yo agradezco.

miércoles, septiembre 18, 2024

Todo lo que invierta es poco

 El señor está por dejarlo. La mujer escribió una esquela y él, se lo piensa, aunque ser muy cabezón le lleva a decir: "pues va a ser que no".

  Se acerca por el campo y es tiempo de moras. se dedica a coger higos. Ya andan chungos y estos mismos lo saben, con lo cual ya no se cuidan con el mismo esmero. Como en un desafío te dedicas a coger bastante de ellos. Siempre has tenido presente el dicho "de las apariencias engañan".

   Félix que se dedica a la horticultura  vertical, lleva una época que se pasa el día postrado. La razón son los fuertes retortijones que se le repiten con una frecuencia que prefiere no ponerse en pie. La perspectiva, cuando se hace acompañar por su mujer, es bastante diferente a la de esta, y eso que desde la lejanía podría tener la misma, pero para él, el olor siempre ha sido muy importante y luego está el hecho de los matices. Para él, estos, son muy importantes, trascendentales.

   Estar en horizontal, lo ha podido aguantar durante unos días; veía como se iban trenzando cada una de las ramas que había preparado para que creciera así. Le ha sido curioso, conocer por dentro esas enredaderas; se ha hecho a la idea de lo que le sirve y lo que puede ser superfluo. 

   Con el tiempo, han conseguido ponerle unos pies a su cama. La sensación de su mujer ha sido, por un lado, vaya no confiaba en mí; por el otro lado, le ha dicho, pareces Anibal Lecter, eso lo ha hecho público a través de una acotación bastante ácida. Lo cual ha revelado, su primer pensamiento.

    Félix, aún valiéndonos, el anterior pensamiento de la desconfianza, tiene mucho de aquel personaje fílmico y mítico, pero en su caso, dedicado a los insectos. Tiene una paciencia infinita y una lengua contorsionista y exploradora como podría confirmarnos Teresa.

   El caso es que en unos días, el murciélago que se había contratado para que controlará el número de insectos, se ha ido. Ha alegado que le habían llamado de Ulan Bato para una emergencia pero en realidad creen en el lugar donde se ha puesto el jardín que nuestro personaje, o acaso no podemos denominar así a Félix, a un ser que ha sido capaz de dejar su jardín sin estos voladores, con lo cual sabe que le queda poco a su creación porque son necesarias para eliminar ciertos podadores y ciertos envenedadores y algunos polinizadores, pero el ansia. El ansia le ha vuelto loco.

martes, septiembre 17, 2024

Sin nombre y descendencia

 Vuelven a asesinar a un activista medioambiental en Honduras, Juan López. Lo ha sido, durante años, en otros países de ese continente y de esta Europa, siempre llamándose inocente y civilizada; glotona de los recursos de esos países.

   Quien ha disparado tiene nombre, apellidos, familia, descendencia, no es nadie para quien le ha pagado sólo unas monedas tiradas al suelo por el que se arrastran.

    Algunos se vanagloriarán de haber metido unos disparos "por el culo", en un bar; siempre creerán que quienes les pagaron les protegerán.

   Vivirá, puede que bien; gobernarán y se enriquecerán quienes modelan la sociedad en la que viven. "Lo hubiera hecho otro", se calma en algún momento que se le aparezca la dignidad de quien eliminó. 

   A sus vástagos puede ofrecerles regalos, posibilidades, también miseria moral, también sentirse un perro al que tiraron de un collar para que le ejecutará. 

    Sólo existe una vida y tenerla, aunque tus tierras sean expoliadas y destrozadas, nos da un alivio. Mirarse en el espejo como si fuera una cámara de toda la vida que contenía la tierra defendida es ser participe en el destrozo. 

    Alguien coge la excavadora, abre por aquí, tira por allí, corta el conductor mientras tu disparas a quien se había interpuesto. 

    ¡Progreso, nuevos tiempos! mientras asesinas como a través de los siglos y dominan quien lo han hecho desde generaciones los mismos. 

     Hijo, lo tuve que hacer; confórmate, no te preguntes, ya has vivido con ese lago que anegó mi paraíso. Puedo vivir sin él, tu eres mi cielo. No me niegues, entre tu tos de esas otras construcciones que te queman los pulmones. No sabía que lo harían.

     El ansia, como La Peste, la reproducimos el ser humano, nuestras debilidades, nuestros apriorismos, nuestras sumisiones, nuestras dejaciones. 

    Siempre, nunca dejaremos de mirar a quien paga y alimenta las bestias.

lunes, septiembre 16, 2024

Mientras ruedas

  Caes al suelo, ruedas como una piedra. Hace años una herida se ancló en el corazón. No hubo un compromiso, ni tiritas y ahora que te levantas miras por otras partes de tu cuerpo; bueno, parece que podrás seguir

  No, no vas derecho a casa; toca rodar y observar sólo coches, como días, que pasan sin parar con momentos de más o menos fluidez. 

   En cada uno de los habitáculos existen pasiones, dudas, insidias o pánico; nada te pertenece. Son formas y luces que se suceden, a la vez que intentas ir ordenando tu música o el tiempo restante para realizar diferentes sesiones.

    Japón nos vence al fútbol en la sub20 de chicas; nada importante, salvo para las estadísticas. En matices, puede haber gloria; en el trabajo, continuidad, ojalá se la den, con medios y profesionalidad.

    Al lotro lado de la cámara tenemos a Willy Veleta visibilizando algunas de nuestras derrotas. Una mujer es expulsada de su casa. 

     Una jodía cinta de plástico parece ser el detonante de la explosión de ira de un policía, mientras furgones acompañan, como a un dios contemporáneo, en su carro de fuego a las estrellas, a un presidente de un club de fútbol que ha querido arrodillar a otros vecinos. Con estos, las bromas y las cintas, no sirven, tienen contundentes querellas criminales y abogados preparados para presentarlas y hacer callar la soberbia de ese aprendiz de Elías.

      Rueda, vale, vale, graba el periodista la derrota del ser común y vemos a un gobierno "progresista" destruido por su inoperancia para dar soluciones a estas personas.

    Se lo dicen en La Revuelta, antes que empiecen en las calles. La vivienda, cuando es un derecho constitucional, no puede ser un bien especulativo. 

    Rodar cuesta abajo mientras se graba las pamplinas inoperantes

domingo, septiembre 15, 2024

La avaricia es pecado, si es de los otros

   Eso nos decían desde los púlpitos: la avaricia es pecado, cuando de pequeño, nos encerraban en las doctrinas eternas, talladas, indelebles.

   Ayer lo repetía un presentador, Javier del Pino pero con una acidez mayúscula que se impregnaba en tus oídos para la sonrisa por la complicidad y mucha de maldad, que debiera corroer las estructuras de quienes las tenían como su bandera de pecados capitales. 

      El reportaje hablaba acerca de ser ellos mismos quienes la cometen por la impudicia con la quisieron obtener el mayor número de propiedades que entrarán en su cuerpo. 

      Las flatulencias que provocan tantas adquisiciones las olemos toda la sociedad. De repente, empiezas a sentir un cierto mareo. 

     Se ha caído una torre y aquí, los ansiosos dueños te preguntan: ¡eh, joven!, no huele usted algo que está podrido o derruido.

    Tú piensas, serán, serán (entre dientes) cabr...; claro, no te queda más remedio de hablar de la destrucción del mirador y entonces, crece en tí, una cierta afinidad, primero; luego, se convierte en perplejidad y si, termina en enfado por la descarada manipulación a la que nos tienen sometidos.

     En nombre de su dios, no pagan impuestos en las iglesias; ok, es el lugar de hablar con el colega, pero claro, negocian y obtienen réditos, ellos parlan, pero nosotros nos quedamos murmurando: "serán descarados, el dinero es para ellos, no para toda la sociedad". 

      Te miran, ¿corderos? yo creo que no, me dice mi señora. Al niño le hemos llevado a un colegio público y allí, no le discriminan en razón de sus sexos o recursos económicos.

      Qué estás diciendo, qué los de las multiples propiedades, lo están haciendo. Por cierto, ¿no tendríais unos cientos de euros para poder levantar la torre?. tened en cuenta que es un faro para ese pueblo.

      Les miras, murmuras, lanzas llamaradas en tus ojos; ellos cañones de agua que te apagan. Ibas a preguntar como son capaces de estar en la enseñanza y la sanidad para discriminar a la gente, no por sus creencias, sino por sus dineros, pero te han puesto una televisión con personajes sulfurosos, descreídos, kamikazes y les ves lanzándose hacía tu yugular. Por supuesto, te apartas.

      Ellos, cada vez más seguros, o avaros que es una consecuencia de lo primero, se introducen por todos los agujeros que son capaces de ver que tiene la sociedad y si no los tienen, los provocan, con lo cual, ya se hayan aposentado en tu mesa, para que les compartas tu alimento, o en la cama, para que les reces, por ejemplo.

      Hola, se te vienen.

      Quieto ahí, ni te me acerques

sábado, septiembre 14, 2024

Incinérame las apariencias

  No se habla más que de lo imprescindible.

  Se presentan acciones como retos y se abren puertas a diferentes significados en las mismas. El reto no es para ellas, que son envueltas en complicadas sinopsis que se vivieron muchos años después de la edad de los que ahora, tienen, la reciben; nada justo pedirlo ya, lo que no se descifró en tiempos. 

   A quien les perteneció, rogarle que nunca es malo, desnudarse del egoísmo y buscar caminos en los que confluir con mentes inquietas; tampoco, lo tiene porque hacer sólo. ni es fácil ni sólo lo ha querido trabajar él de esa manera

. No es fácil porque el trabajo tiene que ser ímprobo y continúo, no es obscuro porque, conseguido, la plasticidad y la comprensión de las acciones, se adornan las sonrisas

   Donde están los juegos, donde las lógicas de sus acciones para cambiar sus resultados son el repaso de los objetivos a conseguir y en l memoria de lo que siempre se ha amado.

    Suena el saxo y se agarran los pillados mientras que huyen o desaparecen los que se hayan en riesgo de ser absorbidos. Enseñanza para el respeto y la aceptación de los compañeros que vas a tener delante; si lo tienes cerca le darás porque durante muchas horas de este próximo curso, respirarás el mismo aire, recibirás semejantes palabras que no quiere decir que las interpretes igual y escucharás los cuchicheos que nunca se van a poder evitar aunque si dejar de oír si el ponente maestro, ya tiene la suficiente sorderas para que las frases se sucedan.

    Se atrevió un explorador y él para no ser el nativo, hijo del gran jefe que a la vez que se queda atolondrado por la nula interpretación de las intenciones, provoca una guerra de actuaciones sin ton ni son, se apresta a tocar las mañanitas, donde ellos deben embarcarse en un barco. 

    La tarea no es fácil. El rumbo es al horizonte que ves hoy. El tema es que cuando vas a realizar lo que se te ha pedido y crees que has hecho, porque es el primer día, porque todo parecía muy fácil, te das cuenta que el fin se ha trasladado un poco más lejos, y a lo largo de los sucesivos días, te va a pasar lo mismo; pero no vayamos demasiado deprisa. 

    Cuando en ese primer momento, subieron por la escala y se quedaron en cubierta, como en aquella maravillosa "radio encubierta" comprendieron que aquellos sonidos eran los de estar anclados y aquella línea lejana, era la dársena a la que tendría que abandonar, sin más remedio.

     Miraron el timón, vieron velas; unas, delante; otra, más grande, detrás, la mayor, la nombraron. Como en un barco iniciático, observaron que también tendrían que subir al carajo y les quedó, ese día, poco tiempo para aposentarse y saber que en la cubierta debiera estar lo más limpia posible de cabos, de palos, de drizas y otros elementos que les pudieran molestar y retrasar en sus necesarios y, tranquilos, cada vez, más precisos movimientos.

     Enseguida se tuvieron que familiarizar con algunas otras palabras, a las ya dicha; algunas físicas, estribor, babor, orza, catavientos y otras más etéreas pero igual de necesarias, arribar, orzar, trasluchar, desviento, ceñida, través, aproar. 

     Aunque esto parezca toda una historia novelada, sin embargo, sucedió el primer día. No hay nada mejor que verse en la necesidad de vivir el día siguiente, porque, entre otras cosas, no tienes otra posibilidad, no hay anclas para el tiempo.

     Ayudarse a llegar a lo se creía era el fin puede ser darte cuenta como puedes avanzar botando una pelota agarrado con una de las manos de otra compañera. Vivimos un mundo en el que nos apartamos de las limitaciones de algunas de las personas que nos rodean, con lo cual las limitaciones nos alcanzan a nosotros. Darnos cuenta de la integración de esos seres, tiene un doble valor; a ellos les visibiliza y a tí, te hace un poco más humano.

    El día es fresco y puede que aquella lejana persona te preparara un jersey con el sentido el calor, no sólo de la lana sino también del afecto de quien tienes vínculos en los que te enraízas. 

   Aún así será un barco gigante al que no puedes abarcar con la vista, lo que se te aparecerá en ese primerizo día, porque la nave será otra, y no siempre irá, piensas. O, con palabras menos propias de esa edad, te vendrá a la boca "y esto, ¿Cómo coño podemos hacerlo navega?

   Y entonces, aparecerá el coro de algún marinero avezado por los años ya "en cubierta" que junto con algún ser indescifrable,empezarán a cantar

     Había una vez un barquito pequeñitooooooo

      que si, o no, podría navegar

     si el fuego que provocó el cocineroooooooo

     nuestro maitre pudiera apagar

     Ya estamos todos embarcados. Destino, conocernos, 

     quitadas las pantallas de las prefabricadas apariencias

viernes, septiembre 13, 2024

Un viernes diferente

  Andan por ahí, defendiendo el peligro del viernes. Yo he escrito un pequeño libro de autoayuda, pero claro no para mí o una persona; lo he hecho para este día.

  Bien está que suceda al día 13, que vaya y se caiga en un Viernes; le empiezas a mirar, tenebroso, retorcido, taimado, a veces, violento, no son adjetivos muy halagüeños pero tu pones los puntos sobre la u y lo entiendes mejor. 

   El problema es que estos últimos años, han hecho que coincida con el comienzo de curso. Ahí, creo ya se ha ganado el odio entero; podríamos decir que no hay nadie al timón; la pregunta es como se le ha ocurrido a una administración hacer coincidir el final de la felicidad de las noches de veranos de niñas y niños con tal fecha Viernes 13

   Aparece la primera estudiante, intenta, la profesoras, sonreírla para que tu propia negra noche se olvide de las innumerables interrupciones del sueño. Lanza la alumna tal mirada que se convierte en un espejo en el que se refleja todos los miedos de la profesora. El único alivio para esta es que está acostumbrada a escribir sobre una pizarra negra y de alguna manera es como ¡bueno ya tengo la base para poder enseñar!

   Cuando detrás, llega el aluvión, el silencio de sus pasos, de sus voces ahogadas sobrevuelan ingrávidas como un cuchillo enloquecido al que temes se incruste sobre cualquiera de ellos, los auxiliares de control o ella misma.

    Nuestros ya míticos "conserjes", les producen un alivio y de alguna manera, una roca segura sobre el que agarrarse con las uñas. Estas las tienen débiles y por ahí, algunas gotas de sangre, nos sobresaltan pero bueno, llegan rodeadas las hueste de los primeros de la ESO, buscan protección, de alguna manera están consiguiendo mimetizarse con la leve penumbra que ya tienen las 8h15` en este Septiembre que amenaza con constipar a los que no saben si es principio de otoño o final de un verano que se nos mostraba como invencible en sus principios y se nos ha mostrado como finita y sobre todo, huidiza y tramposa porque no ha tenido ni recursos ni arrojo para protegernos.

     Avisos, normas, más órdenes, reglas, hojas, cientos de páginas que la anclarán a una silla, que en otros siglos, la llamaban de tortura. Esa es la perspectiva que les va presentando las sucesivas profesoras y maestros que se van sucediendo durante toda una mañana, como preparados a la salida del túnel del "tren de la bruja", para darnos con cada una de las partes de la ramita que hemos nombrado más arriba.

    Cuando todas salen al patio, se buscan entre los compañeros del año pasado, entre quienes estuvieron en el mismo cole. 

    Ese día, va perdiendo las puntas de fakir que habían recorrido desde que sonó la alarma o la voz de la madre se convirtió en una llamada para negarla. El contacto entre sufridores alivia la cara oculta a la que deberán regresar tras un timbre y una canción que podría tildarse en ese momento, como "la más odiosa del verano", en contraste con la que le "ha tamborileado durante los días de verano" que diría Amaral.

    Nadie debiera poner un Viernes 13 comienzo de las clases, si no quiere que ese fecha tétrica pierda todo su oscuro valor, porque la conjunción de las estrellas de cada una de las alumnas, destruye hasta los más sombríos sistemas solares.

jueves, septiembre 12, 2024

Presentación

 Hemos acudido al estadio. Las gradas estaban repletas. Los nuevos fichajes se han mostrado entre temerosos e ilusionados. 

  El caso es que hemos bajado al césped, pero ya se habían ido todos. En la piscina ya no son horas, estar a las ocho de la tarde en Septiembre, bueno, es muy, muy límite.

  Fue todo por quedarnos hablando de las posibilidades de ganar la próxima tertulia con los comentaristas de la televisión del club. 

   Uff, imposible convencerles que tienen la objetividad justa.

   ¿Quiénes eran los nuevos?

   Mucha diversidad, con la cual la presentación ha tenido que ser de lo más curiosa. Se ha cogido un submarino y se ha metido en una botella.

   Nos habíamos hecho a la idea que nuestro batiscafo podría recorrer miles de millas, no confundir Millás por favor, este es inabarcable.

    Todos nosotros nos hemos visto encerrados. Cuando hemos dejado de hacer fotos cada uno, mil, al menos, con primeros planos, desde lugares, cada vez más cool, la pantalla del continente se ha ido deshaciendo. 

     Ha sido curioso toda la pomposidad que había preparado el club se ha diluido y nos hemos mirado a la cara, quienes estábamos en las gradas. Hemos roto tanta superficialidad

     Hemos dejado solos a eso comentaristas que hablaban y por las comisuras desprendían no se sabe el que.

miércoles, septiembre 11, 2024

Un circular colocamiento

 De verdad, no tengo que mirar esa imagen, No de verdad que no, no la quiero mirar. 

   ¿Un poco quizás te sirva?

    ¡No, he dicho que no y punto!

    Mira que tiene mucha mano; bueno, manos, brazos, cabeza, sólo física, y patadas; ¡ah y gimnasio!, ¡hacen púpita!

    Uff, sudo, mucho, se me va quedando fría la piel y temblorosa la boca

    ¡ey! además, has visto su primer plano, da miedito y encima un sindicato uniformado pide que le forme.

    Me siento. Él, que me ha recordado todo eso, me cree vencido. Le digo mira he tenido que escuchar dos veces el podcast de carne cruda sobre Venezuela

    Ah ya, ¡qué mal Maduro!

    He oído, también dos veces, el programa de La Base, sobre Méjico. 

      Mira un zambombazo, ¡una bomba!

     No, estamos de fiesta, sueltan toros y estos siguen a los cabestros. ¿Has pensado porque hablas y analizas Venezuela y dejas de estudiar el bloqueo económico?

     Libertad

     Si las de las grandes empresas farmacéuticas que colaron el fentanilo y un estado que no intervino. Las grandes empresas mediáticas de Méjico, de Colombia vuelcan toneladas de mentiras y el relato, si, el relato lo quieren instalar en la sociedad

      Libertad

     Para hablar del poder judicial que se rebela porque las grandes capitostes ganan inmenso dinero y colocan inmensa familiar. Para hablar que provocó que Pedro del Castillo hiciera lo que hizo, en medio de familias que han dominado siempre lo que sucede en Perú.

     Javi, si Venezuela, muy bien Gállego, Venezuela

     Y ese dueño de desokupa que amenaza a familias y esos medios españoles, subvencionados por un partido que luego les utiliza que lo han leído en esa presa subvencionada.

     Arreglemos Venezuela. El petróleo y el litio no pueden esperar

      ¡Ah! es eso, la necesidad de que los nuevos señoros feudales sigan desde su castillo, logrando que nos matemos entre nosotros.

       Venezuela

        Claro e incluso España, y esos que se colocaron en una dictadura y ahí siguen, colocados, guiando nuestras reacciones. Al volante, y que nadie moleste; explota el airbag

martes, septiembre 10, 2024

Un encuentro inestimable

 Existen momentos ciegos, que parecen no contemplar tu estado de ánimo. 

 Los momentos tienen eso que se ven que van a llegar, te encuentras de ellos, sumergido, manchado y de repente, te viene una idea a la cabeza, ¡hostias se ya se ha pasado!. La forma de despertarte puede ser suave, húmeda o sucia pero claro, aunque estés medio dormido, por apurar el día y el mediodía, te viene una furgoneta por detrás, frena a destiempo, sobre todo tarde, y te pega un golpe que dices, ¡lo que faltaba!.

  El conductor acelerado, más que la furgo se disculpa y todo que vuelas como un estadio homeopático, esperando algo y sucediendo poco.

  Te vas, como diciendo algo me ha hecho que se me ha escapado. Yo debiera contar con la inestimable presencia de Gabriel Rufián, cuando se acercan estos mercaderes. 

   Miras a uno que viene del África y claro todos estos te han dicho lleva cuidado, que tienen muchos recursos para engañarte, que la palabrería es su mundo, que visten muy campechano. Ahí, ya te despiertas del todo. 

    ¿Dónde he oído yo eso?. En fin, se abre el maletero, el acelerador lo hace y miro al salpicadero y encuentro una foto del amigo, ¡joder, si lo había dejado fuera del coche!.

    Me sigue hablando, el de la foto, si de África, ¡amigo, amigo! o ¡súbdito, súbdito! créetelo que esto de una Fundación no es un timo para los españoles. 

   ¡Qué yo también lo he sido!.

    Ahí entra, otra vez, Gabriel, ácido el jodio, ¡cuidado que es un mena: Monarca extranjero no acompañado, al menos oficial.

    El caso es que sí, le veo con pocas ganas de pagar por la fundación, aunque le vea simpático y risueño. 

    Cojo la envoltura y ya lo confirmo, es sólo eso, una simulación en diferido, como, efectivamente, con Dolores, nos enteramos que la burla, podría ser, como hemos dicho, la repetida fórmula que después de años, os sigáis creyendo tanto voladura de los recursos para nuestros amigos; porque, sigue Lola, lo que sería nuestro cuidador contra la corrupción, se convierte por arte de birlibirloque, en uno de los corruptos.

   Tú, a ese que viene de muy del este del Mediterráneo, le miras con recelo y te dices

     ¡paga, leches, paga! y rebela cuantos cobran comisiones de las cosas que compramos en el extranjero y, ya, valiente, haber dicho, no quiero ser rey, sólo comisionistas y tus seguidores podrían haber afirmado: Vamos con Comisión y les veríamos, como lo que son. Y cuando dijeran Viva España, entenderías lo importante que sería que se lo quitarán entre ellos. Eso ayuda.

     Pero todo esto es solo escribir, ¡ahí andamos con escenarios y presidentes  ¡fake! ¡ah! y Pablo, el diablo.

lunes, septiembre 09, 2024

Guarida musical

   En las torres que le rodean, existen habitaciones donde se acodan verdaderos voyeurs expectantes de como será su caída. 

   En otras de las ventanas, algunos tratan de confirmar de forma visual lo que están oyendo a través de los potentes micrófonos que han puesto ahí en la calle. Miran de formar condescendiente porque son conscientes de su poder para eliminar cualquier particular que se impusiera en su camino.

   En algunos de los pisos superiores se puede observar gente que apenas prestan atención a lo que sucede en el exterior. Sin embargo, las decisiones que toman, marcan los sucesos que están sucediendo en la calle. Toman bebidas alcohólicas caras, mientras escuchan algún guru que les ofrece las fórmulas mágicas por las cuales, quienes describíamos unos pisos más abajo, sientan que su vida es servirles a ellos y no ser uno de esos seres con los que se va a cruzar por la calle, unas horas después.

  Juan, así se llama la víctima en la que nos hemos fijado hoy, anda ajeno a lo que sucede en la esquina a la que se dirige. Escucha Residente y las primeras enseñanza de su madre. Atrás ha dejado a alguien que se cree con derecho a inspeccionar su vida. Cuando ha pasado nuestro protagonista este le ha mirado con un cierto desprecio a quien trataba de intimidarle, con un arma y sobre todo con un traje que parecía hacerle indestructible, lo cual puede parecer lógico; pero, se creyera que le daba sabiduría siempre será un misterio a descubrir.

   El gurú tiene ya una larga lista de éxitos. Viene de abajo, de más aún, de las cloacas. En esas plantas nobles, ese ser, un tiempo antes, será un bicho a exterminar; pero pequeños logros, le pusieron en contacto con intermediarios que habitan por las zonas intermedias de las torres. A partir de ahí, ser capaz de destrozar a unos de los camareros que les traían esas bebidas y alguna cabeza rebelde, le dio un gran nombre entre aquellos "dueños del mundo".

   Sucedió hace ya mucho tiempo, ¡cómo pasa este!, este gurú destrozo la vida de compañeros de ese terminator callejero. La maravilla es que este travestido crea que el enemigo es quien escucha la música de la calle y no quien arruinó la vida de la mujer y la del propio colega. 

    Si esto sucede, que el mismo día que entrevistan a uno de sus sucesores, un rey cree una fundación para eludir impuestos, de un dinero que nadie puede explicar su origen; nuestro vigilante crea que el enemigo es quien se disfrazó de president, con la aquiescencia de los habitantes de la parte noble de la torre que sabían muy bien sus límites, es uno de los otros logros del guru. 

  Mientras un Aitor, destruye el servilismo, pero sólo de quienes luchan por no ser servil, con los otros, pena y aguante

domingo, septiembre 08, 2024

Retorno a un lenguaje

 Sales del lugar de nacimiento, del que te fuiste joven, al que has vuelto, ya con tu amor; este se fue hace tiempo y ahora, tras un año anterior en el que viste que quizás ya no podrías volver, lo dejas tras un mes lleno de disfrute, con la duda de si habrá sido el ultimo.

 Lo has disfrutado en cada instante, rodeada de piedras, pero mágicas. Te hablan de aquel día en el que descansaste tras traer la carga que había montado en la mula, tu padre o tío. 

   Existen piedras como la del Milano, ahora la ves, como un accidente, hace muchos años era el lugar para sentirte aventurero, siempre pequeño, porque no llegaste a remontar hasta Vanzacao que resulta que te hubiera ofrecido la llegada al mundo nuevo que luego se te fue haciendo entre piraguas, ingleses y otros circos.

   Las piedras que la acompañaban a ella eran las que se cruzaba al subir al castillo, y las que formaban a este, piedras rojizas, que se mimetizan con el color de la tierra adentro. No importaba quien lo hubiera habitado antes, si un señor que les había derramado toda su condescendencia o uno sanguinario. Tras la posguerra el altillo al que miraban para ver si podrían seguir adelante era el de la tierra que sembraban  y el bosque donde buscaban unas maderas que les aliviará los fríos inviernos de entonces. Los sonidos de las piedras eran de los una risueña juventud, que enseguida veía congelados los gestos porque las necesidades eran muchas, como la familia que era larga. 

    Se despidieron, quizás cogiendo una piedrecita que le sonriera por aquella tarde que habían sido felices. En su pequeño y modesto atillo que se dejaba al lado de la cama, cedida para que sirviera a las amos con mayor prontitud, quedaría la inocencia de la niñez y la dureza del desarraigo. Así se fueron sucediendo los años. 

    En aquel nuevo lugar, aunque al principio pareció todo tan deshumanizado se fueron dando sentido a los bloques de piedras que le daban abrigo o le permitían sentarse para que alguien extraño le lanzará las primeras palabras de lo que si, era amor. Cuando ahora vuelve a lo que se convirtió en su hogar, también se da cuenta de haberse convertido en lectora de piedras que son vidas.

     Las que ahora deja, con una emoción profunda tiene el calor del candor de la niñez, cuando se recibían besos de padre y madre y los juegos de tus hermanas y amigas entre las piedras que te tenían los latidos de corazones que enlazaban palabras y abrazos

sábado, septiembre 07, 2024

Tres mujeres

   Se cuela ella, se pregunta él, que aparece en la foto como perdido por haber oído que aquellas mujeres entraron en la universidad en el 61, cuando nacía, ellas empezaban sus estudios; fueron excepciones, fueron seres que salían por encima de sus madres y amigas que se habían encerrado en el matrimonio y en leyes que las minusvaloraban.

  Por el bosque corren las sardinas, por el mar, las ardillas y yo, ¡qué coño hago, con la puta piña!

   A aquellas jóvenes, las zarzas las enganchaban y dañaban pero supieron encontrar moras. Ahora, reciben tortazos y les cadenas, deben encontrar los frutos entre espinas; dice Cristina que se levantará. Es una de aquellas jóvenes. 

   Con el coche va a comprar al odiado estado comunista; con su cerebro critica a este lugar que le dará de comer.

   Estos jóvenes reciben tantos flyers y carteles de apriorismos que, quienes estamos en la rampa de salida, tenemos tareas que hacer.

  Apoyar a Canal Red, La Base, a Manu, Laura, Willy, Irene, Víctor, Raúl es por querer una sociedad informada, libre de esas ideas preconcebidas

viernes, septiembre 06, 2024

Cerca

 Pese a los aires de libertad, Adele canta cerca de un muro. 

    Esta cerca, como el nuevo descubrimiento sobre dar invisibilidad a la piel humana, no la vemos, pero está.

    Nos ponemos canciones de ritmo de la Electro swing Orchestra, como con Dylan, como con Van Morrison, ahora crees que esa es tu verdadera música. El cuerpo, lo que puede, se cimbrea y añoras el tiempo futuro, cuando este en el ataúd bailando, como ese irlandés, hablando.

    El medio de las canciones, se cuela algún "parte", noticiario que nos vuelve a recordar lo que pasa en Venezuela. Bailas, bailas porque sabes que de lo que te dicen, mucho intereses que existen alrededor, te están criminalizando que alguien se rebele contra la apropiación de los productos esenciales que hay en aquel subsuelo por parte de los saqueadores de siempre, Estos países de Occidente, tan democráticos, tan tiranos con los otros estados a los que, a parte de saquear, antes, lo siguiente haciendo ahora.

    Y entonces, puff, se acaba el baile o la batería. O, o, o, o, o leches me han pirateado.

    Aparece Francia, Macron, el glamour, lo cool, lo limpio y ¡eh, eh, eh!

    Oiga quien le ha dado derecho a robarme en mi propio país. ¡eh, eh!

   ¡qué soy francés!, ¡no soy un nigeriano!, 

   Los medios nos ofrecen su producto; Macron, el equilibrio y este arropado, por ellos, los grandes imperios mediáticos, incluso los públicos, quita el derecho al voto a sus ciudadanos, como si la mayoría que ha ganado, tuviera, ahora, que ser tutelado por él. 

       Dicen Venezuela, donde una oposición, miente sin piedad con actas falsas, y, aceptan el robo, EL ROBO, de unas elecciones en Francia, si Francia, egalité, liberté et fraternité.

      Se arrogan el derecho a secuestrar el voto de una ciudadanía que va comprendiendo que el capitalismo toma el dinero de los ciudadanos, protege el de los ricos, puede que no se consideren chusma, como los anteriores, nosotros y nos lleva a una sociedad al servicio de los grandes poderes. 

      Macron, oh lala, oh lala se une al partido de los "nada, por aquí, nada por alla", mira que malos son los diferentes y pone a un primer ministro ¡bluff! y elimina lo que han votado.

       Se lleva viendo desde hace tiempo. Este capitalismo de las grandes desigualdades, que ante las marcaban porque podían expoliar otros países, ahora sólo se puede mantener creando desigualdades en el propio país. Para eso se necesita la ignorancia.

       Un argentino pasa la frontera de su país para entrar a comprar en Brasil y se mete con este país, que le está permitiendo adquirir productos que no puede hacerlo en su propio país.

      Es el éxito del Capitalismo, el pobre le defiende, mientras con sus actos, busca romper la Cerca en la que le encierra.

      Escenarios de cartón piedra desde donde nos roban la democracia. No sucede allende los mares, lo vivimos, aquí

                                cerca

       

jueves, septiembre 05, 2024

Tres semanas

 En las tres grandes pruebas ciclistas, se está tres semanas pedaleando. Juan ha subido algunas de las cuestas más inquietantes que ser humano pueda enfrentar.

  No fue por carretera. Tampoco parece que aquella pista le fuera dura.

  Sucedió aquel día, al salir de una sala, donde le habían revelado todo lo que debería sufrir, no él, sino uno de sus seres queridos.

  Encendió el cohete del amor y no le aceleró, sólo espero que le fuera llevando por los diferentes planetas en los que deberían encontrar un respiro. Ser un viaje compartido, les permitió ir mirándose a los ojos para que vieran los lazos en los que estaban unidos. 

   Fuera, cuando miraba al espacio de reojo, tan negro, tan boca infernal le parecía como que podrían ser tragados en cualquier momento. 

  Dentro había mucho calor y cada nuevo emprendimiento a un interminable nuevo y desconocido cuerpo celeste, le angustiaba porque tendría abordajes a momentos desconocidos y desesperanzadores pero la seguridad que podría tocar la mano que le sonreía con los dedos tocando una nueva melodía de encuentro.

   Había estancias en alguno de aquellos sitios que parecían se tragaría aquella unión. Todo era mareante, las cuestas se hacían más verticales y el ánimo parecía ser golpeado por pequeñas piedras que se desprendían por el paso del horror que iba delante de él. 

   Con el tiempo, todos se se habían acostumbrado a ponerse cascos, que las parasen, pero estas parecían poseer manos y dedos para introducirse en las llagas que les herían en aquel instante.

   En alguno, frío, pedregoso, paraban y el oxígeno parecía tener puñales con el que les herían los pulmones. Miraban cada poco tiempo, por si pudiera haber alguno pequeño respiro a tantas heridas abiertas y no, no encontraban el alivio de un instante de paz.

   Aún así, tenían la capacidad de hacer despegar la nave, de adentrarse en los abrazos que les impulsaban a continuar y el universo que parecía tan depredador, se sometía a las músicas que generaban aquellas luchas y encuentros. Porque siempre aparecían seres que les podía aliviar aunque fuera un atemporal tiempo en el que regodearse de vivir y descubrirse en ese viaje

miércoles, septiembre 04, 2024

Ay, Catilina

  Las mañanitas fluyen por algún lugar; salió de un tiempo de practica y voló para que se posará sobre una mujer a la que la administración le niega su ayuda. 

  Si, al menos, puede sentir no sólo el cariño de los que están cerca, sino de las personas que la reconocen a través de lo que estos cuentan sobre su dolor; soñaríamos que nuestra práctica la hiciera volar hacía los abrazos y el horizonte de ver lo que ama por encima de las espinas que no somo capaces de quitarla de su malherido cuerpo.

  Dicen que el nuevo tiempo será mejor y diferente. El que se está a punto de abandonar fue como todo una montaña rusa. Se aprendió para la vida  

  Ahora, sin esas luchas tan directas, aparecerán oportunidades para tener que defender lo que dimos para poder estar ahora con un cierto reconocimiento social y económico

  Dicen: "no hombre, cualquiera sabrá lo que habéis estado aportando durante tantos años"

  No, no existirá ningún respeto por parte de los vendedores que ofrecen los productos que les ponen en las manos las grandes empresas sean de seguros, sean médicas.

  Se sienten tan seguros, como esos violadores que se aprovecharon de Gisèle y su criminal marido que la drogó durante años para ser vendida como objeto sexual a más de 80 depravados que sólo veían agujeros para su satisfacción sexual, sin ninguna corresponsabilidad humana, de cariño, de sentirse querido. No les importa.

   Ella pide que todo sea público para que se conozcan aquellos seres; habrá excusas de todo tipo, es probable que la principal es que no están juzgados y reconocidos como culpables.

   Estos no aparecen, los vendedores se sienten, también, protegidos por los productos que venden. Lo mediático es la otra parte alimentada de un círculo trófico . Las empresas reciben de lo público. Mantienen televisiones, radios, periódicos que defienden o esconden según el momento a los políticos que luego les utilizan como fuentes de información. Sin aclarar su falta de ética informática.

    ¡Hasta cuando Catilina, permitiremos que el dinero público sea dado de forma subjetiva a mentirosos condenados, que lo utilizan para coaccionar y difamar enemigos políticos!

    

martes, septiembre 03, 2024

Xono

 Fíjate, dice venir de las crustadas y te encuentra hecho un dios del barro; él se presenta como uno, pero dios verdadero de la libertad. 

    Le ofreces la mano. No siempre se encuentra uno. Sale pitando, 

    Leches, pienso, algo te habrás manchado de sangre por aquellos lares. No seas tan exquisito.

    Como comunidad le has dado todas las redes que pasan por tu campo e incluso por las cruzcampo, egregia cerveza; muchas de las tecnologías, las han tomado de lo creado por lo publico, de las que pueden utilizar y ahora él, lo que antes podríamos llamar que es un coordinador y se arroga la condición de ser el Gran Libertador, que necesitaría una estatua de la Libertad, al lado de la Nueva York; al lado del Cristo de Río de Janeiro, de las torres de Yakarta. O es un dios o un charlatán milmillonario

  Niega a su hija y te habla de libertad

  Promociona la mentira para meterla en medio de todas las informaciones, como una posibilidad más y te dice lo que es la libertad porque, seguro, que quitado todo su séquito protector, le pones ante el espejo de sus mentiras y recularían como los acosadores de Anne Lindane

  Del señor feudal universal, sabemos que aquellos tenían la protección de encontrarse protegidos en altos y con las piedras de altos muros. Estos, se puede decir, que han evolucionado; han cogido miles de filas de tweets y de redes sociales y han creado castillos más grandes, mil millonarios; con muros de seguidores abducidos que son más peligrosos que las piedras porque no están quietos en el lugar que se les implantan sino que pueden lanzar sus garras sin limites espaciales.

lunes, septiembre 02, 2024

Una excusión singular

Vuelves a la ciudad y muchas cosas te parecen curiosas. Un cartel anuncia que en ese lugar se han hecho unas reformas. Es un espacio para los excluidos, gente tan cercana, a la que a veces no escuchas, a las que un instante les cambió el rumbo de su vida.

   Lleva mucho tiempo en obras; para las personas en riesgo de exclusión el dinero se concede a cuenta gotas. Para una empresa privada que luego te va a devolver desde publicidad que te ayude a la reelección hasta ese famoso y universal 3% la cosa va rápida. 

   El texto se hace un poco largo. Sabes de donde procede, y entiendes todo lo que sucede, pero esas personas en peligro, es en una excursión. ¡Todo peta!

     Habrá pasado alguien a todos estos de la turistificación y les tenemos que salvar. Hasta aquí ha llegado el problema y tenemos un ayuntamiento que quiere salvar a las familias turistas, puede ser una interpretación.

     Otras más cruda es la sublimación del lenguaje "polite",; poner exclusión supone un problema. Igual que mentira; pones verdad alternativa y vives como en un estado de luz. 

    No dicen que todo mal, que está generación va a peor; pues nada tenemos un lugar para que las familias vayan de excursión. Tienen un patio y si eso es el lugar para una plataforma de despegue.

    El edificio esta´remozado, pero durante muchas noches ha estado a oscuras sin ventanas y si por allí, se ha abierto un espacio a otra dimensión. Imagínate llegas allí, te abren y te preguntas, ¿qué me voy a encontrar.

     Estás de suerte; te contestas a tí mismo con otra voz, por aquí anda Bob Dylan.

    ¡Tío, te gritas a ti mismo! Dylan y te vas con él a Brownsville Girl. Nada no había nada, pero claro no era el momento. 

     ¡Ahora, ahora, ahora! dices anda Eric o Jhon Cleese parad de hablar con Brian, pero claro este, te chilla y dices que pasa que porque se equivocaron los reyes ahora no puedo ser seguido aunque sea por Oasis.

     Tu, te chinas, porque no sabes como agradecerme que yo mandara a paseo a aquel otro rey que decía venía de pelear por la cristiandad. 

     Ascaso y acaso no es verdad que la anarquía es un estadio donde todo colaboramos por nosotras mismos, sin tener necesidad de encontrarnos sometidos a un ser maravilloso que nos inspire-

      Ahora que está, casi acabado el edificio y que nadie se ha quejado, no vamos a gasta unos cuantos euros, si fueran miles ¡uff que idea me viene a la cabeza! podría ser, pero cambiar excursión y poner familias en riesgo de exclusión, en vez de la equivocada palabra, excursión, no merece la pena

      ¡No me tientes!, Alberto, Albertito, ¡aquí ahi chichaaaaaaaa!,

         Facturita, facturita mágica, 

         ¡Que no, que no! que una le a excursión, y quitar la r se hace con naa... ¡no forcemos!

  Quién lee hoy en día un mísero cartel, casi escondido y con un exceso de palabrería. 

   Seis y muy claritas

     ¡Somos la verdad, tenemos a dios!

domingo, septiembre 01, 2024

177000

Desde los años 80 se dice que todos esos metros cuadrados iban a servir para crear una zona verde en Málaga. Son los años 20, del siguiente siglo y ya todo se ha acelerado.

  Este año 24, es el de la desvergüenza. Te escandalizas porque un advenedizo mentiroso obtiene casi un millón de votos, creyendo que es la capacidad de los outsiders de recoger las ganas de romper el entorno que aprisiona a quien tiene que ir a un supermercado a ligar y empieza el Septiembre de ese año y te ponen a un indigente moral que se ha arrojado a la dura tarea de ser reconocidos por más millones de mentes, si se entiende por ello, quienes ofrecer su voto a cambio de los estereotipos que les arrojan.

   En Málaga, ahora, un espacio público con esos metros cuadrados se ofrecen a la especulación.

   Calidad de vida para todos los ciudadanos, ¡y una mierda!

     Primero los ricos que con el dinero extraordinario que le damos por un petróleo que tiene de comisionistas desde el apuntador, hijo oportuno y eficaz de un obrero cualquiera, hasta a un follador al que le hemos dado como oficio, representando, temiendo, después de un intento de golpe de estado, que nos pudiera follar él mismo.

     Imagínate la gran Málaga de Picasso, de Pepe siendo atravesada por varios rascacielos y devolviendo al mar a quienes no traigan la riqueza que traerán los propietarios.

      Ahora ve una ciudad que diera preponderancia a los ciudadanos para que puedan pasear, para que puedan calmar ese calor que sueña con atravesar los límites de la capacidad humana. Insaciable está porque no tienen la capacidad de poner los grilletes a los soberbios.

      Un representante de Estados Unidos, diciendo que Méjico harán lo que ellos digan. Unos mercaderes diciendo que debe ser así,

      AMLO diciendo que en Méjico mandan lso mejicanos y que en Málaga, los malagueños aunque estos hayan dado su confianza a un mercader, que no les enseñó todas las transacciones con las que negaría a la ciudadanía, tres veces

     

Siameses y mercader

Siameses y mercader
Zaida, Fernando y