martes, enero 30, 2024

Una sudorosa historia

 Se descubrió mirando el agua que bajaba fuerte, invasora. Estaba quieto, escuchando, su mente se había quedado en blanco, sólo era ese líquido y sus ritmos; ya no recordaba aquellos risueños momentos, le habían abandonado, mucho por su dejadez, otro poco, por lo poquito que él se había ofrecido.

 Era una época de ruidos. Aunque las nieves de Enero no llegaban, si se producía unas lluvias primaverales, pero este no era su tiempo. No anunciaban nada bueno, porque el calor primaveral en un Enero es algo que deja dañado todo el año. 

   Ayer Carnecruda.es ofreció un intenso y largo análisis con dos personas implicadas en el cuidado del planeta, el científico Valladares y Miguel Brieva hablaron sobre un tema que afecta a millones de españoles, incluso a los que creen que esto es una patochada de Podemos. En la Base describieron como se acusaba a personas que intentan que focalicemos nuestra atención en lo importante, llamándoles incluso terroristas por tirar material que no produce ningun daño sobre diferentes monumentos y pinturas; mientras muchos de los acusadores con la boca llena de esas palabras gruesas, ven destruir la obra de su dios, con la dejadez, voluntaria provocada por las grandes industrias que siguen obteniendo la mayoría de sus ganancias.

   En el mismo día, una democracia gasta el tiempo en intentar protegerse de las maniobras de un juez, del que existen los suficientes indicios sonoros y judiciales que podría ser un prevaricador. Un partido pone en sus manos, el no perdón a unas personas, con las que hablan a escondidas, y hace que nos traguemos su relato.

   Manu, Sara, Inna, Pablo nos hablan de quitarles esa poderosa herramienta que es concederles la imposición de sus supuestos.

   Personas como las integrantes de Futuro Vegetal, Extinction Rebellion nos ayudan a comprender en que momento estamos y la necesidad de tomar soluciones. 

   Los grandes oligopolios, en muchas de sus actuaciones, se acercan más a ese concepto de terrorismo,        - por el daño medioambiental que producen para el momento y nuestro futuro

      - por la premeditación en no poner las medidas adecuadas para proteger a la ciudadanía de sus practica; 

      - por provocar la erradicación de masas ingentes de personas de los lugares que les vieron nacer y que, actuaciones corruptas como comprar voluntades de políticos, los convierten en inhabitables.

      Una sociedad tiene que poder defenderse de quien está próximo a un terrorismo mediático, financiado por poderes públicos que discriminan sus subvenciones, entre buenos, los suyos y malos, los que quieren hacer el mal. 

     Contaba ayer Nieves Congostrina, como consciente del poder de esos medios, más en aquellos días, Goebbels mando, por un lado seleccionar a los medios afines y a los otros, los hizo desaparecer; por otro, financió una radio, crucial aparición anterior e importante en los años 30 del siglo XX, (1933); estos aparatos tenían poco alcance, importante para que sólo se escuchará sus emisiones. Lenin, del que habló la Base el otro día, ya en 1900 hizo una gran apuesta por la información. Hoy en día, los grandes emporios, enriquecidos por las concesiones públicas, por nosotros, financian programadas variados que les ayuden a que paguen los impuestos justos y llegan al poder creaciones suyas, que mediatizadas, han provocado la subida a los altares de los más mediocres desvergonzados, eso si que es importante.

    En diferentes aldeas, casi encerrados y enterradores en la sociedad de la información, en el silencio y la manipulación de noticias, sobreviven los quincemayista, nacidos siempre, pero que resurgieron aquellos días y cada uno de los días, después de los mordiscos de los depredadores, que en el colmo de la desvergüenza y mientras sangran por la boca, por sus ultimos mordiscos de mentiras y creaciones de odio, llegan a decir que se debe quitar el carne de periodista a los mentirosos

    La desvergüenza proclamada de lanzar al otro, lo que llevan haciendo años.

No hay comentarios:

Siameses y mercader

Siameses y mercader
Zaida, Fernando y