En algunos de los duermevelas que solía tener ciertas noches, sabía que ya, por la mañana, le serviría de inspiración. Le había servido en muchas ocasiones y hoy, cuando se había despertado, lo había ido buscando por las diferentes habitaciones y en sus actos. Se dio cuenta que esta vez se había evaporado lo que unas horas antes era un agujero en su vida. De esto último no estaba seguro, porque en ese agujero negro, le vino la sospecha que le había venido una idea sobre como exponer a la luz la lucha fratricida entre los dos perros que se habían quedado de aquella camada que encontró protegida por un oso, de un grupo de cazadores que habían querido tenerlos para explotarlos.
Exploró el lugar, preparo el desayuno de aquellos dos animales, se quedó oliéndolo, le entró hambre y después de verlos calmados, se dedicó unos minutos a preparar aquel desayuno que tanto le había inspirado. Voló su cabeza sobre la última vez que había hecho el amor, nada le inspiraba; su excitación voló hacía la mujer que ahora deseaba y sabía que tenía que buscar la oportunidad, porque ya iban quedando menos instantes, menos intensidades.
No, ese tema tampoco era el imprescindible que había forjado a fuego; en el muro, había unas palabras de Chaplin, que eran el final de uno de sus poemas.
¡Hey tú.....
Ahora ve en paz
Yo preciso decirte que....Te ADORO
Simplemente porque existes.
Me vino un temblor y la figura de la ausencia de ella, tan cerca, tan inalcanzable. Bajé la vista, en la taza con un fuerte café dentro, encontré una parte del texto de Itaca de Kavafis; me vino el recuerdo de la música y la adaptación de esa letra por parte de Lluis Llach. Recordaba como me la habían dado a conocer en aquellos cursos que se hacían en Motril. Me hizo sonreír esa duelo dialéctico entre dos machos por una chica de Calasparra; el texto se imprimió en mi ánimo, los sabores de ella no nos lo compartimos, su presencia y nombre permanecen diluidos en sólo un instante.
Aquel café iba ayudando a vaciar un bol de frutos secos, mezclados con una bebida de soja, que terminaba de hacerle sentir lleno. Había empezado a leer solo letras, que no tenían ningun sentido. Bajaba unos milímetros y aquel conjunto parecía enrevesarse más. Ya, casi llegando al fondo y saciado su hambre, pero ávido de comprender aquel endiablado texto, pego un gran sorbo de la taza y dos "paladas" del bol, se vacío y pudo leer lo que había soñado que debiera desarrollar durante el día, pero que ahora sólo con leerlo y reflexionarlo, le tenía postrado en el sillón, ya sólo con su aromatizado café; el texto era
"Los medios de comunicación son la entidad más poderosa del mundo; tienen el poder de hacer culpable al inocente e inocente al culpable eso es poder. Ellos controlan las mentes de las masas".
Era una letra que le había confundido en la lectura de todo el texto. Cuando vio que pertenecía a Malcom X, se tranquilizó; creía que era una incógnita y no entendía como la debía despejar, si eran letras y no números lo que tenía que descubrir.
Cerró los ojos, era 6 de Enero, recorrió las calles de su barrio, en cada uno de los portales, vio la cara de las personas que habitaban las casas. Era el cumpleaños de un rey, al que admitían en sus vidas, pese a que iban conociendo que su riqueza era fruto de su minusvaloración; aunque dentro de ella, no vivían mal y eso les servía, para admitir el estado de las cosas, que también heredarían el hijo de él y sus propios hijos; estos en las carencias por esos saqueos repetidos, que aceptaban en hospitales colapsados, en los trenes que les enlataban para postrarles en la conciencia de lo que era su condición.
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