Ayer, pareció un amanecer esplendoroso, en el blog; el tiempo era primaveral por agitado, pero sin agua. El cruel viento desollador de la tierra seca que se queda sin piel,parece ser la entrada del cuchillo en un campo ya en pánico.
Alguien maneja las entradas, que ya no se movieron, apenas, durante el resto de día; mientras nosotros quisiéramos ser ajenos a estos desiertos que nos llegan.
Viví una ilusión pasajera de éxito en la lectura. Era mentira y teniendo presente la lectura del blog de keesdegraaf, sobre Dylan, y sus análisis tan concienzudos sobre las letras del cantautor, la ilusión desaparece.
Irrealidades existen muchas, votar en lo que no crees parece una muy loca. Nos creemos ajenos al daño que provocamos y nos aliviamos remarcando insustancialidades en quien nos han hecho odiar.
Nuestra equidistancia en dos carteles electorales nos hace obviar que en uno han puesto las palabras dichas por el mismo partido que ahora reniega de ellas, pero sin poder decir que es mentira lo que ellos afirmaron como verdad y en el otro cartel conceden una capacidad de destrucción de una Comunidad a alguien que no la tiene, como pueden ser Monedero e Iglesias.
En el primer caso el protagonista tiene la posibilidad de negar lo que afirmaron de él y no lo niega y en el segundo, ellos explican lo que defienden a través de sus medios y nadie osa contradecirlos.
La irrealidad es dar equidistancia como diría aquel, al hojaldre y al estiércol, si es para comer seres humanos, que es de lo que hablamos y no del ser o no ser general, que como todo lo genérico se diluye en arsénico.
Por cierto, Arsenio Iglesias era esencia del deporte. Ser campeones de Champions, ligas, copas son otros casos de irrealidades de las que nos sentimos partícipes, algunos defensores y pegadores, por tanto, y no tiene nada que ver con lo que nos vamos haciendo en nuestros días.
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