domingo, enero 29, 2023

Cartas a Rita

 Si fuera Belén escribiría a Rita. Escuchando una reflexión sobre la necesidad de deshacerse de lo inmediato para tener la perspectiva de quienes nos ofrece ese producto esencial, absoluto, pero perecedero y sin perspectiva de futuro. 

 Muchas personas pueden pagarse un seguro privado pero saben que ante lo muy grave, tienen seguridad pública.

  A Rita la dan cancha, mucha; ellas conocen a quienes las llaman. Ahora, conocen aún más a esos seres tan dispuestos a escucharla. Su forma de engatusar para crecer, en esta caso a Rita, y que esta se considere la Cantadora. 

  No, no tiene ningún sentido que apele a su brillante defensa de la sanidad Pública. A su labia, su presencia y personalidad. Sabe de la debilidad de la división, de creerse todos excelentes individualistas y pésimos como equipo.

  Le ocurrió ya a Manuela; cuando ya no tuvieron más remedio que aceptarla, la encumbraron, la deslumbraron, la endiosaron y la dijeron quienes, entre los suyos, eran los traidores. Ella, como nueva emperadora, acepto a los aduladores, escuchó sus sugerencias, la de un ministro Montoro, ese que decía que les dejarán solo, que eran: la solución. 

  Cuando ella, diosa disciplente, les dio en una bandeja la cabeza de Carlos Sánchez Mato quien había reducido la deuda del Ayuntamiento de Madrid, en más de un 20%. Ellos, los destructores de lo público, supieron que habían ganado, que habían reventado una unión que les había expuesto ante las miserias de su gestión. 

   Ahora es a tí, Rita, y a quienes, para que decir otra cosa, estáis pensando sólo en vosotras, a quienes os encuentran en esa debilidad para destruir lo que decís cuidad: la sanidad Pública. 

   Si a la recepción, me dices mis debilidades, alrededor de cualquier mesa se puede hablar hasta cansarse pero no para sacar a 600.000 personas a la calle y decir que o yo o tú no podemos encontrarnos. 

    Las lecciones, como las de aquel gañan, crecido, bocazas, sabio para que le aplaudan sus secuaces. Lo demás, basura, si no se busca el encuentro, reconociendo las debilidades propias

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