viernes, diciembre 23, 2022

Miras, bobo

 Me vuelvo para restregar una lágrima que le ha caído al periodista escritor. Disimulamos por la emoción; a mí, también me pasa, te llena de rabia esos que tienen la valija rebosando de dinero pero sin el orgullo de sentir de donde nacieron.

  A mi, por ejemplo, por mi manía de apurar la luz, ya sin luz, me ha pasado una piara de jabalíes a 5 metros. Ellos, sorprendidos, pero yo, ¡pálido!. Los primeros eran grandes de narices; el último es el que me ha dicho ¡Qué miras, bobo!. Yo, he dado unas palmadas por si asustaban, pero más ha sido a mí, el que se había quedado retrasado, ¡la madre que le parió! era grande de narices.

  Me ha dicho: monta. Después de unos segundos, ya subido y recuperado del casi infarto, creo que mutuo, le he preguntado si era un Uber; uno nunca sabe en forma de que se presentan las cosas en la vida: a la virgen la preño una paloma y a los magistrados caducados, se mantuvieron ellos mismos, con imparcialidad, aunque fuera la de sus huevos morenos. Con el capitalismo campante y salvaje, y a esas horas, sin nadie a la vista, me hubiera costado un riñón.

  Menos mal, me hallo montado en un jabalí enorme. Le he preguntado si molesto. Por lo de la ley, ya saben cómo estamos por aquí, ¿Qué si les van a dar casa?, cómo al rey y sus parejas u otros emigrantes. ¡Que si para que te montas a un independentistas que quiere la separación de España pero subiendo el sueldo al obrero, a los pensionistas; también quiere que los ricos paguen más impuestos y salarios. Digo pagan, porque alguno por pegar, lo que se le ponga por delante. 

  Es más acabamos de pasar por su restaurante y que se ha puesto a disparar. Le he dicho: ¡Oiga, oiga! ¡Que voy montado en el jabalí! 

  ¡Hostias decirlo y se ha puesto en trance y las venas de cuello no se agrandaban, se esparcían: a él, por cerdo y a tí, por rojo, nos ha dicho que lo hacía.

   A mí, me daba igual, ya les conozco, y remedio poco, pero el jabalí, el jabalí se ha puesto como un cerdo: bufaba, se bañaba en el barro que recogía y arrojaba al interfecto.

  Idiota, le decía, yo, desmontando, me había ido a un lado con una virgen, pero, mi montura ya estaba lanzado, hastavbrillante

   ¿Qué tienes detrás? Una virgen,yo he escondido mi compañera, por si acaso. ¿Esa te habla de matar?, memo, o ¿de robar y no pagar a los que te trabajan, por mucho que vivan en un pesebre?

  Menos tenerlas de adorno.

  Madre mía cuando ha visto la miniatura del coche de la guardia civil¡Ufff! ¿qué crees que van a defender a los que roban? 

   Ha hecho un gesto, como diciendo: ¡Anda monta y vámonos, que te conozco!

  Ella y yo nos hemos echado dos besos de agua, para recorrernos, pero claro también desde la pureza.

  ¡Ay, melón! Me ha hecho como único comentario el jabalí.

   ¿Qué tal si te dejo aquí? No me ha dado opción a decirle que andamos por Carrascosa.

   Se ha ido con una hembra, yo regreso por si se ha quedado por allí.

   Claro son las doce, para mí que ya me queda sensualidad a estas horas.

     Al único que he encontrado ha sido al jabatillo. Iba un poco caliente y le he devuelto: ¡Qué mirás, bobo!

  ¡Anda pa' lla¡ me ha tirado a la realidad

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